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Hugo Robaina periodista, un ejemplo, el único hijo de la 41

HELARTE DEL INTERIOR “Subilo nomás…se jubila el caudillo…abrazo”, leo en el mensaje que Hugo Robaina me envía por WhatsApp confirmando lo que le había preguntado rato antes: “¿Te jubilás Caudillo?”.

Fueron 46 años de actividad en los medios de comunicación y elige para jubilarse este día, 8 de abril del 2020 en el que está cumpliendo 60 años de edad, una yapa considerable de la vida si tenemos en cuenta que en el año 1978, cuando tenía 18, casi fue desahuciado por los médicos como consecuencia de la enfermedad de Crohn.

Después de un año de recuperación volvió, convirtiéndose con el tiempo en uno de los principales referentes para la audiencia del departamento y zonas aledañas.

“me preocupa el periodismo de hoy en día porque no son periodistas, son operadores políticos, unos son del Frente Amplio, otros blancos y colorados, y los periodistas tienen que ser independientes, imparciales. Escucho todas las radios y digo `no hay periodistas».

“Soy el único hijo de la 41” afirma, lo que justifica eso es que él fue la única persona que nació en la misma planta emisora de CW 41, el 8 de abril del año 1960, cuando ésta estaba pasando el puente Carretero en el ingreso Este a la ciudad de San José de Mayo.

“El viejo Sangiacomo” como recuerda a su abuelo, era el encargado del mantenimiento, por eso su madre vivía ahí y ahí mismo nació él, escuchando de fondo las voces de “Tatita”, Margoth Martínez, Carlos Lacava Berardi, entre otros comunicadores que hicieron historia en el departamento. Precisamente los dueños de esas voces se convertirían después en lo que Hugo considera hasta el día de hoy su familia. “Yo correteaba por los pasillos de la vieja 41”, agrega.

“Hay que decirle la verdad a la gente. Hay que ser imparcial, tener opinión y que te relajen un poco, pero hay que defender siempre a la gente. Hay que ser sincero, hay que pensar siempre en la gente»

Hugo Robaina ingresó a trabajar a la Intendencia en el año 1974 y por 24 años se desempeñó en el área de Relaciones Públicas, habiendo ocupado en ese lapso los cargos de secretario de Cultura, Turismo y de la Comisión de Fiestas.

Ese mismo año, en el 74, Carlos Lacava Berardi, que era su jefe y a quien Hugo considera “un padre” en todo sentido lo llevó a la radio, a la vieja CW 41 para trabajar como canchero en el equipo deportivo de aquellos años en los que relataba Roberto Pacheco, comentaba César Araujo y “Pedalito” Lacava narraba las publicidades. Más tarde llegaron los relatos de Carlos Martínez Lavecchia y la locución comercial de Gerardo Sánchez.

Hugo, popularmente conocido como “el Caudillo” Robaina, fue ganando terreno dentro de la radio y de ser canchero pasó a hacer el informativo deportivo de la noche junto a Javier Lacava. “Con 14 años entré al fútbol y con 16 al informativo”, aclara.

Mientras rememora y me cuenta Hugo larga algunos spots tal cual locutor y remata una y otra vez preguntando “¿Te acordás caudillo?”.

Cada tanto la charla se entrevera y los recuerdos brotan como si de un cajón saturado de notas le hicieras fuerza a una hoja y al sacarla trae consigo veinte más.

Cuando le detectaron la enfermedad de Crohn que lo mantuvo alejado de la actividad por un año, a la radio llegó un gurí que venía del campo, se llamaba Jorge Eduardo Scagni, uniéndose al equipo que ya integraba otro muchacho oriundo del Carretón que se presentaba como Wilson Ramírez. Cuando Hugo retornó se consolidó un equipo periodístico fuerte en la emisora que con el paso del tiempo fue acaparando espacios importantes como los informativos, el deporte, el muy rentable programa Hora Rural y el periodístico central al que bautizaron “Voces y Oídos”, recordado programa conducido por Scagni y Ramírez que contaba con los aportes, entre otros, del Dr. Carlos Schusmann.

