Sobre cómo la Confederación del Este de OFI eligió su candidato a Presidente de la Organización.
Para entender cómo es que fue elegido el señor Nilo Scarpa hay que remontarse más de tres décadas atrás. Suena raro, pero es así. Sobre finales de la década del 80, los clubes del fútbol profesional empezaron a volverse dependientes de los “préstamos” de dinero de Francisco Casal, en muchos casos cobrados con fichas de jugadores o como adelanto de futuros pases. Esa fórmula se agudizó cuando AUF y gremio de futbolistas acordaron que ningún club podía empezar la temporada oficial si tenía deudas con jugadores. La falta de creatividad de los dirigentes para conseguir ingresos por otras vías y los compromisos verbales o morales ya tomados con el contratista, derivaron en que aquella dependencia de Casal se terminara de sellar definitivamente. El gran negocio de la televisación esperaba su turno.
En 33 el voto a Scarpa también se modificó literalmente sobre la hora y con rumores de promesas de “sanear la liga”. Un club habría fundamentado su voto en función de esa frase. Es decir, el voto a cambio de dinero para limpiar las cuentas.
En 1998, un año antes que terminara ese contrato, había que negociar con un nuevo cliente. La empresa Bersabel ofrecía un contrato de 5años por 80 millones de dólares y sin acaparar los derechos de las selecciones nacionales. Tenfield, novel empresa de Casal, Gutiérrez y Enzo Francéscoli, creada con la finalidad de comprar esos derechos de televisación del fútbol local, ofrecía 50 millones por 10 años y se quedaba con absolutamente todos los derechos de campeonatos y de selecciones, incluyendo el ingreso por spónsors delas selecciones y publicidad estática de todas las canchas del fútbol local, concepto por el cual apenas le dejaba a los clubes permiso para cuatro carteles y en el lugar de la cancha que Tenfield decidiera.
Es muy famosa en el mundillo del fútbol la anécdota del presidente de Liverpool, Fidel Ruso, diciéndole a José Pedro Damiani, en plena asamblea donde se votaba la venta de esos derechos: “Dígame, usted que es Contador, ¿cómo es que 50 es más que 80?”. El presidente de Peñarol, sonriente, le respondió: “Es el valor agregado”. Esa asamblea marcó también el primer acto de comportamiento mafioso de la empresa cuando avisados de que varios clubes estaban argumentando en favor de Bersabel, Casal, Gutiérrez y Francéscoli -sí, Francéscoli también- ingresaron a la sala de asambleas de la AUF abriendo la puerta con una patada, sentándose en las sillas correspondientes a los integrantes del Ejecutivo de AUF luego de desplazarlos de sus lugares y empezaron a señalar a los presidentes de la mayoría de los clubes al tiempo que a gritos enumeraban los favores que les habían dado a cada uno. Argumentaban que lo “prestado” en el último año en realidad era a cuenta del futuro contrato que debía aprobarse esa noche.
El contrato era tan grotesco e indisimulablemente abusivo que los clubes no podían tener una copia. Para leerlo, debían ingresar al despacho del presidente de la AUF, Eugenio Figueredo, y tenían 15 minutos para leer lo que pudieran, sin la posibilidad de llevarse copias. Recién cinco años después un dirigente se las ingenió para conseguir una copia y se la dio a un periodista. Si no estoy equivocado, lo consiguió José Luis Palma y es seguro que le entregó una copia a Ricardo Gabito Acevedo.
«Fue tanto el mamarracho que la Confederación del Sur ya no quiere respetar el acuerdo de rotar la presidencia por región, motivo por el que ahora elegía el Este, y se hacen gestiones para presentar una lista con candidato del Sur…»
Tenfield pasó a operar como dueño literal del fútbol uruguayo. Eligió entrenadores de la selección y en algunos casos les pagó parte del sueldo como ocurrió con Daniel Pasarela. Eligió también a Juan Ramón Carrasco. Pasó a administrar la selección, al punto que cuando el Maestro Tabárez volvió a la AUF en 2007 no existía en la asociación ni siquiera un listado con números de contacto de los jugadores porque no se los citaba desde AUF sino desde la sede de la empresa en el barrio Carrasco.
En estos más de 30 años de Casal y 23 de Tenfield, abundan las historias de futbolistas que no pudieron jugar en clubes o la selección por elegir no ser representados por Paco o distanciarse de él, historias de entrenadores que no pudieron dirigir, periodistas que no pueden trabajar en medios importantes porque critican este sistema y accionar de Casal y sus socios, y mucho más. El Tano Gutiérrez, por ejemplo, llegó a amenazar de muerte al periodista Diego Muñoz, hecho reconocido por Gutiérrez en la justicia (dejo la noticia abajo) y un árbitro denunció que otro le dio la orden de perjudicar a un club en un partido porque por orden de la empresa ese club debía descender (dejo la noticia abajo). Hay material para un libro entero.
