FUTBOL CHACARERO/
Desde Rivera /Opina Eduardo Mérica para Diario Uruguay.Informe Especial en www.diariouruguay.com.uy
Se estuvo aguantando casi cuatro años. Juntando bronca y frustaciones. Dicen que, para gozar, primero hay que sufrir. Y vaya si habrá sufrido, el año que lo encontramos masticando la amargura de otra desilusión: cuando lo sacaron ilegalmente de la presidencia del gremio arbitral. Un verdadero dolor, profundo, pesado, con caídas en los últimos escalones, como lo delatan los archivos exclusivos de DIARIO URUGUAY; de su era en la conducción de todo el arbitraje chacarero.
Brajús, acumuló en esos mencionados e interminables años, tanta pero tanta bronca y vergüenza, que parecía que, en el momento que llegara «el día después», la explosión de palabras iba a ser incontenible. Y ese día llegó. Y la explosión -todavía- no fue incontenible. Aunque su ciclo ya es espectacular, y merece ser comparado con números, hechos y palabras… Y pensar que muchos dudaron de su capacidad para manejar un grupo gigantesco como la AIAF (Asociación Intergremial de Arbitros de Fútbol). Pero «el Negro» (y reconozco que es la primera vez que lo llamamos así), con el mismo temperamento que irradiaba en la cancha, no sólo dominó la situación en todo momento, sino que no tuvo ningún inconveniente para dejar su cargo de presidente a cualquier hombre… Fiel al estilo Brajús. Y terminó construyendo un gran ciclo. ¿Dejará la renuncia de Walter Brajús, ahora, algo para el resto?.
Hoy es tiempo de volver sobre sus reflexiones, porque tienen un sello inconfundible. Porque siempre fue un Brajús auténtico, realista hasta para reconocer los malos momentos.
Ahora mismo, Walter Brajús juguetea con la camiseta de árbitro y amenaza con dejarla de lado. Es que, según él, no la necesita: se abre la camisa y asegura que el negro luce en su pecho. No se ve, pero es cierto, porque este hombre de 56 años, es ante todo, hincha de los árbitros. Y se le nota, en cada momento de la charla. Pero hoy es más que eso:
«A todos Uds. mis Compañeras/os, Colegas para mí, aún ante las diferencias de pensamientos, tanto en las Políticas Deportivas, como en las formas de transitar por la lucha Gremial y la Función Arbitral. Durante años he tenido el honor de tenerlos a muchos junto a mí, en lucha por las Reivindicaciones de los compañeros/as Árbitros del Interior.
La publicación que hice el Sábado 11 de Marzo, que es Pública en mis Redes Sociales y en la Prensa, fue mi última exhalación del rugido de un viejo león, ya cansado, con mil cicatrices de mil batallas, con las heridas que los propios Compañeros Árbitros del Interior, también me hicieron, cada vez que me señalaron injustamente, acusaron y traicionaron mi trabajo o sea, sus propios derechos laborales, las garantías en sus funciones y en el respeto que se les debe tener, ante tan importante tarea y responsabilidad dentro de la justicia deportiva en el Fútbol del Interior.
Ya sin reproches y sin buscar culpables hasta acá llegué con mi trabajo Gremial, mi exposición personal, mi tiempo, mi compromiso; fueron más de 28 años de mi vida, sin que obviamente nadie me lo pidiera o quizás sí… pero no importa ya.
Hoy es tiempo de la Familia, de recuperar algo, de esos momentos que les quité durante años, que obviamente no volverán, pero podrán ser de aquí en más los que me lleven al final de mi vida con la seguridad de la Tarea cumplida y conciencia tranquila.
Gracias a todos/as, Éxitos, mis deseos más sinceros a las Gremiales, mi Querida Institución A.I.A.F. Madre de todo lo que hoy es lucha por los derechos laborales dentro de la Función Arbitral en el Fútbol del Interior del Arbitro; a el C.A.I., Gremial nacida de las diferencias, no de objetivos o conceptos sobre las Reivindicaciones, sino de los intereses de las personas; a aquellos que se llamaron Independientes en algún momento, que tiraron al precipicio los Derechos Laborales y la Lucha por la Equidad de Género; incluyendo todo lo logrado desde la unidad a Nivel Nacional y en las propias Ligas.
Ojalá logren llegar al objetivo en Común, Juntos, Unidos, que en definitiva es lo que les corresponde!!!.
Walter Brajús