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Dr. Gustavo Salle: «Esto deja al estado uruguayo en una situación muy similar a la que estaba el Tercer Reich»

Columna del Dr. Gustavo Salle Lorier

Mediante el apartheid farmacológico y en consecuencia, la terrible involución jurídica, moral, política, filosófica, ideológica y axiológica que el mismo implica, se justificarán temperamentos que en este momento, son arbitrarios e incluso, criminales. Por ejemplo: en este momento, un empresario que obligue, que conmine, en forma irresistible a un dependiente a vacunarse, estaría incurriendo en el delito de violencia privada: art. 288 del Código Penal.

 

Si ese temperamento lo observara un jerarca de la administración pública con respecto a un funcionario público, estaría incurriendo, en el delito de abuso innominado de funciones en los casos no previstos específicamente por la ley: art. 162 del Código Penal. Con el “pasaporte COVID”, con la “tarjeta verde”, en realidad se estaría descriminalizando esos chantajes que se podrían ejecutar, como lo acabamos de ver, en el ámbito público y privado. Es decir, se estaría admitiendo, se estaría legitimando, las conductas extorsivas con respecto a la experimentación génica.

De aquí en más, la sociedad uruguaya se retrotraerá a situaciones verdaderamente impensadas: la sociedad estará dividida entre “vacunados” y degradados a sujetos de experimentación génica y dignos y no humillados orientales que resistieron y no se vacunaron.

Esto deja al estado uruguayo en una situación muy similar a la que estaba el Tercer Reich y que habilitó el enjuiciamiento de los que sobrevivieron a la Guerra en el juicio de Nuremberg; porque hay que tener en cuenta y esto es de fundamental importancia, que el ataque, el crimen de Lesa Humanidad que se hace con este mecanismo, que es un apartheid farmacológico, mediante los “pasaportes COVID” y “tarjeta verde”, tienen como fundamento la experimentación génica, en el contexto de la confesión de total ignorancia sobre los aspectos trascendentes de esta experimentación, que efectuó el Poder Ejecutivo, a través del ministerio de Salud Pública, a través del Grupo Asesor Honorario y nada menos, que la Universidad de la República.

Preocupa fundamentalmente, el rol inmoral, antidemocrático y criminal, que ha asumido la Universidad de la República. Por supuesto, que la Historia condenará a las actuales autoridades de la Casa Mayor de la Cultura del Uruguay, que se prestaron a toda esta estrategia de corte Nazista, promoviendo la experimentación génica en las mismas condiciones de ilegalidad, arbitrariedad, totalitarismo y violación de la libertad de los ciudadanos, como aconteció en la Alemania Nazi. La Udelar no puede pasar por alto, que ésta experimentación génica se hace violando la Ley Artis, que impone el acto médico del consentimiento informado y conforme, precisamente, a las inusitadas y espeluznantes confesiones de la Udelar, respecto de su ignorancia, en cuanto a los aspectos fundamentales de la experimentación génica, es imposible que médico alguno, pueda suministrar información y por ello, se ha estafado a la población y en lugar de un verdadero y legal consentimiento informado como acto médico, cumpliendo con todos los requisitos que establece la ley 19.286 artículo 64, la ley 18.335 artículo 11 y el código de Nuremberg artículo 14; se sustituyó por un “papelucho trucho”, en el que ningún médico de este país, ni siquiera el ministro de Salud Pública, se animó a estampar una firma.

En consecuencia, ese ultraje a la libertad, esta embestida liberticida que se pretende perpetrar con la clasificación de los uruguayos, en función de una conducta criminal de Lesa Humanidad por parte del Poder Ejecutivo; de llevarse adelante, nos compromete como político y como hombre de Derecho a accionar jurídicamente en los tribunales correspondientes para este tipo de crímenes.

En efecto, quien suscribe y el Dr. Enrique Viana Ferreira, como letrado patrocinante, no permanecerán omisos, ante el avasallamiento de las libertades de los orientales y la imposición de un infame apartheid farmacológico.

De aquí en más, la sociedad uruguaya se retrotraerá a situaciones verdaderamente impensadas: la sociedad estará dividida entre “vacunados” y degradados a sujetos de experimentación génica y dignos y no humillados orientales que resistieron y no se vacunaron. Pero como todo apartheid, impondrá una terrible grieta en la convivencia cotidiana de los orientales. Habrá que pensar en comercios, transporte, clubes, universidades, sanatorios; es decir, todo lo que implica la vida social de una nación, partida en dos: vacunados y no vacunados. Tal cual sucedía en la Alemania Nazi, con los arios en el poder, en este caso, serían los que propenden a la vacunación, no serían estorbo para los no vacunados, de la misma manera que los judíos, no estorbaban (en la percepción del ario) a dicho sector racial.

Insólitamente esto es lo que quiere la putrefacta, cual Nazista clase política uruguaya, que conforma el partido Único del Nuevo Orden Mundial, observando un comportamiento cipayo y arrastrado, ante estas directivas criminales que emanan de la élite globalista totalitaria, que se ha cansado de confesar sus propósitos eugenistas, genocidas y segregacionistas.

 

 

 

Fuente: Cronicas del Este