La vuelta de Salto Fútbol Club y el impacto en la Liga Salteña de Fútbol
En un determinado momento de la sesión del lunes a la noche en el Consejo Superior, el contrapunto se originó entre los delegados de El Tanque y Salto Uruguay. El primero de ellos, claramente pro Salto Fútbol Club y si de Salto Uruguay se trata, mochila de incertidumbres.
Pero igualmente hubo quien aportó su cuota argumental: José Luis Pertusatti, el delegado de Nacional. Porque en definitiva la duda-interrogante-suspenso es una: en qué medida Salto Fútbol Club impactará en los equipos de la Liga Salteña de Fútbol, desde el momento que jugadores juveniles podrían ser tentados para engrosar las filas del club que retornaría a escena.
«POR AHORA NO VALEN NADA»
A nivel de algunos delegados, más de una interrogante a flor de piel: bases económicas de presente y de futuro, cuestionándose casos anteriores o recientes, en que dirigentes de clubes rentados incorporan jugadores del Interior a una mínima escala en materia de precio «porque por ahora no valen nada y solo una proyección en el fútbol rentado los puede valorizar».
Igualmente se apuntó que frente a una operación-fichaje se establece un tope de dinero (porcentaje), que no variará por más que ese jugador sea transferido en una cifra millonaria.
UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA
A nivel de representantes de clubes, se admite que será necesario un punto de partida: «cuando quieran a un jugador, van a tener que pagarlo; ¿o no es un club profesional?». La delegación de El Tanque rescató «un aspecto en que confiamos: que Salto Fútbol Club sea la opción para que jugadores juveniles del medio se integren y para mostrarse no tengan que sumarse a equipos de Montevideo. ¿No hablamos siempre que eso lo que no queremos para futbolistas que tienen ilusiones para trascender? Bueno….de repente es esta la oportunidad. Que se muestren en Salto Fútbol Club. Cuando tuvimos el encuentro con quienes representan al club, es algo que se habló y se recalcó. Para determinado número de jugadores, puede ser una oportunidad histórica»
Fuente: El Pueblo