Hugo recuerda que el bloque era tan sólido que el empresario Marco Marín, propietario de la radio por aquel entonces al advertir que cada vez tenía más dependencia de este grupo para mantener la programación de la emisora decidió “separarlos” para debilitarlos y así poder prescindir de los servicios de alguno de ello, según relata el Caudillo a San José Ahora. “Éramos los dueños de la radio. Yo jugaba al truco con Tatita. Si nos íbamos se caía todo”, resume.

Finalmente sólo él dejó la 41 y emprendió un nuevo rumbo con un programa periodístico que se emitía por Radio del Oeste de Nueva Helvecia – Colonia.

«Hay que ser muy leal con la audiencia y jugársela, no hay que ser ni esto ni lo otro, hay que ser gente, entonces cuando vos te retires como yo ahora, te retirás con la conciencia tranquila”.

Canal 9 y Principal FM
Es el año 1990 en canal 9 de San José de Mayo están penando en reestructurar los contenidos dándole una nueva impronta con programación atractiva. “Me llaman Pedro Rodríguez y “el Ratón” (Jorge Gutiérrez Pérez), estuvimos reunidos desde las nueve de la noche hasta las cuatro de la madrugada en la Hostería del Parque”, recuerda. A los pocos días en dupla con Gutiérrez estaban al frente de los informativos y de los programas periodísticos tanto del canal como de emisora Principal FM, perteneciente al mismo grupo. “Puesta al día” lo puso Fabián Méndez y “Los unos y los otros” Siul Bango, dice como un acto de justicia al mencionar los nombres de los espacios que más marcaron su carrera periodística.

“Yo me llevé al Rorro (Wilson Ramírez) a Principal y al Caio (Ricardo) Piñeiro. Le dije te voy a cumplir tu sueño, ser relator”; vaya si lo hizo.

Robaina estuvo 10 años ligado a Canal 9 y Emisora Principal. En ese período se desempeñó como corresponsal de canal 10 de Montevideo y canal 7 de Pan de Azúcar.

Hugo narra la secuencia rutinaria de aquellos años: “Yo le dejaba el cassette VHS al portero de canal 10. Carlitos Pombo lo editaba y después Blanquita Rodríguez y Jorge Traverso lo pasaban al aire”.

“Gané varios premios: mejor periodista de San José y Canelones, mejor director de programación, mejor periodista del interior, me lo dio diario La República”, rememora con orgullo, el que no se compara con el que realmente considera el mayor premio que le ha dado la vida, su hijo “Hugüito” que hoy tiene 22 años de edad.

Una costumbre
“Una vez estábamos en la estancia Anchorena con los presidentes del Mercosur, Menem de Argentina, Wasmosy de Paraguay, Lago de Chile, Fernando Henrique Cardoso de Brasil y Sanguinetti de Uruguay y comimos caviar, y en la noche miraba el informe que había hecho para Subrayado tomando un vino y comiendo un asado con la muchachada del stud, con “el Napo” Montesano, Hugo Camilo y Pedro de Brum, ni luz teníamos”, evoca entre risas el comunicador que hoy se jubila.

Retorno a la 41
Hugo Robaina volvió a CW 41 en el año 2000 con un perfil más empresarial, constituyéndose en pieza clave para que Marco Marín les vendiera la radio a los empresarios Sergio Álvarez y Ruben Anibal Bacigalupe, quien hasta hoy es diputado. Hugo pasó a desempeñarse como gerente de programación, pero la crisis económica del 2002 dio un golpe letal a aquella formación por lo que tan solo 10 meses más tarde la radio volvió a estar en venta.

“Le oferté la radio a varios amigos y un día me reuní con el empresario Héctor Nilo Pérez por dos horas y media en el comercio de él, tomamos una Coca Cola y le digo: Héctor Nilo, tengo un negocio para vos, el 20% de renta y te hago toda la programación. Al poco tiempo estábamos firmando el contrato de compra-venta en el edificio donde hoy funciona el Espacio Cultural.

