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Adversario de los salteños en cancha y goleador indomesticable como pocos. Un tal Omar Rey…

«B A R R O C O»…. É L E S A Q U E L

Adversario de los salteños en cancha y goleador indomesticable como pocos. Un tal Omar Rey…

Una noche de 1968. Parque Dickinson. Campeonato del Litoral. Salto se imponía 3 a 1 y Paysandú lo dio vuelta 4 a 3, para ser Campeón.

La blanca integraba a Nelson «Paisano» Silva; Héctor «Nene» Migliónico y Luis «Lamparita» Patritti; José «Virolo» Lanterna, Héctor «Gaucho» Lanzieri y Ruben «Pato» Sosa; OMAR «Barroco» REY, Julio «Jubilado» Arévalo, Ricardo «Caito» Brandón, Ramón «Negro» Soussa y Roberto «Acordeona» González.
Tres de los cuatro goles de la «blanca» por un mismo jugador: Brandón.

Desde Paysandú, «Barroco» evoca ese partido, »porque fue espectacular, porque enfrente teníamos a un rival durísimo, pero encontramos respuesta para ganarlo».

Es escucharlo a la distancia a Omar Rey, para comprobar desde EL PUEBLO, que a los 71 años, su memoria luce impecable. Partidos, nombres, circunstancias, desde UNO DE LOS MÁS NOTABLES DELANTEROS QUE PRODUJO EL FÚTBOL SANDUCERO EN TODA SU HISTORIA.

Es uno de los jugadores que en aquellos Litorales, convirtió 5 goles en un mismo partido. Paysandú derrotaba a Colonia 10 a 0 en 1973. «Barroco» cantó lotería.

Y bien que rescata ese año antes, cuando cuando en el Dickinson, Paysandú golea a Salto 5 a 1. Al cabo del primer tiempo, tres goles de Rey. En el segundo tiempo, dos más de Jorge Navadián. Payandú había montado un equipazo.

Lo tenía todo. Sabiduría colectiva en plenitud.

DE AQUEL VOLANTE A UN TIEMPO DE GOLEADOR….

Omar «Barroco» Rey se inició en Boca Jrs de Paysandú. Fue compañero de algunos salteños en ese equipo como en los casos del «Ronco» García (padre de Joselo) y el «Petiso» Maidana. Se fue a Wanderers de Montevideo.

«Yo jugaba de volante por derecha, de «8». Luis Borghini era el técnico de Wanderers y me dijo: »mirá «Canario, tengo para vos dos puestos posibles: o sos lateral o sos «9». No lo pensé mucho. Le respondí: »me voy de delantero». Vuelvo a Paysandú y me compra Estudiantil. En esos tiempos, no volvías gratis. El club local tenía que pagar el pase y si podía pagaba.

Pero en aquel 1972 cuando le ganamos a Salto 5 a 1 y meto los 3 goles en el primer tiempo, yo me fui a Buenos Aires a practicar en Atlanta. Era el cuadro que me quería, pero ya al año siguiente después del Litoral me transfieren a España. Ahí comienza otra historia».

EL CIGARRILLO QUE DEJÓ Y BIEN LEJANO AL ALCOHOL

Años atrás, Omar se puso al frente de un restaurante en las Termas del Guaviyú. No pocos salteños, seguramente, redescubrieron al crack goleador de los años 70. Hasta que la gastronomía quedó en un plano secundario.

Los 71 años no le pesan para salir a correr y de hecho lo hace.
«Me siento bien con mis 80 kilos. Creo que los que tuve siempre, desde la época de jugador. La musculatura no es la misma….pero algo queda».

Mientras le pasa revista a una delantera que no archiva: el «Turco» Navadián, el «Negro» Collares, Omar Rey y Jorge Arcel. Con Shubert Ferreira y el «Gaucho» Lanzieri por el medio, más un bloque defensivo a la medida del Paysandú dueño de la sostenida personalidad.

«Barroco» terminó de jugar al fútbol en Independencia de Paysandú….»porque ya no podía más con la rodilla. Se me iba la rodilla. Fue cuando me dije: hasta aquí llegué. Y no soy de ir al fútbol. No voy a la cancha. Trato de llevar una vida saludable.

Fumé 10 años y dejé. Al alcohol, bien lejos mío. No me gusta y no lo necesito.

Los recuerdos sirven para que vuelvan, pero no para vivir de ellos. Lo que viví en el fútbol nunca dejé de disfrutar. Lo vivido es parte de uno. Pregunto cómo podría olvidar, lo que uno tanto quiso y con tantas imágenes en el tiempo, que simplemente no dejan de estar»