La historia del fútbol está plagada de héroes, sobre todo en un país como Uruguay donde el balompié está inserto en la sociedad desde fines del Siglo XIX tras la incursión de barcos ingleses que introdujeron la actividad a nuestra sociedad. Obdulio Jacinto Varela es fiel muestra de ello, un héroe de épocas en las que el dinero no obnubilaba a las personas que practicaban este deporte, además de jugarlo también trabajaban, pese a que en 1932 se introdujo el profesionalismo después que la AUF nació en 1900. Varela, un vecino del barrio La Teja, conquistó al Mundo con su forma de ser, ofreciendo una calidad fuera de los campos de juego realmente extraordinaria.
El 20 de setiembre de 1917 nació Obdulio Jacinto Muiños Varela.
Los 100 años del nacimiento de Obdulio jamás podrán pasar desapercibidos, si bien los homenajes hay que hacerlos en vida, este número redondo por donde se lo mire es una fecha significativa y que debería tenerse en cuenta para una recordación dentro de un mes, sobre todo en el ámbito futbolístico.
El pasado 2 de agosto se cumplieron además 21 años de su fallecimiento, imposible olvidar también su funeral, que llenó las calles de personas de todo tipo de edad y razón social, rumbo al Cementerio de la Villa del Cerro.
Conocido mundialmente como “El Negro Jefe”, Varela fue su apellido materno, tenía ascendencia africana, española y griega.
Jacinto fue el más carismático de aquellos gallardos futbolistas de Uruguay que en 1950 gestaron el “Maracanazo”.
Fue parte importante de un grupo de hombres que se imponía ante la adversidad, épocas duras del fútbol compatriota en la que nació la Mutual de Futbolistas un par de años antes de la Copa del Mundo que se jugó en Brasil.
Por aquellos años la sociedad de esta zona de Montevideo trabajaba duramente en los frigoríficos, transitaban desde La Teja y la Villa del Cerro las calles a pie de un lado a otro, no existía ni por asomo la cantidad de calles y casas, ni hablar de las viviendas que no estaban en los planes de nadie.
Varela fue parte de una familia integrada por diez hermanos, gente pobre, donde los niños no terminaron la escuela, creció y ya de adolescente además de canillita fue peón de albañil.
En su actividad deportiva más allá de la pelota también fue boxeador aficionado, y precisamente con la pelota supo defender a los clubes Fortaleza, Dublín y Pascual Somma.
Posteriormente su madre llevó la familia al Barrio Paysandú y el 30 de agosto de 1936 debutó en la Divisional Intermedia de la AUF con el Club Deportivo Juventud, enfrentándose en dicha ocasión a Intrépido Belgrano, ganándole por 1-0.
En 1938 pasó al Montevideo Wanderers, ya como profesional después de probarse en 1937.
Con la selección de Uruguay y representando al conjunto del Prado se consagró Campeón Sudamericano (hoy Copa América) en 1942. Al seleccionado nacional llegó en 1939.
En 1941 se probó en el argentino Banfield, pero rápidamente retornó a Wanderers.
Defendió al conjunto bohemio hasta el año 1943 que fue transferido a Peñarol, donde debutó el 17 de abril de ese año con ganancia de 4-0 sobre Sud América en el Estadio Centenario y por el desaparecido Torneo Competencia.
Alcanzó su máximo brillo con el mirasol conquistando además los campeonatos uruguayos de: 1944, 1945, 1949, 1951, 1953 y 1954.
Su último partido con el aurinegro lo disputó el 15 de junio de 1955 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro (Brasil) en partido ante América.
Ese día Obdulio junto a Roque Gastón Máspoli, dirigían a Peñarol que perdía ante el América carioca. Técnico y jugador, se incluyó en el equipo en el segundo tiempo.
“No piensen en toda esa gente, no miren para arriba, el partido se juega abajo y si ganamos no va a pasar nada, nunca pasó nada. Los de afuera son de palo y en el campo seremos once para once. El partido se gana con los huevos en la punta de los botines”, esa fue su charla como capitán dentro del vestuario previa a la final ante Brasil por la Copa del Mundo de 1950, a la que asistieron 203.850 espectadores.
