La ausencia de Exequiel Palacios en River dejó una gran brecha en el medio campo que hasta el momento es muy difícil de poder cubrir. Y al no poder incorporar jugadores, Marcelo Gallardo se las arregla con lo que tiene. Eso implica gestar un dibujo táctico que permita disimular la ausencia del actual futbolista del Bayern Leverkusen. Uno de los encargados de tapar los espacios es el uruguayo De La Cruz que hace unos días recibió un reconocimiento muy especial por parte de CONMEBOL.
Es que el organismo internacional al término de cada semana tiene como propósito mostrar el equipo ideal de la Copa Libertadores. Aquel que se compone de nombres que fueron determinantes. Ya sea porque marcaron un golazo o hicieron el gol más importante del partido o porque simplemente tuvieron un rendimiento por encima de los demás. En esta oportunidad, al volante de River le tocó formar parte de la nómina.
Y es un premio más que merecido porque frente Athletico Paranaense fue el mejor de la escuadra a lo largo de los 90 minutos. Tan fundamental fue la figura de De La Cruz que el partido tuvo un solo gol y ese estuvo en sus manos. Es cierto que la jugada se ensució un poco porque mal logró su disparó desde el punto penal, sin embargo estuvo muy atento para capturar el rebote. Aquel tanto le dio una gran tranquilidad al Millonario para avanzar hacia cuartos de final.
Un trabajo que no es suyo
Por momentos, el volante uruguayo debe asumir un rol que no le pertenece. ¿Cuál es? Ser el encargado de organizar el juego de su equipo. Ya que dicha responsabilidad se encuentra en manos de Nacho Fernández. Aunque su rendimiento no es el mejor. Por lo tanto, De La Cruz en algunos partidos cumple una doble función. Algo que Marcelo Gallardo y su cuerpo técnico valoran de gran manera.
Fue algo del momento
Las imágenes que se vieron el pasado fin de semana en la cancha de Banfield despertaron cierta curiosidad en los hinchas. Debido a que la reacción de De La Cruz no fue la mejor al momento de ser reemplazado. Pero ante el equipo brasileño, las cosas se arreglaron y tras festejar su gol, fue directo al banco de suplentes para abrazarse con el Muñeco y darle la mano a Matías Biscay. Así se logró eliminar cualquier tipo de polémica.
Fuente: elintransigente