«En síntesis el Maestro se queda, pero se queda debilitado , cuestionado, disminuido justo cuando nos toca un par de compromisos que habrían de requerir una actitud de fortaleza y una imagen de solidez, y esa debilidad nos va costar muy caro…»
El problema no es al fin si el Maestro se va o se queda; o sea claro que también es eso, pero el meollo de la cuestión no está en los resultados, en el riesgo inminente de una eliminación y todo lo demás que se sabe (y que duele).
El tema está en el mal manejo del asunto por parte de la dirigencia de la AUF, es así de fácil.
Cualquier directivo de cualquier equipo de barrio , sabe muy bien que un cambio de técnico es un tema tan complejo, que exige de una operativa tan discreta cuanto efectiva; que se debe ir calentando a fuego lento en la mollera de quienes dirigen, de forma que cuando se empieza a chamullar sobre la eventualidad, el golpe es efectivo y casi que indoloro, pues el dolor de la incertidumbre es lo que termina ocasionando una crisis de credibilidad, cuyo costo suele ser muy, pero muy alto.
Voy a ser franco, estoy en el futbol desde siempre, y mil veces me tocó casos a los que refiero, y puedo hablar con ciertas credenciales, y siendo así, puedo y debo aludir a que este fiasco solo devela una acefalia directriz que se evidencia en una operativa que nos va costar mucho, y que ha de condenar a toda une generación a la frustración y el desaliento.
Claro que los rumores se han adueñado del ambiente, claro que todos hemos escuchado aquello de que quisieron meterle la pesada al Maestro para que renunciara, y no por una cuestión de cordialidad e imagen, sino por una cuestión de pesos únicamente; pues hacían las cuentas y los números no le daban, por eso intentaron convencerlo al “Teacher” que se las tomara , pero este (zorro viejo) se plantó en sus trece y los dejó mas embretado que peludo en piso de baldosa.
Porque seamos francos entre nos, la verdad es que no le dieron el “espiante” no porque los convenció en el chamullo, sencillamente no lo corrieron porque no les daban los números, porque “el otro” dijo que agarraba con gusto , pero cobraba y cobraba bien (y se entiende) ; y estos que andan mas pelados que “timbero” en la mala, porque se gastaron la guita en el comité, si tenían que pagar un despido y además pagar un “sueldaso” no les daba el paño, para mejor por caprichosos nomás se pelearon con él único que en este País pone plata, porque digan lo que digan aquel la pone y no anda con vueltas, y estos del mote “masunidosquenunca”, pagan la pancarta nomás, pero no le sacas un mango ni para la grapa.
Después para completar el fiasco, comenzaron a “tubonear” a los referentes, “hola Luis”, “Hola Diego” “Hola Lugano”…. ¿Lugano? ¿y que tendrá que ver Lugano en este baile? ; bueno aunque es balde de otro pozo, para quien aun no lo sabe, y son pocos los que no lo saben , este nene, es nada menos que el cabo electoral de mayor peso que tiene el Nacho, una especie de comisario de campaña en tiempos de la Influencia directriz, que manda en la comarca y requisa balotas, por eso lo llaman, porque tiene vela en ese velorio, y lasca en esa astilla.
El tema es que les faltó jerarquía (esa que hace ratos no la tienen) les falto cojones (que los tienen para suspender a un laburador, pero no para tomar una decisión) decisión esa que para un lado y para otro habría exigido por lo menos discrecionalidad en el manejo.
Pero por sobre todo les falto guita, pues su administración es paupérrima, y en aras de su campaña electoral han gastado los morlacos en prebendas para su potencial electorado, y eso pesa y pesa mucho cuando hay que entrar a administrar en serio.
En síntesis el Maestro se queda, pero se queda debilitado , cuestionado, disminuido justo cuando nos toca un par de compromisos que habrían de requerir una actitud de fortaleza y una imagen de solidez, y esa debilidad nos va costar muy caro, pues cuando se quiera hacer un enroque ya el rey va estar en posición de de jaque mate, y cualquier movimiento va ser inútil.