Capitán de intachable profesionalidad y magnífico líder de grupo, en 1945 tras superar al argentino River Plate, la dirigencia de Peñarol decidió premiar a todos los jugadores con 250 pesos y a Obdulio con 500.
Ante esta situación Varela se quejó manifestando: “Yo no jugué más ni menos que nadie. Si ustedes creen que merecí 500 pesos, le dan a todos 500 pesos. Si ellos merecieron 250 pesos, yo también”. Tras sus palabras se premió a todos los jugadores con 500 pesos.
Notable anécdota que marca el perfil como líder de grupo y notable caballero.
Con el paso de los años logró jubilarse y vivió el resto de su vida de forma digna, lejos de las grandes luminarias, sin haber hecho un peso en el fútbol, pese a sus gigantescas conquistas en el seleccionado de Uruguay y el club Peñarol.
La celebración tras el Maracanazo de 1950
Uruguay le ganó a Brasil 2-1 y se consagró Campeón del Mundo, todo el plantel se sumó en un clima de celebración y algarabía ante la inmensa conquista.
Pero Obdulio le huyó al éxito como si fuera un brasilero más y en la noche salió a caminar, lejos de sus compañeros terminó en un bar de Río de Janeiro.
“Al anochecer, Obdulio Varela huye del hotel, asediado por periodistas, hinchas y curiosos. Obdulio prefiere celebrar en soledad. Se va a beber por ahí, en cualquier cafetín; pero por todas partes encuentra brasileños llorando. Todo fue por Obdulio -dicen, bañados en lágrimas, los que hace unas horas vociferaban en el estadio-. Obdulio nos ganó el partido. La victoria empieza a pesarle en el lomo. Él arruinó la fiesta de esta buena gente, y le vienen ganas de pedirles perdón por haber cometido la tremenda maldad de ganar”, así lo explicó el escritor Eduardo Galeano en su libro “El siglo del viento”, publicado en 1986.
Armando Fernández, profesor de educación física e íntimo amigo de Varela, en su libro “Obdulio, más allá del mito”, hay otro motivo que tiene el jugador para alejarse de la celebración.
Según Fernández fue por “El rechazo que le genera la utilización política que se le va a dar al resultado”.
Y según cuenta la historia éste tuvo razón, debido a que en las horas posteriores se realizó un festejo con el embajador de Uruguay en Brasil, y los futbolistas figuraron en un segundo plano, como si los protagonistas de la gesta hubieran sido los hombres de traje.
Entre los más felices estuvo un dirigente que en la previa a la final le susurró al delantero Oscar Miguez que el deber estaba cumplido si perdían por cuatro goles.
Más allá de esto y retornando a Obdulio, ingresó a un bar y comenzó a beber, los brasileros se le acercaron asombrados por la imagen de tenerlo allí, mientras saciaban la sed de la tristeza.
Varela ya en las calles cariocas inmediatamente se identificó con los caídos, y días posteriores al episodio expresó: “En vez de insultarme, agredirme o algo así, me dieron su admiración y reconocimiento por el valor mostrado hace unas horas. Empezamos a tomar y a brindar juntos. Luego comenzamos a caminar por la ciudad. Vamos a tomar acá; vamos a tomar allá, Caipirinha”.
Ni hablar que más allá de esto Obdulio Varela sentía orgullo por la magnífica conquista y sabiendo también de la celebración que esta gesta deportiva significó a la salida del pueblo uruguayo a las calles.
Ya en Montevideo y tras el arribo de los Campeones Mundiales, el pueblo estaba esperando para agradecer la conquista, sin embargo el gran Capitán decidió escabullirse entre la multitud con un sombrero metido hasta los ojos y un impermeable de solapas levantadas, escapándose a la celebración para dirigirse hacia su casa donde lo esperaba su esposa Doña Cata.
“¿Quién es Obdulio? Nadie, absolutamente nadie. Pregúnteselo a la prensa que es la que hizo todo el humo. El secreto de la vida está en la familia y los amigos. El resto es prescindible”, esas fueron las palabras de Jacinto en una entrevista realizada en 1992 y en la que marca claramente su personalidad.
