ARCHIVOCES DE OFI. Desde Salto para Diario Uruguay.
Ante Fray Bentos en el Liebg’s. Lo que el viento no se llevó
Para EL PUEBLO fue cuestión de sostener diálogo con protagonistas y observadores de lo sucedido el pasado sábado en el Parque Liebig’s de Fray Bentos, cuando se enfrentó la selección local y Salto por una secuencia más del Campeonato del Interior en categoría Sub 14. Se trata de atar cabos y reconocer que lo sucedido fue de EXTREMA GRAVEDAD DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA, desde el momento que se trata de quienes van transitando los primeros tiempos de la adolescencia. Al decir de un padre, »hay que pensar que hace menos de tres años atrás iban a la escuela». De todas maneras no es la primera vez que una delegación salteña vive situaciones complejas en el Parque Liebig’s donde el factor intolerancia y violencia, parecen conjugarse infelizmente. Lo del pasado sábado, tan solo una muestra, »desde antes del partido porque era facilmente comprobable un ambiente extraño, hostil. Como que algo podía pasar y pasó». El trámite fue duro siempre, con un árbitro permisivo, que hizo una y otra vez «la vista gorda», frente a quienes más pensaron en la pierna del rival que en el juego mismo.
Al partido lo ganó Salto por 3 a 2, avanzando a las semifinales y quedándose con la copa, teniendo en cuenta que termina siendo el mejor de la cuenca litoraleña.
LA VIOLENCIA EXPLOTADA
Una vez culminado el partido, se produjeron los hechos más penosos, con el lenguaje de los puños y la agresión en más de una instancia. Se narró a cronistas de este diario »que la actitud de algunos familiares de los jugadores locales, fue lamentable, pasando de las palabras a los hechos». Es casi obvio suponer que desde tiendas salteñas no faltó réplica, ante la provocación y tanto más desde los fraybentinos. Los mecanismos de seguridad »no se activaron en ningún caso, cuando todo se inició, viéndose lo que podía suceder».
ESCOLTADOS HASTA LA RUTA
Para la anécdota, hubo un padre (salteño él), que debió introducirse en un comercio cercano a pocos metros de la zona de acceso al Parque Liebig´s, »para evitar la golpiza, porque a esa altura de los hechos el descontrol poco menos que era brutal. Pero asimismo dolió lo sucedido dentro de la cancha. La copa que habían ganado los gurises casi a nivel del césped. Fue entonces que un jugador de Fray Bentos llegó al lugar y no lo pensó dos veces: mandó la patada y rompió la copa. A tal punto que después hubo que rearmarla. De ese episodio no vamos a olvidarnos, porque es una síntesis de una violencia que nos costó demasiado entender».
Fuente: El Pueblo de Salto