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Los afroumbandistas en tiempos de coronavirus, siguen esperando del gobierno un protocolo sanitario

La Institución Federada Afroumbandista del Uruguay (IFA) solicita una reunión con las autoridades del Ministerio de Salud Pública para analizar un eventual retorno de actividades presenciales. La federación trabaja en un protocolo sanitario junto a grupos de la región y busca asesoramiento del gobierno en la materia.

«Pedimos la reunión hace tres meses. Por ahora no hemos tenido novedades. Seguimos con la salvaguarda de la primera hora, la de no hacer sesiones grupales presenciales. Hay gente que lo acata, otras que no, sabemos que hay gente que ha pagado multas».

La IFA mantiene desde mediados de marzo la exhortación a no realizar encuentros grupales. Según indica Susana Andrade, referente de la federación, a HOY CANELONES, la comunidad umbandista no sabe si podrá realizar sesiones en grupo con medidas sanitarias o deberá esperar a que exista una vacuna efectiva contra el COVID-19, pero los colectivos quieren que las autoridades del gobierno brinden un apoyo y una opinión al borrador del protocolo para saber cómo seguir trabajando.

Andrade señala en esta entrevista las dificultades que los afroumbandistas pasan en tiempos de coronavirus y las posibles medidas que se pueden tomar para volver a las ceremonias grupales.

¿Cómo afecta la pandemia a la comunidad afroumbandista?
El culto afro, como toda comunidad religiosa, es algo de los 365 días del año y las 24 horas del día. Se trata de una fe y un derecho humano contemplado en el artículo 5 de la Constitución (que establece que todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay). Desde nuestras organizaciones, desde el principio de la pandemia estamos instando a que no se hagan ceremoniales grupales presenciales. Si bien una religión buscar el bienestar espiritual, entendemos que la parte física es parte de ese bienestar espiritual y que no va a venir un Orixa, Dios, Pae o Mae a hacer lo que las personas tenemos que hacer. Queremos ejercer responsabilidad y ser promotores de salud física y espiritual.

El sentimiento espiritual es un área muy sensible del ser humano y obviamente estamos sintiendo la falta de la comunión y reuniones; somos punto de cercanía y comunidad. Frente a esta situación tenemos más necesidad de apoyo espiritual: la gente ha estado con mucho temor y mucha incertidumbre frente a la vida y a la muerte, además de las penurias económicas. Hay una situación muy compleja desde el punto de vista espiritual, la gente necesita más de las religiones en el momento en que menos se puede ejercer esa comunión presencial que nos da fuerzas para vivir.

Están elaborando un protocolo a nivel regional. ¿En qué consiste ese documento?
Estamos en intercambio permanente con hermanos y hermanas de las comunidades afroumbandistas de Brasil y Argentina, que tienen la misma problemática. Tenemos como base el protocolo realizado para las iglesias cristiano-católicas. Varios parámetros podrían ser aplicados, aunque la rutina afroumbandista tiene otra dinámica. En el culto cristiano-católico el que oficia se para allá adelante y acá atrás están las personas sentadas, mientras que en los cultos afros se toca tambor, se baila, los saludos son con besos en las mejillas y en las manos; tienen una cuestión de mucha cercanía que no es lo que sucede en los cultos cristiano-católicos. Por eso estamos trabajando en un protocolo específico, que si bien puede tener ciertos parámetros generales, tenemos que ver cómo hacemos con estas situaciones y si es posible tener un protocolo que nos permita realizar un ceremonial presencial ritual o tal vez haya que esperar la vacuna. Pedimos que las autoridades del Ministerio de Salud Pública nos reciban en algún momento, para no elaborar solos este protocolo.

Hasta ahora, entonces, no han podido reunirse con el Ministerio de Salud Pública…
No. Pedimos la reunión hace tres meses. Por ahora no hemos tenido novedades. Seguimos con la salvaguarda de la primera hora, la de no hacer sesiones grupales presenciales. Hay gente que lo acata, otras que no, sabemos que hay gente que ha pagado multas.

Las autoridades han repetido varias veces que las reuniones religiosas pueden generar contagios. ¿Se pone demasiado el ojo en las religiones y poco en otros lugares?
En un primer momento, cuando se señaló a un culto afro en Rivera, dijimos que lo que nos parecía que había sucedido era ese trasiego fronterizo interminable. No nos perseguimos, pero esto existe desde que existe un histórico relegamiento social. Se ha aceptado que existen jerarquías culturales, entonces todo lo que proviene de negros y de indios es al menos sospechoso y la culpa está focalizada para ese lado. Lo que en realidad hay es una normalización de la discriminación de la cultura negra e indígena, incluyendo su religiosidad.

 

 

Fuente: HOY Canelones