“Yo no soy caudillo, no represento nada, soy una persona como cualquier otra y lo único que me queda es la satisfacción de haber cumplido. La gloria no existe, la gloria es tener amigos que a uno lo quieran. Con la fama no se vive. A la olla hay que meterle algo adentro”, otra de sus conclusiones que realmente indican su don de buena gente.
Indiscutidamente su grandeza jamás le dejó ver lo grande que resultó para la historia del fútbol.
Obdulio Varela y la selección de Uruguay
Con la selección de Uruguay, Obdulio Varela disputó 49 partidos de los cuales ganó 29, empató 6 y perdió 14, anotando 5 goles.
Además de la Copa del Mundo de 1950 también se coronó Campeón del Campeonato Sudamericano (hoy Copa América) en 1942 y las copas Barón de Río Branco en 1946 y 1948.
Hay varios de los partidos en los que defendió a Uruguay que no se catalogan como oficiales, y de ellos queremos rescatar uno, el amistoso de 1948 entre Uruguay y Argentina fue organizado por ambas mutuales y para recaudar dinero buscando sostener las mismas por la Huelga de Futbolistas Rioplatenses que se inició aquel año.
Más allá del resultado final, el cotejo se disputó en el escenario del club Cyssa de Juan Lacaze (Colonia).
Durante esa época, uruguayos y argentinos jugaron todo tipo de partidos, algunos incluso organizados por los respectivos Círculos de Periodistas Deportivos de ambas márgenes del plata.
La camaradería entre futbolistas y periodistas era notoria pues en ocasiones hasta el dinero recaudado fue para solventar los gastos de organismos como la Mutual y la Prensa deportiva, sobre todo porque el dinero que “reinaba” en el fútbol era el peso uruguayo o el peso argentino.
Era una sociedad en la que el dólar no tenía la incidencia que tiene el Mundo globalizado en el que vivimos y donde los futbolistas además de jugar trabajaban 8 horas.
Uruguay fue Campeón de la Copa del Mundo de 1950 y los entrenamientos recién se iniciaron el 4 de marzo de 1950, apenas concurrieron 9 futbolistas, todos los demás citados faltaron por lesiones y sin aviso.
El Entrenador Juan López fue designado 20 días antes de la Copa del Mundo.
Así comenzó la historia de una generación de futbolistas que está ligada a una proeza inigualable en la historia del balompié mundial.
Actualmente Uruguay juega mayormente partidos oficiales, o amistosos en giras europeas.
En el período amateur, en los primeros años del profesionalismo y hasta la década del cuarenta se jugaron varias copas que ya ni se ven.
Jacinto tuvo la ocasión de intervenir en varias de ellas, frente a la Argentina fueron: Copa Lipton, Copa Newton (ambas donadas por ingleses), Copa Héctor Rivadavia Gómez (político, periodista, Presidente de Wanderers, creador y primer Presidente de la Conmebol) y Copa Juan Mignaburu (Presidente del fútbol argentino y del club Independiente); contra Brasil estuvo la Copa Barón de Río Branco, la cual se jugaba a ida y vuelta y con tercer partido incluido; al tiempo que ante Paraguay estuvo en disputa la Copa Tropowski.
Un dato que no es menor, se retiró invicto de los mundiales, ya que de los 7 partidos que jugó ganó 6 y empató 1.
La historia de Varela en la selección es larga en años (15) y riquísima en títulos y gloria deportiva, además de haber dejando un gran legado como caballero del deporte y gran compañero en sus épocas de futbolista.
