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El Barón Pierre de Coubertin, tiene flor de profesor en el Uruguay

CONTACTO DEPORTIVO EXCLUSIVO. Desde Montevideo/Eduardo Mérica para Diario Uruguay.

 

«Tuve suerte de encontrar un grupo de personas, tan loquito como uno, que nos gusta el movimiento olímpico»

 

Triple H, su firma es HHH, es el seudónimo del periodista salteño y profesor Héctor Horacio Henry, un personaje singular. Es de los claritos indisimulables del verdadero periodismo uruguayo. De los que no nacen más…
A tal punto que parece que marcó su final con su cargo como presidente del Comité Pierre de Coubertin de Uruguay. Aunque, claro, al genial HHH también lo envuelve cierto aire de desilusión con el periodismo que se practica hoy. Las causas podrían ser una anécdota para cualquiera, para él no. Que se lo pregunten -a este tema- en la mismísima cara, parece para él la más grave alegría.

«Fue Carlos Solé el que me puso el seudónimo: HHH»

«Hoy no se habla de historia. Porque no se le ha dado el respeto que merece la historia del deporte»

Como si los mirara de reojo el barón de Coubertin, desde la pared, a Ariel Giorgi, Raúl Ebers Mera y HHH, celoso de que su movimiento siga en camino a pesar de todo…

 

HHH, es arquitecto, tiene medio siglo como periodista, es dirigente nacional e internacional de natación, deporte en donde compitió. Es profesor de Olimpismo, y es el que sabe más de este asunto en Uruguay, Además, es secretario general de las federaciones españolas en nuestro país, pese a ser descendiente de escoceses. Es convencional  y asesor del Partido Independiente. Nació en Salto, y es hincha del Club Atlético Hindú, como nuestro editor Eduardo Mérica.

Pierre Fredy, Barón de Coubertin nació el 1 de enero de 1863 en la residencia de su familia, ubicada en el veinte de la calle Oudinot en París. Hijo de Charles Fredy Barón de Coubertin (1822-1908) buen pintor y de María Marcela Giganlt de Crisenay, Baronesa Fredy de Coubertin (1823-1907) hija del Marques de Mirville descendiente del primer Duque de Normandía.

Pierre fue un magnifico estudiante en la escuela “San Ignacio” de los jesuitas, ubicada en la calle Madrid de París. A insistencia de su padre se preparó para ingresar en la escuela militar de Saint-Cyr, pero no tenia vocación para la carrera de las armas y se inscribió en la escuela de ciencias políticas de la Sorbona de París, donde quedó profundamente impresionado por dos profesores: Albert Sorel y Anatole Leroy-Beanlien, pero a lo que más se dedicó fue a la Pedagogía, Filosofía y la Historia, esta ultima la consideraba de gran importancia por lo que así expreso: “La historia, sin ella nada es comparable y explicable”.

El Barón de Coubertin no solo fue un gran historiador, pedagogo y filósofo. Conocía a fondo y era un gran amante del mundo griego, sentía una profunda admiración por esta cultura y por la concepción que tenían sobre la contribución de la gimnasia (como se llamaba entonces la Educación Física) a la formación integral de los estudiantes. Era un ferviente admirador de los Juegos Olímpicos Antiguos; y lo impresionaba mucho la organización y trascendencia de estos.

Otras de las características a destacar en su vida y obra, fue su capacidad receptiva a todo lo que fuera beneficioso para el deporte y la cultura física.

«Yo no soy de esos que, el relator pase un aviso o el comentarista pase un aviso»

«Nosotros debemos dividir en el periodismo uruguayo, el cronista y el periodista. El cronista es un memorista. Eso no es ser periodista. El periodista, es el que estudia el proceso de evolución y los orígenes…»

 

«Se ha perdido el sentido del estudio, que para ser periodista hay que saber…»