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Falleció el periodista deportivo Enrique Yanuzzi

El periodista deportivo, locutor, comentarista y docente Enrique Yanuzzi se desempeñó como panelista del programa Estadio Uno y comentarista de Radio Universal, entre otras actividades que lo hicieron una reconocida figura de los medios uruguayos.
Autor de la memorable frase «te comiste las pastillas», Yannuzzi ejerció por cuatro décadas el periodismo. Desde la creación de Tenfield a finales de los ’90 fue uno de los más críticos con la incidencia de esa empresa en el fútbol. En 2000 junto a Mario Bardanca fue uno de los periodistas «bajados» del famoso chárter de la selección nacional, que regresaba de Colombia.

En una entrevista para Sábado Show en 2016, reveló lo que decía en clave de humor cuando en la calle le pedían que regresara a los medios. «Lo que pasa es que no me quedan más pastillas. Me las comí todas».

 

Duelo de comentaristas en El Observador: Enrique Yanuzzi habló de Scelza: «es el número uno de los mamaderas».

 

Para entrevistar a Enrique Yanuzzi hay que moverse hasta Piriápolis. Desde que se jubiló y abandonó el periodismo deportivo se recluyó a cinco cuadras del Argentino Hotel, con su perra de 14 años, música de Los Olimareños, Zitarrosa o Jaime Ross, paseos por la playa y poca cosa más. No quiere saber mucho con Montevideo. De lunes a viernes disfruta en soledad de esa vida de no-obligaciones y los fines de semana se le une quien es su esposa desde hace 30 años, que se quedó en la capital porque todavía no le llegó el tiempo del retiro.

La casa es prolija, si se las arregla solo lo hace bien, parece. Convida con bizcochos y refresco mientras él toma mate y cuenta de a pedacitos sus historias. Tiene ganas de hablar, se nota. No rehúye ningún tema, arranca y vuelve sobre sus pasos para explicarse mejor, gesticula, se ríe o se pone muy serio según por dónde circule la charla. Tiene una voz potente, sonora.

Parte del panel de Estadio Uno, comentarista de las transmisiones de Alberto Kesman en radio Universal, columnista del diario La República, estuvo claramente en la vereda de enfrente de los dueños del poder en el fútbol uruguayo de los últimos 20 años. Eso le costó, por ejemplo, una sonada «bajada de avión» allá por el 2000 y algunos otros dolores de cabeza, aunque también el reconocimiento mayoritario de una afición que, como suele suceder, se ubica del lado del más débil.

Su adiós a los micrófonos, el gobierno de la AUF y el gobierno a secas, la relación entre Paco Casal y Mujica, el «golpe de Estado» contra Bauzá, las cosas del fútbol y la decisión de no tener en su casa la señal televisiva del fútbol uruguayo, Figueredo, Scelza, Suárez y Obdulio Varela. Algunos temas para una tarde de exilio, a 100 kilómetros de Montevideo.
Por Gerardo Tagliaferro
tagliaferro@montevideo.com.uy

1) El retiro fue una decisión que tenías pensada hace bastante tiempo.
Sí, cuando fuimos al mundial de Brasil ya me daba cuenta que había cosas que me costaban más, como estar cinco horas en un estadio o caminar 25 cuadras para llegar. Ahí le dije a Kesman que en un año y medio me iba. Fue una decisión mezcla del momento que vivía yo en el periodismo, que era muy bueno -siempre pensé que me quería ir en un buen momento- y además porque me di cuenta que la lucha que teníamos algunos periodistas en Uruguay la habíamos perdido.

2) Pese a ser una decisión meditada y deseada, ¿extrañás?
Extraño la radio. Lo que no extraño es mi actividad como periodista, no extraño el fútbol, ir a los partidos. Me di cuenta que me iba a pasar eso. (Señala un estante) Ahí tengo el micrófono del último partido que hice, me lo regaló la radio entre otras cosas. Pero no, no fue traumático el retiro. Te cuento que en la televisión tengo música, soy un enamorado de la música uruguaya, no escucho a mis colegas.

