El 19 de octubre de 1943, se realiza la primera muestra de una transmisión televisiva en el Uruguay. Tuvo lugar en 18 de Julio y Ejido, frente al Palacio Díaz, donde se encontraba el auditorio de Carve, transmitiendo en circuito cerrado desde el famoso edificio hasta el mencionado auditorio.
Contra el escepticismo de todos, noche a noche desvelándose, haciendo planos y endosándoles lo que se veía en las revistas técnicas de lejanos mundos, el ingeniero Mario Giampietro, fue el pionero de las transmisiones televisivas en Uruguay.
La radiotelefonía había sido su cuna. Luego, los precarios equipos, la importación de los mismos, de la RCA de Estados Unidos, la guerra demorando todo un par de años, y al fin la gran apuesta. Con una cámara y varios aparatos para “ver” produjo el milagro de ser el primero en Latinoamérica en realizar una emisión televisiva.
Fue el 9 de octubre de 1943. Los estudios y la platea, el enorme Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. El espectáculo, un concierto con Hugo Balzo. Allí los montevideanos que lograron ingresar encontraron esa magia de la simultaneidad, de conocer realmente lo que era la televisión -teledistancia. En un circuito cerrado, es cierto, pero en la maravilla de compartir lo que recién los países desarrollados estaban consolidando.
Pasaron 12 años para que, cuando la Exposición Nacional, en la vieja calle Centenario hubiera televisión en circuito cerrado para todo el mundo. Posteriormente, al cerrarse la muestra, al quedar vacío el enorme edificio cilíndrico, el empuje de Raúl Fontaina posibilitó la continuidad, ya como canal abierto para los pocos televisores que había en Montevideo.


Comerciales en serie

A golpes se aprende, claro. Mangilli rememora cuando debían hacer los largos travellings sobre los pisos de madera, lo que era fácil para trasladarse si se seguía la veta pero cuando se iba a contramano llegaban los saltos y sobresaltos. La experiencia ganada le permitió irse una temporada a Canal 9 de Buenos Aires y allí sacar al aire un teleteatro que se llamaba Cámara Uno, por el simple hecho de ser filmado con una única cámara.