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Conseguimos la vacuna que el gobierno de la OFI solicitará al presidente Luis Lacalle Pou

Eduardo MericaLA OFI EN DIRECTO. EXCLUSIVO/Desde Redacción Eduardo Mérica para Diario Uruguay.

Hace días venimos observando lo que ha orquestado nuevamente el expresidente de la Organización del Fútbol del Interior Gustavo Bares, con su séquito -absolutamente reconocidos- de periodistas deportivos, que salieron a alentar una solución final para el actual momento que soporta todo el fútbol del interior, como consecuencia natural de la pandemia del coronavirus. Repitiendo por todos lados una frase: “tenemos que buscar la vacuna para el fútbol del Interior».

Pero la gran duda es saber hasta qué punto tiene poder un elemento que provocó una cantidad de situaciones que todavía no han sido totalmente aclaradas durante su gestión…

Ahora, cuando son las 17 y 42 horas del domingo 24 de enero y cuando la OFI atraviesa el complicado momento que padece toda la humanidad, nos llega la noticia de que han preparado un escrito que le harán llegar al propio presidente de la República, y que contiene el texto que en Exclusiva publica DIARIO URUGUAY.

Aceptando el hecho: enseguida consultamos las altas fuentes que tenemos, los cuales nos adelantan:

«La intención es buena. Cheppi, tiene las riendas de la situación… Porque las pautas puestas en esta nota son de Mario Cheppi, presidente de la OFI. Mañana (Lunes 25 de enero) se sigue tratando este tema, porque habrá una reunión vía zoom, donde se tratará entre el Ejecutivo y las Confederaciones…. Ojalá salga, porque sería la vacuna que puede salvar al fútbol del interior»

 

«Hoy, es justo decir que la fábrica sin chimeneas agoniza. Los clubes, Ligas y la propia OFI se están endeudando. Cada día que pasa solo sale dinero de las magrísimas arcas para afrontar gastos cotidianos y cumplir con las obligaciones, pero no hay ingresos».

 

 

 

LA VACUNA QUE PUEDE SALVAR AL FÚTBOL DEL INTERIOR 

 

«La Organización del Fútbol del Interior (OFI) es la federación deportiva más importante del Uruguay, nucleando a clubes y Ligas de todo el país, con excepción de Montevideo. Fue y es, desde su fundación el 14 de julio de 1946, la cuna de las más grandes glorias del fútbol nacional.

OFI está integrada por 622 clubes que compiten en la rama masculina, y 177 instituciones que lo hacen en la femenina. Son nada menos que 97.699 los jugadores que militan en el fútbol del interior a lo largo y ancho del territorio nacional, de los cuales 26.6662 (el 27 %) son menores de 18 años; y son 6.608 las futbolistas que compiten en nuestro ámbito, de las cuales 2.224 son menores de 18 años (un 34 %). Además, la Organización nuclea a 1.113 árbitros en ambas ramas, y a 5.399 entrenadores de ambos géneros.

Durante la pandemia que estamos viviendo y, que a nivel del fútbol del interior no es ajena, nos abocamos a respetar firmemente desde el comienzo todas las indicaciones del Gobierno que a través de la Secretaría Nacional del Deporte nos transmitió.

 

«Nuestra expectativa es que podamos encontrar un camino común como para mitigar la situación y nos dé para comenzar las actividades y volver a funcionar, minimizando así las graves consecuencias económicas que nos aquejan como país»

 

El fútbol del interior recibió el nuevo año con mayores dificultades a las que enfrentó el pasado año, agudizándose sensiblemente la situación que comenzó a transitar a mediados de marzo de 2020, cuando se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en nuestro país, y las medidas por intentar contener la pandemia también alcanzaron al deporte.

Es por eso que el fútbol del interior todo pretende contarle a las autoridades nacionales la situación que se vive en el país profundo, donde esa empresa sin chimenea que es OFI, está muy cerca del colapso. Teniendo en cuenta lo vivido el pasado año, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que la incertidumbre va en sensible aumento.

A tal punto que no son pocas las interrogantes que nos planteamos día a día. ¿Qué nos pasará como país, como sociedad? Y surgen otras muy inquietantes ante nuestra realidad: ¿Tendremos fútbol? ¿Cómo se financiarán los clubes?