 

 

 

3) Acá, de lunes a viernes, vivís solo.
Sí, mi señora viene los fines de semana. Nosotros tenemos más de treinta años de casados, a la pareja le vino fenómeno. Ella es contadora, es mucho más joven que yo y no le voy a exigir que se venga a vivir a Piriápolis, pese a que le encanta también. Piriápolis tiene un magnetismo especial, después que vivís acá te cuesta irte. Hoy tener que ir a Montevideo me cuesta.

«Estaba cansado de estar constantemente en la denuncia»

4) La cuarta fecha del actual campeonato Clausura del futbol uruguayo llevó tu nombre. ¿De quién fue la iniciativa?
De la Mesa Ejecutiva, del presidente. Me sorprendió porque yo he sido muy crítico de los dirigentes y dije que al fútbol no iba a volver nunca. Una de las cosas que me propuse fue no ir más al Estadio y ese día me obligaron a ir. Jugaban Peñarol y Fénix y no me quedé al partido.


5) Antes habías recibido otro homenaje de Bella Vista, el club del cual sos hincha declarado.
Con Bella Vista me pasó algo más fuerte: me llevaron para hablar de Solé y me engañaron, entre comillas, y le pusieron mi nombre a una cabina. Y con lo de la Asociación… me llamaron y no podía decir que no. Creo que soy el primer periodista deportivo vivo que le ponen su nombre a una fecha del campeonato.

6) Y ahora no mirás fútbol uruguayo ni siquiera por televisión. Has dicho que no tenés la señal de Tenfield.
No, no la tengo. Pero se viene el invierno y bueno… Este año me atrapó la Copa Libertadores, he visto casi todos los partidos. Pero no es algo en contra de Tenfield, yo ya no estoy en el circuito. Lo que pasa es que me parecía, como yo me manejo, que no puedo estar criticando los acuerdos de la empresa -hablo de la empresa y no de sus periodistas- con el fútbol uruguayo y llegar a mi casa y ponerme a mirar VTV. Y estar viendo Tenfield a cada rato. Me parecía que no era lógico. El fútbol uruguayo lo escucho por radio, escucho a Kesman y a mis compañeros.

7) Volviendo a tu retiro, además de lo personal mencionabas también el desgaste de una prédica que sentiste derrotada.
Y sí, yo estaba cansado de estar constantemente en la denuncia. Fijate que yo le puse a los de la Confederación (Sudamericana de Fútbol) «los gordos», no por el físico sino por el bolsillo. Denuncié permanentemente las actitudes inescrupulosas por parte de esos dirigentes. Nunca fui a una fiesta de la Confederación, jamás, no tuve ningún trato con ellos. Todos decían que era gris, que era triste, que me quejaba de todo; ahora veo que los que me criticaban hablan de la corrupción en la Confederación.

8) Hablaste de golpe de Estado cuando se sustituyó al ejecutivo de la AUF presidido por Sebastián Bauzá. ¿Por qué?
Claro, fue un golpe de Estado, porque ese ejecutivo le hizo pagar a quienes tenían los derechos de televisación lo que nunca antes se pagó en Uruguay. Fijate que por las eliminatorias para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 se pagaron 1.800.000 dólares; para las de la Copa del Mundo de Brasil se pagaron más de 10 millones, por todos los derechos llegaban casi a 13 millones. Y para ésta, que hay unos líos bárbaros, lo que quería el ejecutivo de Bauzá, y así se lo había hecho saber a las empresas interesadas, era cerca de 20 millones. Y Casal no perdona. Esa batalla que perdió, entre comillas, no se la olvidó. Y tuvo a sus secuaces, en primera línea el presidente de El Tanque (Freddy Varela).