Si bien aquel primer contrato de Tenfield con la AUF era por 10 años, siempre se ha ido extendiendo desde algunos años antes del final pautado. El vencimiento de 2009 se modificó para un período de 200 4-2014, luego se extendió a 2016, luego a 2021 y después hasta diciembre de 2025. En este momento estamos en la primera vez que a poco más de tres años para el vencimiento no ha habido renovación. Y quizás sea también el momento de más preocupación en Tenfield. La era Tabárez trajo cambios importantes no solo en lo deportivo sino también en lo político. Algunos de los referentes de las selecciones batallaron por un pago acorde en cuanto a derechos de imagen de los futbolistas de las selecciones y aconsejaron a los afiliados del gremio local por el mismo tema. Esa batalla, ese intento de terminar con algunos de los abusos de Tenfield, tiene como consecuencia la medida de los jugadores de no darle entrevistas al canal de la empresa. ¿Se dan cuenta que cuando terminan los partidos del fútbol local no hay notas a los jugadores, ni en el campeonato ni en la selección? Muchos no lo recuerdan pero ese es el motivo.
«¿Qué tiene alguien o algo de especial para buscar elegirlo votando tres veces, votando hasta que sí o sí gane el que yo quiero? Lo pregunto porque no es una situación para nada normal».
No solo los jugadores repararon en aspectos abusivos de Tenfield. Algunos dirigentes también buscaron modificar varios aspectos del contrato en las renovaciones, buscando que la AUF ganara más de lo poco que ganaba y consiguieron modificaciones importantes sobre todo en las negociaciones por los partidos de la selección en Eliminatorias.
Según un informe de la consultara MEDIAPRO, contratada en 2017 por la AUF para saber cuánto dinero genera el fútbol uruguayo por sus “productos”, la ganancia de Tenfield es de unos 50 millones de dólares. ¿Cuánto pagaba Tenfield en ese momento? 11 millones 600 mil. No, no escribí mal ningún dato así que dejo la nota abajo. La empresa Tenfield hace cinco años ponía un poco más de 11 millones y medio de dólares y ganaba 50, a lo que se le debe descontar gastos.
Para lograrlo debían convencer a los clubes. Fue entonces que en Minas se llegó a la macabra forma de conseguir apoyo a Scarpa porque se votó 3 veces. Algo así como “votemos hasta que gane el que yo quiero”.
Entre los 9 clubes del fútbol minuano ganó Sosa 5 a 2 con dos abstenciones. Se solicitó reconsiderar el tema y se volvió a votar ganando otra vez Sosa, ahora 5 a 4. Varias versiones cuentan que el presidente y secretario de la Liga Minuana sugirieron a algunos clubes, no solo a los que apoyaban a Scarpa sino también a alguno que había votado a Sosa, que buscaran una forma de volver a votar y en el caso de un club que votó a Sosa que cambiara el voto. Fue así que el club Las Delicias, que primero se abstuvo y luego votó a Sosa, hizo gestiones para que se volviera a votar. Argumentó que su delegado había votado lo opuesto a lo resuelto por el club. Sin embargo el delegado, con una vida entera en el club, ha contado en entrevistas que en la directiva nunca se trató el tema*. 24 horas antes de la elección de la Confederación del Este, en Minas se citó con tres horas de antelación a una reunión de presidentes para votar por tercera vez y por fin lograr que la Liga Minuana apoye a Scarpa. Los clubes “pro Sosa” no se presentaron y Scarpa ganó 5 a 0.
Supongamos que al Presidente y Secretario de la Liga Minuana, Carlos Julio Inzaurralde y Carmelo Toledo respectivamente, les parezca que Nilo Scarpa es la mejor opción para la OFI, ¿qué es lo que tiene Scarpa como para insistir tanto con él aun después de una votación de 5 a 2 y después de otra votación de 5 a 4?.
¿Por qué tratar de convencer a clubes que soliciten reconsiderar el tema?; ¿Por qué llamar por teléfono a un presidente para decirle que el delegado votó a x candidato y que le busque la vuelta para conseguir una tercera votación y vote por otro? En todo tipo de instituciones es normal que se haga mucha fuerza, muchísima, por convencer a sus integrantes de que una opción es mejor que otra. Pero ese esfuerzo por convencer se hace antes de votar, luego ya está, ya se ganó o se perdió y a festejar o a llorar al cuartito. ¿Qué tiene alguien o algo de especial para buscar elegirlo votando tres veces, votando hasta que sí o sí gane el que yo quiero? Lo pregunto porque no es una situación para nada normal. Y menos cuando a nivel regional se espera un resultado de 8 a 3 o 7 a 4 y en las últimas horas el que iba a perder gana 6 a 5 por situaciones como la de Minas.
Fue tanto el mamarracho que la Confederación del Sur ya no quiere respetar el acuerdo de rotar la presidencia por región, motivo por el que ahora elegía el Este, y se hacen gestiones para presentar una lista con candidato del Sur o apoyando a Sosa en la elección que será en setiembre.