¿Se podrá continuar con las obras proyectadas por las instituciones deportivas, algunas ya comenzadas y otras previstas a realizar? Y así podríamos enumerar un sinfín de interrogantes en medio de una crisis sin precedentes para el balompié de tierra adentro. Podría parecer, y es posible que así pueda considerarlo el hincha común, que poco o nada han hecho las Ligas, los Sectores, las Confederaciones y hasta la propia OFI para intentar sobrellevar la situación.

 

«El gobierno nacional tiene en claro lo que estamos planteando. Porque conoce, reconoce y valora la importancia de las instituciones deportivas en todo el país, y especialmente en el interior»

En 2020 se esperó ansiosamente el retorno del fútbol. Algunos arriesgaron y decidieron jugar con mayor o menor suerte, pero otros directamente decidieron, ante el golpe de la realidad, bajar la cortina, esperanzados en el próximo año.

Hoy, es justo decir que la fábrica sin chimeneas agoniza. Los clubes, Ligas y la propia OFI se están endeudando. Cada día que pasa solo sale dinero de las magrísimas arcas para afrontar gastos cotidianos y cumplir con las obligaciones, pero no hay ingresos.

La realidad ha decantado en que sea imposible vender una rifa, y en que los socios ya no paguen las cuotas ante las dificultades económicas. Se han suspendido todos los eventos departamentales esperados ansiosamente por nuestras instituciones para redoblar esfuerzos y trabajar con la finalidad de recaudar fondos para llevar adelante las diferentes actividades. Se ha perdido totalmente un ingreso genuino, producto de no poder recaudar por concepto de pases de los jugadores locales, intersectoriales o al fútbol profesional.

Y esto ha llevado a que las Ligas mantengan con OFI una deuda superior a los cuatro millones de pesos.

Sin público en las canchas el fútbol del interior es inviable. De igual manera lo es si no se pueden organizar beneficios, si no se cuenta con un aporte extra. El fútbol del interior sobrevive en el nombre, porque prácticamente no tiene actividad en las canchas, y la realidad lleva a no tener certezas de cara al futuro, en medio de un panorama actual difícil, complicado, y sobre todo angustiante.

Pero algunos nos resistimos a perderlo todo. Queremos enfrentar esta realidad con fortaleza, con esperanza, buscando las oportunidades, aún teniendo en claro nuestras debilidades y las amenazas a las que permanentemente se enfrenta nuestro fútbol.

La dirigencia, tanto de la Organización del Fútbol del Interior, de las Mesas Ejecutivas de las Confederaciones, de los Sectores, de las Ligas, de los clubes afiliados, manifiestan su preocupación pero también reflejan esa preocupación en acciones que estén al alcance de la mano, que puedan ser viables. Pero se hace cuesta arriba y muchas veces imposible ante la situación.

 

«Mantener abiertas esas puertas implica gastos de energía eléctrica, de agua, de telefonía; significa un esfuerzo enorme, y teniendo en cuenta incluso que el gasto ya se ha reducido considerablemente, pero esos compromisos deben pagarse, porque hay que mantener la conexión de los servicios. Y ni qué hablar
de los pagos a BPS y DGI, porque esos compromisos siguen más que vigentes».

Tenemos muy claro que debemos accionar, enfrentar la problemática. No podemos quedarnos de brazos cruzados porque creemos en nuestras fortalezas y en la búsqueda de oportunidades que nos permitan superar, y dar el salto por encima de las debilidades propias para enfrentar el futuro incierto. Y porque sabemos que tenemos una responsabilidad sobre los hombros.

Se requieren soluciones urgentes (no alcanza con la reestructuración interna de OFI), las dificultades que hoy enfrenta el fútbol del interior requieren de soluciones que impliquen decisiones trascendentes del Estado Uruguayo.

Solos ya no podemos.

El fútbol, y en especial el fútbol del interior, es una parte insoslayable de lo que somos como sociedad. Sin fútbol nuestra sociedad queda huérfana; sus niños, sus jóvenes y aquellos que no lo son tanto tienen en el fútbol, en sus instituciones, en los clubes, entrenamientos, actividades deportivas y sociales, gran parte de su vida diaria. Y es una parte fundamental, si se tiene en cuenta la idiosincrasia del uruguayo.