9) Vos apuntaste a Varela en más de una ocasión. ¿Por qué?
Porque él es el operador de Tenfield y lo dijo: «Yo represento a Tenfield dentro de la Asociación». Y por algo cada vez que El Tanque tiene que jugar y debe 500 mil dólares, juega. ¿Quién los pone? El Tanque no, es imposible. Fijate que Bella Vista dejó de jugar, Huracán Buceo también… Hoy Tenfield domina absolutamente el fútbol uruguayo, se sacó el último escollo. Los clubes decían, en contra del ejecutivo de Bauzá, que se le daba toda la plata a la selección. Eso no cambió hoy. Decían que los clubes estaban fundidos porque no les daban plata y hoy siguen tan fundidos como antes. Que había dinero para los premios de los jugadores y no para las instituciones y hoy los premios siguen siendo para los jugadores. Es decir que todo era una pantalla. Y creo que tuvo mucho que ver la decisión del Ministerio del Interior cuando le sacó la policía al fútbol. Porque la policía volvió a aparecer a los tres días que cayó Bauzá.

10) ¿Crees que el Ministerio del Interior actuó de esa forma para facilitar la caída de Bauzá?
Yo creo que el Poder Ejecutivo apuntaló a Casal, a través de Mujica, dada la relación que había entre ellos. Te está hablando un votante de Mujica y un frenteamplista, pero me gustan las cosas cristalinas.

 

«El Poder Ejecutivo apuntaló a Casal, a través de Mujica, dada la relación que había entre ellos»

 

11) ¿Y por qué razón?
Porque hay una relación… No te olvides que Mujica anduvo por España en una gira que se la consiguió toda Casal. Y Casal iba mucho al quincho de Varela. Y la Mutual también tuvo que ver. Fijate lo que pasó: se fija la fecha (del campeonato uruguayo) y se decide por parte de la policía que no iba a haber policías dentro del estadio y que no había para los jugadores, solo para los jueces. Nunca hubo policía para los jugadores, la policía siempre fue para los jueces. Y la Mutual dice «no jugamos porque no hay policía para nosotros». Bauzá va a una reunión con Mujica y él dice que no hay policía para el fútbol. Bauzá y el ejecutivo renuncian y a las 72 horas había más policías que gente en los estadios. El golpe de Estado lo querían dar con Curuchet y su fuerza política no lo deja (N de R: se refiere a Asamblea Uruguay). Y ahí aparece Valdez, que es un buen tipo pero lo llevó la corriente.

12) Quiere decir que vos ves una especie de complot entre el Poder Ejecutivo, el propio Mujica y la Mutual…
(Interrumpe) Son distintos actores, pero todos querían que cayera el ejecutivo. ¿Por qué? Porque querían mantener los derechos de televisión como los gobernaron ellos.

13) ¿Y el gobierno actuó contra ese ejecutivo para hacerle un favor a Casal?
Desde afuera -corro el riesgo de equivocarme- pero esa es mi impresión.

14) En una entrevista con La Diaria de noviembre del año pasado dijiste que la clave está en la intervención de Mujica, siendo presidente, para que la DGI le perdonara una deuda a Casal.
Mirá, Mujica y su gobierno hicieron cosas muy buenas. Yo no me creo el mejor frenteamplista pero en el 71, cuando uno decía que era del Frente Amplio era complicado. Y cuando volvió la democracia y nos fuimos a sacar una foto los deportistas frenteamplistas en el Palacio Legislativo, éramos cinco. Hoy llamás a deportistas del Frente Amplio y la cola da la vuelta al Palacio. Al contador Hernández, de la DGI, que es el que hace la investigación con el grupo de Astori y llega al punto de que es embargado Casal, cuando viene la administración de Mujica lo mandan a una biblioteca. Desapareció. Lescano tuvo problemas con Tenfield y lo sacaron. Hay situaciones tan claras que rompen los ojos, el que no las quiere ver que mire para el costado.