Y cuando compramos Radio Canelones. Te cuento cómo fue. Estábamos en la plaza 4 de octubre con Héctor Nilo y me llama Uruguay Nieto que era el gerente de CORI y me pide 40 mil dólares por radio Canelones y la compramos. La gestioné por dos años” relata como otro capítulo memorable de aquellos años.

“Me querían jubilar con 18 años”
En el año 1978 a Hugo le diagnosticaron la enfermedad de Crohn, una afección intestinal inflamatoria crónica que afecta el recubrimiento del tracto digestivo. Eso lo dejó al borde de la muerte y lo mantuvo alejado de los medios por más de un año, pero se recuperó y siguió adelante. “El Dr. Carlos Olague y cuatro médicos más me quisieron jubilar, yo me sorprendí y les respondí: `yo me voy a curar y voy a trabajar`, y lo hice casi que hasta la actualidad”, rememora.

Viniendo más acá en el tiempo cuenta que “en diciembre, enero y febrero me hicieron tres estudios. Estoy bien de salud y si es por mí seguiría trabajando, pero no me dejan. Seis doctoras, ¡seis! Me preguntaron sorprendidas: ¿Y usted cómo trabajó tantos años así?”, dice entre risas.

Hugo es hincha del Club San Lorenzo de San José de Mayo y suele visitar su cantina donde se encuentra con amigos como Martín Rodríguez, destacado ex jugador profesional que supo defender los colores de Peñarol de Montevideo. Al Caudillo le gusta el whisky, bebida que también suele disfrutar acodado en la barra del bar del “Perro Bula”. Lo apasiona el turf, al hablar de este deporte recuerda dos nombres de caballos “Desafiante” y “Hooligan”. La playa Blancarena y la zona de Kiyú son sus lugares elegidos para “bajar las revoluciones”, sobre todo cuando la presión arterial se dispara

Periodismo
Es inevitable no tocar este tema habiendo pasado gran parte de su vida en los medios. Al tener que mencionar a las tres personas que más lo marcaron en comunicación aclara “voy a ser injusto con mucha gente”, y prosigue: “Carlos Lacava es mi padre, él me consideraba un hijo. Paulo Olascoaga también fue otro fenómeno y “el Pulga” Carlos Martínez Laveccia”.

CW 41, radio del Oeste de Nueva Helvecia, canal 9, emisora Principal, un pasaje por canal 3 con el programa “Página 3”, por las redacciones deportivas de Los Principios y de Hechos, que dirigía David Rabinovich, canal 10 de Montevideo y 7 de Pan de Azúcar, son algunos de los nombres estampados en su currículum de comunicador.

«Miro los canales de Montevideo, no son periodistas. Yo me voy a morir pobre porque el que es periodista es periodista, no nos casamos con nadie…»

Refiriéndose a sus colegas de la actualidad piensa: “me preocupa el periodismo de hoy en día porque no son periodistas, son operadores políticos, unos son del Frente Amplio, otros blancos y colorados, y los periodistas tienen que ser independientes, imparciales. Escucho todas las radios y digo `no hay periodistas’. Miro los canales de Montevideo, no son periodistas. Yo me voy a morir pobre porque el que es periodista es periodista, no nos casamos con nadie, viene uno y te dice sos del Frente, colorado, no, somos del pueblo, nosotros escuchamos a la gente”, dice con un tono serio pocas veces mostrado durante la entrevista, al tiempo que aclara que “siempre hubo presión, de los políticos y de la gente”.

Como mensaje de despedida Hugo “el Caudillo” Robaina se dirige a quienes continuarán en la tarea de investigar e informar: “Hay que decirle la verdad a la gente. Hay que ser imparcial, tener opinión y que te relajen un poco, pero hay que defender siempre a la gente. Hay que ser sincero, hay que pensar siempre en la gente. Hay que ser muy leal con la audiencia y jugársela, no hay que ser ni esto ni lo otro, hay que ser gente, entonces cuando vos te retires como yo ahora, te retirás con la conciencia tranquila”.

 

 

Fuente y foto: San José AHORA