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El país de Mérica

A un año de la ida del periodista Ramón Mérica, Julio Frade lo recordó

03/12/2011
RAMON MERICA DESCRIPTO POR JULIO FRADE EL MISMO DIA (3 DE DICIEMBRE) QUE SE CUMPLIO UN AÑO DE SU MUERTE

ENTREVISTA EN RIVERA /EDUARDO MÈRICA para Diario Uruguay

Un amigo como Julio Frade lo recuerda en su misión de Diario Uruguay. Dos sinónimos hermanados a través de los tiempos. Ramón Mérica y Julio Frade. Hoy, 2011, cuando la cultura del país llegó a un punto donde ya no es lo más poderoso de nuestra tierra, Frade sigue firme junto a lo que creía Ramón Mérica con la mayor intimidad. Julio César Frade Pintos nacido en Montevideo, el 31 de enero de 1943, es un pianista, actor cómico y locutor de radio. Y es un objeto de deseo en esta entrevista, como el piano para él, un instrumento ideal para escuchar la caja de resonancia (por no decir ataúd) que es hoy el Uruguay. Frade, con permiso…

El otro día cuando llegaste a la redacción del diario, en un momento dijiste algo adelante de todos que me hizo inclinar la cabeza. Fue cuando mencionaste a Ramón Mérica. ¿Qué significó para vos?

-Para mi fue un amigo. Vamos a empezar por ahí. Cuando Ramón Mérica pone su boliche (Sherlock Pub) en la calle Mercedes de Montevideo, yo había sido precursor en el Uruguay, en materia de boliches de música. Fui el primero y el que puso -tal vez el que tuvo más éxito- lo que se llamaba «El Vitral», que quedaba en la calle Echevarriarza y Buxareo (Pocitos), en el lugar donde funcionó anteriormente «Camerata de Tango«, que fue un grupo emblemático.
¿Y qué recuerdos tenés de Ramón?
-Tuve tanto éxito que Ramón (Mérica) que venía como cliente a mi boliche un día me dijo: «Gordo, yo voy a poner uno muy bueno y te voy a hacer la competencia.» Le contesté: «No es competencia. ¿Dónde lo vas a poner?.» En el centro -me advirtió- y le dije: «No tiene nada que ver, yo estoy en Pocitos» Y así fue. Y él lo puso en el centro y yo iba al boliche de él, éramos muy amigos, y alguna vez toqué. Y le fue muy bien.
¿Cómo era Ramón Mérica contigo?
-Tenía un gran defecto, era un gran bohemio porque él en medio de su genialidad, de su excelencia periodística, de su ojo para ver lo que era la nota -hizo las mejores notas que publicó el diario El País en la vida, en medio de eso no se organizaba y había días que entraba en estado de depresivo y era por su propia desorganización. Porque la persona que está desorganizada un día aunque no quiera advierte que está en medio de un caos y entonces, no le gusta, porque es una persona inteligente, entonces, no le gusta. Y cuando lo advierte se deprime y quiere salir de eso… Pero fue él mismo que entró en eso. Pero era un hombre verdaderamente de una excelencia intelectual y periodística muy importante. Hizo toda una historia de periodismo y bueno, vos tenés el privilegio de pertenecer a esa estirpe y de tener ese apellido.
La verdad que si. Te diría que es de una escuela de la cual no me puedo desprender. No puedo… ¿me entendés?
Si. Te entiendo. Es de una escuela brutal.