15) ¿Alguna vez tuviste un enfrentamiento personal con los principales directivos de Tenfield?
No, no. No los veo.

16) ¿Has sufrido presiones, agresiones o amenazas?
Amenazas hay pero si uno las denuncia o les da importancia agrandás el hecho. Yo nunca me sentí amenazado. Me han llegado cosas como «aflojá», en el estadio alguien me ha dicho «todo lo que ayuda Casal y vos le pegás». La última vez que hablé con Casal fue cuando me bajaron del avión (N de R: Yanuzzi y Mario Bardanca fueron impedidos de viajar en un avión chater a Colombia fletado por Tenfield, en un partido por las eliminatorias del mundial 2002). Ahí me llamó por teléfono, a Bardanca y a mí.

17) ¿Qué te dijo en esa oportunidad?
Que había sido una macana, un error, pero que respaldaba al que había tomado la decisión porque él era amigo de sus amigos y los apoyaba.

 

«No hay nada que se haga en Tenfield que no lo sepa Casal»

 

18) La versión que dieron jerarcas de Tenfield en aquel momento fue que habían sido los jugadores los que no quisieron que ustedes viajaran.
Una gran mentira. Cuando estábamos en Bogotá me llega esa versión, entonces como yo tenía muy buena relación con alguno de ellos, caso Lembo o Paolo (Montero), le digo a Bardanca: «Nosotros llegamos antes que el plantel, vamos a pararnos en el lobby del hotel y cuando ellos lleguen, si no nos vienen a saludar, voy a empezar a pensar que fueron los jugadores. Pero estoy seguro que van a venir hasta los que habitualmente no nos saludan». Dicho y hecho: bajaron los jugadores, nos vieron y vinieron a saludarnos.

19) ¿Algún futbolista les dijo quién había resuelto impedirles viajar en el avión?
Paolo nos dijo: «Nosotros no fuimos». Lembo también. Era mentira eso, si con los jugadores no había problema. A mí me bajaron por los editoriales que escribía en La República, que los criticaba todos los días, sobre todo por el famoso proyecto de saneamiento que hundió al fútbol uruguayo, lo transformó en el más pobre de todos.

 

20) Y de lo que te dijo Casal sobre que él no había sido quien tomó la decisión pero respaldaba a quien lo había hecho, ¿inferís quién fue?
Yo pienso que la decisión la tomó la dirección de Tenfield. El único tipo de Tenfield que fue a Canal 10 a hablar con Bardanca y conmigo fue el «Vela» Yern. Fue antes de viajar y recuerdo que nos dijo que nos habían bajado porque la empresa tenía diferencias con nosotros y que no podíamos usufructuar una ventaja que daba la empresa con el charter. Nosotros (los periodistas de radio Universal) no viajamos en el charter porque Kesman, siendo una persona vinculada a Tenfield, dijo que él tampoco viajaba y ahí le dijeron que pusiera otro comentarista, a lo que Kesman respondió: «Al comentarista de mi radio lo pongo yo, me voy por otro lado».


21) Después ellos dieron marcha atrás.

Cuando estábamos en Colombia se hizo una reunión y «Lalo» Fernández, un referente, nos dijo: «Muchachos, ahora a la vuelta van a querer llevarlos en el avión, si ustedes aceptan son boleta». Y dijimos «de ninguna manera». Y fue lo primero que nos ofrecieron: volver en el avión.

22) Lo que te dijo Casal por teléfono, ¿confirma lo que se dice en cuanto a que muchas de las medidas de hostigamiento adoptadas por Tenfield son tomadas por otros y no por él?
Esa fue la impresión que quiso transmitir él. Yo no lo creo, creo que Casal estaba totalmente informado. No hay nada que se haga en Tenfield que no lo sepa Casal. Ahora cuando vino a declarar por el tema Figueredo, ante una pregunta de un periodista dijo: «Tienen que hablar con Gutiérrez, no conmigo». No, no, Casal es el uno, es un tipo muy poderoso.

