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Cultura

Piriápolis de Francisco Piria en 1927

En 1890 el visionario empresario Francisco Piria compró la estancia de doña Nícida Olivera (hija del Cnel. Leonardo Olivera) compuesta por 1.825 hectáreas.

Estaba situada entre el cerro Pan de Azúcar y la costa del Puerto del Inglés. Según los recuerdos familiares de su nieto Arturo Piria “…don Francisco habría comprado una estancia en aquella zona entonces tan apartada, con el único objeto de invertir su dinero en plantaciones de olivos, tabaco y viñas…”.

Fue así que don Francisco fundó su célebre Establecimiento Agrícola (luego Establecimiento Agrícola y Balneario). Las plantaciones de tabaco fracasaron por múltiples motivos, pero en 1894 tenía en plena producción 200 hectáreas de viñedos. También realizó grandes plantaciones de árboles (eucaliptos, acacias y pinos), siendo reconocido como uno de los grandes forestadores nacionales. “…El período que va desde 1890 y 1894, es el del gran empuje inicial de la empresa. Cien obreros fueron puestos a forestar, a explotar las canteras, a plantar tabaco, vides y olivos, a elaborar vino. Otros más se dedicaron a levantar su vivienda permanente, el famoso castillo que todavía subsiste intacto, planificado según modelos europeos de otros siglos…”

El inicio y desarrollo del balneario de Piriápolis tuvo lugar con la construcción del puerto, necesario para poder sacar de la zona el granito y el mármol que se producía en las varias canteras existentes, y remitirlo a Montevideo y Buenos Aires. Fue así que por ley nacional No. 3259 de 1907 se le concedió el permiso para la construcción del puerto, el que quedó finalmente terminado en 1916. El complemento necesario del puerto  fue el llamado “trencito de Piria”, que en un recorrido de 18 kilómetros, lo unía con la estación de Pan de Azúcar. Además de trasladar la producción al puerto, también transportaba a los turistas.

Fue a fines del siglo XIX que Piria concibió la posibilidad de fundar un balneario que llevara su nombre. Fue así que hizo delinear las calles, construyó la rambla y  mensuró los solares.

En 1905 se inauguró el hotel Piriápolis, que contaba con más de cien habitaciones con baño privado, la vajilla era de porcelana alemana y los cubiertos de plata inglesa.

En 1912 se llevaron a cabo los primeros remates de solares simultáneamente en Montevideo y Buenos Aires.

En 1920 se colocó la piedra fundamental  del Argentino Hotel, con la presencia del Presidente del Consejo Nacional de Administración Dr. Baltasar Brum; el que fue concluido diez años más tarde, constituyendo el establecimiento hotelero más lujoso y moderno de América.

En el folleto “Turismo en el Uruguay” se describe cómo era el balneario de Piriápolis en 1927. “…Cuando el viajero toma el ferrocarril en Montevideo para trasladarse a Piriápolis debe descender en la Estación de Pan de Azúcar, situada en el kilómetro 113. En Pan de Azúcar el viajero encuentra un servicio serio  de autos de la Empresa de José J. Fontes, empresa que posee coches chevrolet, completamente nuevos. También el viajero encuentra, a la hora de llegada del tren en verano, un ferrocarril Decauville que le lleva hasta la puerta del Gran Hotel, pasando primero por frente a los hoteles Zolezzi, Select Hotel, Hotel España y Porteño Hotel.»

La parada para estos últimos es en la Estación Piriápolis que dista de pocas cuadras de dichos establecimientos.

Al salir de Pan de Azúcar  el ferrocarril hace el recorrido en forma de víbora, cruzando inmensos bosques de eucaliptus, bordeando imponentes montañas de las que se extraen preciosos  mármoles, granitos, laboritis, etc. Los principales cerros son el Pan de Azúcar y el Cerro del Inglés, cuyas alturas son imponentes y sus flancos están adornados de una vegetación completamente indígena. Piriápolis posee un excelente puerto al que llegan vapores tipo Ciudad de Montevideo los domingos, principalmente en verano, trayendo gran cantidad de turistas. La Rambla de los Argentinos. que bordea el mar desde el Puerto hasta más allá de la Avenida Artigas, es muy bonito paseo el que se ve concurridísimo a la hora del ocaso.

Piriápolis es una región que se presta ampliamente para realizar excursiones y los turistas conocedores de los lugares principales, descubren cada día algún rincón que la Naturaleza tenía escondido. Se efectúan ascensiones en ferrocarril al Cerro Pan de Azúcar, pudiendo admirarse las canteras, el viñedo y las inmensas praderas.

En la cima del Cerro del Inglés está el Templo de San Antonio muy visitado por los solteros. Admirable es el paseo por la Avenida Artigas. Piriápolis posee un buen hipódromo que está situado en Punta Fría. La Fuente del Toro es también un lugar interesante que merece ser visitado.

La dilatada playa de Piriápolis está cubierta de fina arenilla y es de pendiente suave, por lo tanto los niños pueden bañarse sin el menor temor de accidentes. En los salones del Gran Hotel, del Select Hotel y Zolezzi Hotel, se realizan interesantes tertulias.

Actualmente el Sr. Francisco Piria está construyendo un gran edificio para hotel, con cabida para mil personas. El Argentino Hotel, que así se llamará, está ubicado sobre la Rambla, al lado del antiguo hotel. Es de líneas severas y el viajero obtendrá en él todo el confort moderno. Amplios salones para comedor, de fiesta, de lectura, de billares, etc.

Servicio local: hay teléfono local con Pan de Azúcar. Telégrafo con todas partes. Telégrafo Nacional. Tren todos los días con Montevideo y viceversa. La carretera se halla en buenas condiciones hasta el kilómetro 105. Desde allí hasta la entrada de la posesión del Sr. F. Piria el camino es regular.

Autoridades: Capitán de Puerto: Teniente de Navío Jorge Segovia. Comisario: Clemente Hernández. Médico de policía: Dr. Roberto S. Pérez. Jefe de Correos: Sabino Fernández Chaves. Director Escuela: Srta. María L. Vásquez…”  

Respecto de los hoteles mencionados en el folleto podemos agregar que los hoteles Select Hotel (antes llamadao Miramar) y Zolezzi Hotel , pertenecían a Juan B. Zolezzi y según reza la propaganda de la época
“…son los dos hoteles preferidos por los turistas, ubicados sobre la falda del Cerro del Inglés.
Están rodeados de inmensos bosques, a sus frentes la playa. Canchas de tennis. Salón de Fiestas. PRECIOS SIN COMPETENCIA”.  Zolezzi también tenía un muy completo almacén, en el que vendía toda clase de mercadería (tienda, zapatería, ferretería, ropa y hasta expendía nafta).

El Hotel Porteño era de Carlos Egge, estaba ubicado a dos cuadras de la playa. Su tarifa era, a enero de 1927, para “mayores $ 2.50.- y menores $ 1.50. Servicio de Primer orden…”.

El denominado Hotel España era de Manuel Balboa, también su tarifa era. “pensión diaria desde $ 1.50 a $ 2.50. Comida de familia. La playa a dos cuadras. Panorama encantador”.

El llamado Gran Hotel es el Hotel Piriápolis que fue inaugurado el 15 de diciembre de 1905 y estaba ubicado sobre la misma rambla (en 1920 comenzó a construirse a su lado el Argentino Hotel).