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La OFI

¿Por qué el fútbol de Salto resignó la condición de amateur?

Los números no cierran por ningún lado
«Ya el año pasado terminamos pagando para jugar».
Ese delegado que sumó un hecho de la realidad al presidente de Salto Uruguay.
Sucede que Daniel Schiavi reflexionaba en tiempos de futuro, «porque podemos el año que viene terminar pagando para jugar».

Es real que el año deportivo de 2019 anduvo a los saltos, si de la economía de la Liga se trata. porque además ya en los primeros meses del 2020 las selecciones no produjeron dividendos y los egresos fueron puntuales.

Es verdad que para la secuencia de arranque en el Litoral Norte hubo amparo en materia de colaboraciones, pero es cosa concreta que un aspecto surge determinante: el aislamiento del aficionado con respecto a los combinados, ya sea juveniles y mayores.

Ni aún con respuesta en lo deportivo, la seducción se plantea para el común de la gente. Mientras aquella comprobación de Fabrico Bassa cuando en el 2014 llegó para dirigir a Salto Uruguay, adquiere en el tiempo el rigor de lo sustantivo e inapelable: «aquí son hinchas de los clubes y no de la selección. El domingo es una locura y los sábados del combinado, un desierto».

Bassa pegó en el clavo, a partir de la rigurosa concepción de quien observa y apunta.


LA RAZÓN DE LOS COSTOS
En la última sesión del Consejo Superior de la Liga Salteña de Fútbol, todo un enredo argumental, tanto de presente como de futuro, porque la situación financiera duele hasta los huesos y el futuro no deja de ocultar sus pesares, en medio de la incertidumbre que prolonga su golpeteo.

Llegaría el momento en que se deslizó la idea de «los clubes aportando su propia gente para el desarrollo de cada espectáculo», por lo que en ese caso se estaría «ahorrando el pago a porteros y boleteros».
A su vez un apunte restante guardó relación con los jueces, «porque con ellos habrá que hablar».
Se pretendió establecer que la paga debe ser pasible de una revisión, atento a la complejidad económica, tanto de la Liga, como de los clubes.

En el caso de la Liga, meses transcurriendo al margen de ingresos. La Comisión de Hacienda hincó el bisturí a fondo para que la realidad sin medias tintas, gane espacios.
A su vez, no faltó ese delegado que apeló a una argumentación con limitado sustento, «porque si la Liga estuvo meses sin funcionar, ¿qué gastos podía generar?»

Se le hizo saber que los gastos fijos son ineludibles. Los gastos fijos no tienen piedad.

UNA VERDAD ARREMETIENDO
Sí algunas semanas atrás el presidente de la Liga Salteña de Fútbol, Juan Ramón Guarino. sostuvo que «el fútbol salteño es caro», es porque ese mismo fútbol salteño PAGA A QUIEN LO JUEGA O ES PARTE DE TODO EL ENTORNO.

Tras la sesión del pasado lunes, dos o tres delegados prolongaron el ida y vuelta en materia de exposiciones, con EL PUEBLO como testigo y una sentencia que no admite doble interpretación: «hay que decirlo de una vez por todas; el fútbol salteño hace buen rato que resignó la condición de amateur. Por lo menos de 20 años a esta parte. Ningún presupuesto en el caso de la «A» baja de los 200 mil pesos, aunque puede haber excepciones como en los casos de Sud América y El Tanque».
Otro delegado susurró al oído: «alguien que mencione si en un plantel de la «A» y en un 50% de la «B», todos juegan por el valor sentimental. Y no digo que esté mal. Digo que es la realidad. Si alguien ha podido tapar el solo con las manos, que lo vaya diciendo»

 

-ELEAZAR JOSÉ SILVA- Fuente: El Pueblo de Salto