23) ¿Cómo tomaron los periodistas deportivos que no estaban alineados con Tenfield el hecho de que la empresa contratara a los principales periodistas de los tres canales privados de aire, algunos de los cuales estaban enfrentados a Tenfield?

A mí no me sorprendió porque fue un acuerdo de Tenfield con los canales, y los canales pusieron a los referentes. Fue muy inteligente Casal. Entre esos referentes está Kesman, que si yo pude seguir trabajando estando Tenfield acá se lo debo a él. Ahora, yo estuve en una reunión en Canal 10 con Casal, donde él manejó un proyecto de televisión en el que quería incorporarnos a todos. Yo no estoy contra Tenfield como empresa, hace su negocio. Pero se meten en la política del fútbol. Casal puso a un técnico de la selección: Passarella. En el año 1991 le dijo a los jugadores «no jueguen en la selección», y no jugaron. Y yo criticaba todo eso, por eso me sorprendió cuando me citaron a esa reunión.

 

«(La Conmebol) no va a cambiar. O va a cambiar en el corto plazo, pero a la larga va a ser lo mismo»

 

24) Tú integraste una comisión del Círculo de Periodistas Deportivos que investigó una presunta presión de Tenfield sobre Canal 4 para que echara a Bardanca, y no pudo confirmar que haya existido esa presión.
Sí, yo tenía que manejarme con el testimonio de los testigos, y ellos dijeron que no había habido presión. De cualquier manera, el problema de Casal con Canal 4 no es Bardanca sino Fox. Ahí hay un tema empresarial grande. Fox en su momento apuntó a Bardanca y a mí también pero dijimos que no, porque no era lógico. Yo no puedo ir a trabajar a Fox, que tiene lazos directos con la Confederación Sudamericana de Fútbol.


25) ¿Te ofrecieron trabajar para Fox?

Sí. Cuando Bardanca dice que no, me llama el «Toto» Da Silveira y yo le dije que no podía dejar Universal, pero además no podía ir a Fox. Es lo mismo que si me viniera a buscar Tenfield. Nunca lo va a hacer, pero si lo hiciera yo no puedo aceptar.

26) ¿Te sorprendió algo de lo que pasó con Figueredo?
No, para nada. Ni con él, ni con Leoz ni con nadie. Yo los pasé denunciando, y sigue igual la cosa. No va a cambiar. O va a cambiar en el corto plazo, pero a la larga va a ser lo mismo. El presidente (de la Conmebol), Domínguez, es hijo de Domínguez Dibb y todos sabemos quién fue este hombre en Paraguay: mano derecha de Stroessner.

27) En el ambiente del periodismo deportivo ¿se sabía que Figueredo recibía coimas?
Yo lo imaginaba. Vos vas a Asunción y ves la sede de la Confederación y es más que la Casa Blanca. Es impresionante, con un hotel cinco estrellas enfrente, con un museo interactivo como no hay otro en el mundo… ¿y eso cómo se hizo? Eso fue blanqueo de dinero, fue una locura de dinero. Hoy están todos presos. Hay otro tema: que Casal quiere televisar la Copa Libertadores de América, y no va a parar hasta conseguirlo. Pero hay un monstruo enorme ahí que es Fox, que tiene tentáculos por todos lados.

28) ¿Cuál fue el lugar más exótico que conociste detrás de una pelota de fútbol?
Creo que Jordania. Me impactó, además fui al Mar Muerto, impresionante. Y me llamó la atención lo de las mujeres; yo había visto en Europa mujeres musulmanas pero ver a todas tapadas de pies a cabeza… Además en un momento quisimos sacarle fotos a un grupo de chicas y casi nos matan. Tengo 300 viajes con Kesman.