A continuación va toda su campaña en la selección de Uruguay:
PARTIDOS JUGADOS POR OBDULIO VARELA EN URUGUAY
FECHA ESTADIO MOTIVO RESULTADO
29-1-1939 Nacional (Lima) Sudamericano Chile 3-2 (IEG)
5-2-1939 Nacional (Lima) Sudamericano Paraguay 3-1 (IEG)
26-2-1939 Nacional (Santiago) Benéfico (*) Chile 8-1 (IEG)
12-3-1940 Centenario Amistoso Chile 3-2
9-2-1941 Nacional (Santiago) Sudamericano Ecuador 6-0 (ISG)
16-2-1941 Nacional (Santiago) Sudamericano Chile 2-0 (SSG)
23-2-1941 Nacional (Santiago) Sudamericano Argentina 0-1 (SSG)
26-2-1941 Nacional (Santiago) Sudamericano Perú 2-0
10-1-1942 Centenario Sudamericano Chile 6-1 (SSG)
18-1-1942 Centenario Sudamericano Ecuador 7-0
24-1-1942 Centenario Sudamericano Brasil 1-0
28-1-1942 Centenario Sudamericano Paraguay 3-1
1-2-1942 Centenario Sudamericano Perú 3-0 (SEG)
7-2-1942 Centenario Sudamericano Argentina 1-0
25-5-1942 Monumental Copa Newton Argentina 1-4
25-8-1942 Centenario Copa Lipton Argentina 1-1
6-1-1943 Gasómetro CircPeriodDeporArgentino Argentina 0-1
9-1-1943 Centenario (SSG) (G) CircPeriodDeporUruguayo Argentina 6-2
28-3-1943 Monumental Copa Juan Mignaburu Argentina 3-3
4-4-1943 Centenario Héctor Rivadavia Gómez Argentina 0-1
24-1-1945 Nacional (Santiago) Sudamericano Ecuador 5-1 (G)
28-1-1945 Nacional (Santiago) Sudamericano Colombia 7-0
7-2-1945 Nacional (Santiago) Sudamericano Brasil 0-3
25-2-1945 Nacional (Santiago) Sudamericano Argentina 0-1
18-7-1945 Centenario Copa Lipton Argentina 2-2
29-12-1945 Centenario CircPeriodDeporUruguayo Argentina 1-1
5-1-1946 Centenario Barón de Río Branco Brasil 4-3
10-1-1946 Centenario Barón de Río Branco Brasil 1-1 (A)
16-1-1946 Gasómetro Sudamericano Chile 1-0 (IAM)
23-1-1946 Gasómetro Sudamericano Brasil 3-4
2-2-1946 Gasómetro Sudamericano Argentina 1-3 (SUD)
8-2-1946 Gasómetro Sudamericano Paraguay 1-2 (SUD)
4-4-1948 Centenario Barón de Río Branco Brasil 1-1
11-4-1948 Centenario Barón de Río Branco Brasil 4-2 (G)
5-12-1948 Cyssa Juan Lacaze Mutual de Arg y Uru Argentina 1-2
30-4-1950 Sao Januario Copa Tropowski Paraguay 2-3 (SRP)
6-5-1950 Pacaembú Barón de Río Branco Brasil 4-3
14-5-1950 Sao Januario Barón de Río Branco Brasil 2-3
18-5-1950 Sao Januario Barón de Río Branco Brasil 0-1 (SRP)
2-7-1950 Independencia Copa del Mundo Bolivia 8-0
9-7-1950 Pacaembú Copa del Mundo España 2-2 (G)
13-7-1950 Pacaembú Copa del Mundo Suecia 3-2
16-7-1950 Maracaná Copa del Mundo Brasil 2-1
23-3-1952 Nacional (Santiago) Panamericano México 3-1
30-3-1952 Nacional (Santiago) Panamericano Perú 5-2 (SOB)
13-4-1952 Nacional (Santiago) Panamericano Chile 0-2 (SOB)
16-6-1954 Wankdorf Copa del Mundo Checoslovaquia 2-0
19-6-1954 Saint Jakob Copa del Mundo Escocia 7-0
26-6-1954 Saint Jakob Copa del Mundo Inglaterra 4-2 (G)
NOTAS: (IEG): Ingresó por Eugenio Galvalisi. (ISG): Ingresó por Sixto González. (SSG): Sustituido por Sixto González. (SEG): Sustituido por Eugenio Galvalisi. (IAM): Ingresó por Alcides Mañay. (SUD): Sustituido por Ubire Durán. (SRP): Sustituido por Rodolfo Pini. (SOB): Sustituido por Osvaldo Balseiro. (*): El árbitro Horta (Chile) finalizó el partido a los 75 minutos. (G): Anotó un Gol. (A): Brasil se retiró a los 78 minutos desconforme por un fallo del árbitro Juan Carlos Armental (Uruguay) y Uruguay ganó el partido y el Trofeo.