No es una práctica habitual que glorias del fútbol salteño vuelquen desde su experiencia la enseñanza a nuestros jóvenes. Esta semana River Plate llamó a Carlos Cayetano Sagradini, el arquero que marcó una época en el arco rojiblanco y selecciones, para hablar con los jugadores en una etapa muy importante del equipo jugando Copa de Clubes de OFI.
“Cuando fui a atajar a River entrenaba en un cajón de arena. El entrenamiento para un golero es fundamental y me mataba Basilicio Da Silva (entrenador). Compraban dos metros de arena y la metían en un cajón de 5 metros de largo y 25 centímetros de profundidad. Ese entrenamiento sobre la arena en aquella época era muy importante. Eso le conté a todos los goleros de las categorías formativas de River en una charla esta semana. Me sentí orgulloso de que Alejandro Torrens me haya llamado para hablar con los gurises y poder contarles eso. También le agradezco a los dirigentes por haberse acordado de mí. Ahí te tiran la pelota y hay que agarrarla…”.
LOS COMIENZOS
“Nací el 21 de febrero de 1949 y me crié en la Zona Este. Mi padre tenía un galpón de trabajo al lado de donde es hoy la sede de Sportivo Rodó. Como te imaginarás, toda esa zona era campo y había canchitas por todos lados, que era una de las cosas lindas de aquella época. Además, de gurises jugábamos con gente grande, porque no había baby fútbol.”
“Ahí donde me crié tenía de compañeros para jugar a Julio Luccini, Ramón Rivas que éramos vecinos, a Jesús Nasario, ex árbitro, y otros con los que después nos enfrentamos en el fútbol salteño. A mí me ponían de ‘9’ y hacía muchos goles, pero a mí siempre me había gustado ser arquero, me gustaba atajar y un señor que trabajaba con mi padre me entrenaba.”
“Recuerdo que siendo muy chico me inscribí para jugar en Gladiador, que fue donde comencé a atajar, en cuarta y tercera, y con 16 años cumplidos debuté en primera”.
“…PERO SIEMPRE IBA A VER A RIVER”
“Después, como tenía conocidos en todos lados el ‘Chita’ Benítez me lleva a jugar dos años en Cerro, que fue otra linda experiencia. Pero yo siempre iba a ver a River, me gustaba River, tenía grandes jugadores. Hasta que un día un dirigente, Alfieri, me habla para ir a jugar a River, que era lo que yo más quería. Y de esa forma es que llego al club y soy parte de esa década memorable de los 70′, en la que estuvimos cerca de lograr un quinquenio. Ganamos en el 74′.
“En el 75′ fue cabeza a cabeza con Deportivo Artigas, que empatamos en la última fecha y ellos ganan. En el 76′ ganamos antes de terminar el campeonato. En el 77′ le habíamos sacado varios puntos a Ferro pero en el final empatamos y en la última perdemos con Universitario, mientras ellos ganan todo y terminamos iguales, perdiendo la última de las tres finales. Después en el 78′ ganamos la primera liguilla que se jugó en el fútbol salteño. En el 79′ se ganó el acumulado y se perdió la liguilla con Ferro”.
EL 74: “INOLVIDABLE”
“El 74′ fue inolvidable, un gran año, fuimos casi todo el año primeros. Gladiador y Chaná hicieron un gran año, en la última fecha nos empata Hindú y ganan Gladiador y Chaná y terminamos los tres iguales. En el desempate, nosotros le ganamos 3 a 1 a Chaná y al domingo siguiente le ganamos a Gladiador 5 a 2 y logramos el primero de los tres campeonatos de esa década soñada. Teníamos un cuadro parejo, bien planificado por Basilicio Da Silva, ordenado, sin grandes figuras, por más que jugaba Pedro Quiñónes, el ‘Chirlo’ Gómez arriba, el ‘Piojo’ Arralde, un basquetbolista que jugaba de ‘9’, que era un jugador muy táctico, que Basilicio lo hacía como en el básquetbol, con desmarques, y que hizo muchos goles con Pedro Quiñónes jugando de ‘5’”.
“¿El cuadro? Yo al arco, pareja de centrales Tabaré Quiñónes y Sergio González, los laterales el Julio ‘Diablo’ Aguirrezábal y el ‘Baruti’ Sánchez, en el caso de Julio, que dio gran mano ese año jugando en el lateral derecho, sobre todo en las finales anduvo muy bien. En el medio el ‘Vilo’ Hernández por derecha, de ‘5’ pedro Quiñónes, por izquierda el ‘Cabeza’ Rodríguez, y arriba Manuel Alvez por derecha, de ‘9’ Arralde y por izquierda el ‘Chirlo’ Gómez. También alternaba como delantero Jorge Aguirrezábal, que en las finales el ‘Chirlo’ estaba desgarrado y Tabaré Quiñónes estaba lesionado, jugó atrás. Era un plantel corto, pero también alternaban el ‘Mono’ Izaguirre, Eduardo Pedetti y el ‘Gato’ González”.
“Para el campeonato de 1976 hubo un recambio en el plantel; se trajo al ‘Tilo’ Romero, que volvía de Montevideo ya con 34 años pero era un jugadorazo, que jugaba de ‘8’, además de otras incorporaciones, como el ‘Gato’ Beraza desde Chaná, ‘Pichirica’ Fagúndez, Ademar González, Damastor Carabajal, y aparecieron gurises de inferiores en primera, caso de ‘Cubilla’ Hernández. Se armó un terrible equipo, que termina ganando el Campeonato Salteño de forma anticipada. Con ese cuadro entrábamos ganando 1 a 0”.
“En el 77′ otro gran año, que terminamos perdiendo los últimos puntos, el último partido con Universitario 3 a 1 y Ferro ganó y terminamos iguales. Un gran campeonato, que después definimos en tres finales muy parejas y ellos ganaron la última. El 78′ fue un año especial, porque se inventó la liguilla, que hasta ahora se juega, y le ganamos a Ferro 3 a 1, ahí nos tomamos revancha y fue el último campeonato que ganó el club, por más que en el 79′ jugamos la liguilla y fue un año bueno por más que no se salió campeón”.
“Si jugábamos la final con Atenas de San Carlos…”
“Jugamos la Copa de Clubes de OFI, que antes se jugaba por zonas, y llegamos a la final de la nuestra con Bella Vista de Paysandú, un cuadrazo con jugadores de selección. Íbamos ganando 1 a 0 y en el final me hace un gol Ramón De los Ángeles para el 1 a 1. La revancha en Paysandú fue 0 a 0. Fue muy parejo, cualquiera pudo ganar y en los penales nos terminaron ganando ellos, que después jugaron la final y perdieron con Atenas de San Carlos. Si hubiéramos pasado nosotros… Estábamos muy bien. Fue una de las veces en que River estuvo más cerca de ganar la Copa de OFI.”
Debut: “Los culpables del 0-0, Almeida y Sagradini”
El debut de Sagradini en primera división fue en el arco de Gladiador, cuando se encontró con otro grande del fútbol salteño, luego triunfador a nivel profesional como jugador y como técnico.
“Me ha quedado como anécdota que enfrentamos a Dublín Central y ahí debutaba un gurí en el arco, Ever Almeida. Yo tenía los recortes de diarios de la época, que después perdí, porque todos hablaban de ese 0-0, de un gran partido, de la cantidad de situaciones de gol para los dos lados y que la explicación del resultado habían sido los jóvenes goleros, de gran destaque. Recuerdo que un título fue: ‘Los culpables del 0 a 0, Almeida y Sagradini’.
Fuente: diario Cambio