29) Te menciono dos periodistas con los que trabajaste y te pido una opinión. Va el primero: Julio Sánchez Padilla.
Pah… yo tengo una relación con Sánchez Padilla que pasó por un conflicto y después se reanudó. Él fue el primero que me dio la oportunidad de hacer televisión, me dio la oportunidad de relatar, comentar y de hacer aquel gran programa que fue Polémica. Ahí fue que di mi gran salto periodístico. Siempre tuve muy buena relación con Sánchez, salvo en 1987, cuando Estadio Uno pasa a Canal 4.


30) ¿Qué fue lo que pasó?
Delbono y yo fuimos los primeros periodistas que fueron sacados de un canal de televisión por la llamada «guerra de los canales». Julio Sonino me dijo que no podíamos estar comentando en una mesa en Canal 4 al mediodía y después ir a trabajar a Universal. Y yo dije que de Universal no me iba. Y como Sánchez Padilla tenía que tomar una determinación, tomó la de que no trabajáramos más. Yo me consideré despedido, entablé un pleito que gané y me distancié de Sánchez 10 años más o menos, hasta que un día nos encontramos en la sede de Nacional y él reconoció que algunas cosas que yo le había advertido habían sucedido.

 

«Casal quiere televisar la Copa Libertadores de América y no va a parar hasta conseguirlo»

 

31) Te nombro a la segunda persona: Juan Carlos Scelza.
No… no, no tengo relación, no me interesa lo que hace, no tengo buenos recuerdos de él. Yo fui el que lo llevó a la televisión, y él lo dice. Y cuando nos sacaron de Deporte Total para que viniera Punto Penal no tuvo la delicadeza de levantar el teléfono para decirme «no estás en el proyecto». Me dolió muchísimo. Y pasaron muchas otras cosas. No sé lo que hace, no lo escucho, no es una persona de mi afecto.

32) ¿El oficio de periodista deportivo se presta para que aflore la vanidad?
Se presta sí, se presta. Y ahí es cuando te podés dar contra el piso. Se presta porque hay un reconocimiento de la gente que te llega directamente o a través de tu familia. Alguien que nunca se la creyó es Kesman, que hoy es el mejor relator del Uruguay y debe ser de los periodistas deportivos con más reconocimiento de la gente. Te das cuenta cuando llegás al aeropuerto y la gente hace cola para sacarse fotos con él. Y él no cambia. Pero hay muchas buenas personas: «Cachito» Barizzoni, el doctor Da Silveira que es una máquina de trabajar y ha cometido errores como los cometemos todos pero es una buena persona, Etchandy, el «Chiche» Larrea, el padre del «Pillo», un tipo fuera de serie que murió en aquel accidente. Yo fui el último que trabajó con él la noche que murió. Yo relaté el partido y él lo comentó para Canal 4, en el año 86.

33) ¿Venías en el auto que se accidentó?
No, yo me vine en otro. Me querían llevar en ese para venir hablando con «Chiche» porque nunca habíamos trabajado juntos pero me fui con Delbono en otro auto.

34) Una vez le pregunté a Pablo Bengoechea si los periodistas deportivos uruguayos saben de fútbol y respondió: «Poco. Están informados, pero eso no equivale a saber de fútbol».
Creo que en algunos casos saben, se preocupan. Pero los futbolistas a veces dicen que para opinar hay que haber jugado, y yo podría decir que algunos comentan y no tienen ni primero de liceo. Sería irreverente de mi parte. Lo que pasa es que cuando sos respetado por los directores técnicos y por los jugadores, es porque algo sabés. El respeto se nota. ¿Sabés cuándo sentí yo el respeto más que nunca? El día que me fui. Por la cantidad de gente de fútbol que me llamó.

35) Te llamó el «Pato» Aguilera.
El Pato sí, eso me impactó. Me felicitó, me dijo que siempre me había respetado, que me escuchaba… Para mí fue muy importante. En un momento malo del Pato, aparentemente una de las pocas personas que lo llamó fui yo. Estando en veredas diferentes, siempre fue una persona que me cayó bien.