En los pueblos del interior profundo, esos que no aparecen en las fotos ni en las noticias todos los días, la cancha de fútbol es el lugar más importante. Es el sitio en el que se nuclea a la sociedad toda de esas localidades que, en muchísimos casos, no tienen otro lugar en el que compartir parte de sus días; y en especial los fines de semana, cuando en la cancha del pueblo o en el estadio de alguna localidad más grande, juega el club o la selección de sus amores.

Algunos tendrán más espalda, y aún con muchísimas dificultades, podrán al menos subsistir, pero seguramente no sin antes perder alguna de sus patas.

 

«El fútbol no puede, ni debe desaparecer: debe de volver. Pero para volver necesita el apoyo del Estado uruguayo».

No son pocos los clubes que están en una situación por demás angustiante, y seguramente muchos ya piensan en jugar en ligas piratas comerciales, en los que no existen siquiera los controles médicos. En juveniles, alguno podrá pasar a algún otro club que todavía respire, siempre y cuando encuentre en él un
lugar libre dentro de la lista de jugadores, pero lo peor es que algunos ya piensan en cerrar sus puertas.

La mayoría de esos jugadores dejarán de estar inmersos en el ámbito del deporte para ver pasar el tiempo en plazas y espacios públicos de los diferentes poblados y ciudades, con el lógico y latente riesgo de sumergirse en los vicios que se instalan, son difíciles de erradicar, y que crecen lamentablemente en nuestra sociedad.

El fútbol no puede, ni debe desaparecer: debe de volver. Pero para volver necesita el apoyo del Estado uruguayo.

Hoy, además de las deudas institucionales que clubes y Ligas puedan tener, se debe tener presente que esos clubes, que esas Ligas, tienen que mantener sus puertas abiertas a la sociedad.

Mantener abiertas esas puertas implica gastos de energía eléctrica, de agua, de telefonía; significa un esfuerzo enorme, y teniendo en cuenta incluso que el gasto ya se ha reducido considerablemente, pero esos compromisos deben pagarse, porque hay que mantener la conexión de los servicios. Y ni qué hablar
de los pagos a BPS y DGI, porque esos compromisos siguen más que vigentes.

El gobierno nacional tiene en claro lo que estamos planteando. Porque conoce, reconoce y valora la importancia de las instituciones deportivas en todo el país, y especialmente en el interior. Fundamentalmente es consciente del rol clave del fútbol y sus instituciones, más allá del deporte propiamente dicho.

 

«El presidente de la República dice que no hay causas grandes o causas chicas: hay causas justas y de las otras».

Así lo ha manifestado el propio Presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, durante sus visitas a las diferentes ciudades y localidades a lo largo de la campaña electoral, y ya siendo el líder de todos los uruguayos. Y ese mensaje sigue recorriendo los diferentes puntos del país por parte de otros actores del gobierno. El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, ha confesado su admiración por la tarea que los clubes llevan adelante diariamente y en silencio.

«Esta institución ha generado semillero y formación de camada de gurises vinculados al deporte, pero además vinculados a valores. ¡Es tan importante! Si los deportes no generan valores, es simplemente competencia. Acá le dan afecto, contención, le dan muchas veces un plato que no tienen, pero sobre
todo educación, formación y valores», expresó, por ejemplo, durante una de sus visitas a un club del interior hace algunos meses, haciendo extensivo su pensamiento a todas las instituciones.

En aquella ocasión también manifestó «el compromiso con el deporte y con aquellos que trabajan con los más jóvenes», y definió a los clubes como «semilleros de esperanza, de valores y de deporte».

Y expresó: «El presidente de la República dice que no hay causas grandes o causas chicas: hay causas justas y de las otras».

Y creemos, sin el más mínimo temor a equivocarnos, que la causa del fútbol del interior es una causa justa.

Nuestra expectativa es que podamos encontrar un camino común como para mitigar la situación y nos dé para comenzar las actividades y volver a funcionar, minimizando así las graves consecuencias económicas que nos aquejan como país».

 

En virtud de lo expuesto con anterioridad, es que solicitamos al gobierno nacional:

1) Aporte económico a modo de salvataje por un monto de ………………
2) Exoneraciones y/o bonificaciones impositivas a nivel de : BPS, DGI, UTE, OSE y ANTEL.