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La dupla Mario Alberto Kempes y Fernando Morena consiguió la Supercopa de Europa

Mario Alberto Kempes escribió en el Valencia una página muy importante de su historia. En ese equipo que lideró el gran delantero argentino hubo otro atacante extranjero que colaboró para conseguir la Supercopa de Europa: el uruguayo Fernando Morena. Además de este título, en el Peñarol de Montevideo levantó otros campeonatos y con sus goles se transformó en el máximo ídolo. Su historia futbolística comenzó en el River Plate de Uruguay, a los 17 años en 1969, luego de realizar las divisiones inferiores en el Racing de Montevideo. En esta etapa, hasta 1972, convirtió 27 tantos y por ese rendimiento, el Carbonero adquirió su pase. En el Mirasol cumplió grandes campañas ya que durante seis años fue el máximo artillero de los campeonatos uruguayos y de dos Copas Libertadores. Desde 1973 hasta 1979, Morena anotó 180 tantos con la casaca del Aurinegro y obtuvo cinco ligas uruguayas.

Por esta destacada actuación en el Peñarol, el Rayo Vallecano decidió ficharlo en 1979. Su incorporación no pudo ser aprovechada porque el Rayito descendió a la Segunda División junto al Burgos y al Málaga. Igualmente, más allá del rendimiento de la Franja, el artillero del Potrillo en su primera temporada, jugó 34 partidos y marcó 20 goles. Esa cifra goleadora despertó el interés del Valencia, que cerró con éxito su adquisición. Como contrapunto, el destino del conjunto valenciano fue más exitoso porque las 16 conquistas de Morena colaboraron para lograr el cuarto puesto de la liga española y clasificar a la Copa de la UEFA de 1981/82. Además de estos tantos, convirtió cuatro en la Copa del Rey y otros cuatro en la Copa de la UEFA.

Sin embargo, el ex delantero del Peñarol ingresó definitivamente en la historia del Ches al marcar un gol en la revancha frente al Nottingham Forest que le valió la obtención de la Supercopa de Europa. El artillero anotó el único tanto del encuentro de vuelta. Éste se disputó en el estadio Luis Casanova y el equipo dirigido por Pasieguito se consagró campeón. En el partido de ida, las dos alineaciones igualaron 2 a 2. Luego de ese fantástico año, regresó a Uruguay para tener otro gran ciclo en el Mirasol. Esa etapa fue muy fructífera ya que logró dos torneos uruguayos, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental de 1982. En la prestigiosa competencia que reúne a los elencos sudamericanos, se convirtió en el máximo artillero, con siete tantos y uno de ellos fue anotado en la final frente al Cobreloa de Chile.

Después de esa temporada inolvidable, su llama goleadora se fue apagando por el paso del tiempo y volvió a armar las valijas para jugar en el Boca Juniors. En la institución boquense, que vivía un momento sombrío, disputó siete cotejos y marcó un solo gol. Luego de esa mala experiencia regresó a Uruguay para disputar sus últimos encuentros en el Carbonero. En esa breve etapa, participó de seis compromisos y convirtió dos conquistas.

Fernando Morena pudo despedirse del fútbol en su querido Peñarol, en donde su estatua de ídolo permanece inalterable. Por su parte, en el Valencia tuvo un breve paso, pero a pesar de que estuvo al lado de Kempes, su figura es valorada por sus duelos ganados ante los porteros contrarios. Para resaltar también formó parte de la Selección de Uruguay en el Mundial de Alemania de 1974 y en las Copas Américas de 1975 y 1983. En esta última obtuvo el ansiado certamen. Su experiencia como entrenador no ha sido tan enriquecedora como la de futbolista, pero esto no opaca su historia deportiva.

 

 

Fuente: tercerequipo