36) ¿Qué cosa nunca se debe decir de un futbolista?
Yo traté de no meterme nunca con la vida privada de los jugadores. Si uno se deja llevar por rumores, a la hora del partido lo pone en la cancha. Dalton (Rosas Riolfo) me enseñó una cosa: nunca digas «este jugador no puede jugar en Peñarol o en Nacional o en el equipo que sea». Porque en el momento en que decís eso le estás sacando el trabajo. Por eso ese paso nunca lo di.

37) ¿Pelé, Maradona o Messi?
Maradona.

38) ¿Y Suárez?
Es otra cosa. Es un fenómeno, un fuera de serie, pero hace poco Forlán fue el mejor jugador de un mundial y goleador. Suárez todavía no fue ni una cosa ni la otra, y se fue del último mundial. La sanción que vino después fue desastrosa, pero cuando más lo necesitábamos no lo tuvimos. Tenemos que esperar, me parece a mí, para decir que es el mejor jugador uruguayo de la historia.

 

«Forlán fue el mejor jugador de un mundial y goleador. Suárez todavía no. Tenemos que esperar para decir que es el mejor de la historia»

 

39) ¿Qué te quedó en el tintero?
Mirá, una nota con Obdulio. No la hice pero estuve con él, en un asado en su casa. Me invitó quien era su mejor amigo, que le organizaba los asados que hacía en su casa. Me dijo «¿usted quiere conocer a Obdulio? Esté atento porque un día de estos lo voy a llamar porque se está organizando un asado. Tiene que llevar cuatro botellas de vino San Ramón. Deje la cámara de fotos en el auto y la saca cuando yo le diga. Al principio él no le va a dar corte, después va a ser un fenómeno». Y pasó todo eso. Llegué, Obdulio estaba con una camiseta con botones, de esas que usaba él, con una camisa abrigada por arriba. Dejé el pack con las botellas, estaba el «Gaucho» Medina, Julio Pérez, y el tipo no me dio ni la hora. En un momento Julio le dice: «¿Sabés de quien es alumno éste? De Dalton». Ahí cambió todo y pasé una tarde espectacular. En determinado momento Julio me dijo que trajera la cámara y sacamos tres o cuatro fotos. Fue una tarde espectacular. Ahí me desmintió algunas cosas que siempre se dijeron de Maracaná: que él no hizo callar a las 200.000 personas después del gol de Brasil, que lo único que hizo fue protestarle al juez y que no habían dormido la siesta antes del partido, que eso era imposible por el barullo que había. Después me contó una anécdota con Julio Pérez.

40) A ver…
Julio Pérez debutó en Nacional después del mundial, nunca se habían enfrentado en la cancha. Y Obdulio era el ídolo de Julio Pérez. Termina el mundial, empieza el campeonato Competencia y viene el clásico con los jugadores campeones del mundo. Se encuentran después del mundial por primera vez en el clásico, y antes de empezar Julio Pérez va a saludarlo y Obdulio no lo saluda. Lo ignora. Gana Peñarol 3 a 1 y Julio Pérez es uno de los peores de la cancha. Al otro día se aparece en la casa de Obdulio y cuando lo ve, Obdulio le da un abrazo y lo saluda efusivamente. «Perdón -le dice Julio Pérez- ayer lo fui a saludar y usted me dio vuelta la cara». No lo tuteaba, nadie tuteaba a Obdulio. Y Obdulio le dice: «¿Sabe lo que pasa? Si yo lo saludaba, usted me pintaba la cara. No lo saludé para que usted tuviera un problema acá (se toca la cabeza). Usted estuvo toda la tarde pensando por qué no lo saludé y no la tocó. Venga, entre, vamos a tomar una».

Montevideo Portal | Gerardo Tagliaferro

 

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