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Cultura

La documental «Ciudadano Piria»

Esto se dio cuando el cineasta argentino Gustavo Mendoza, director del proyecto, señaló que la meta del documental es recuperar el faraónico legado del creador de la bellísima Piriápolis. Los cúmulos de leyendas que rodean a Francisco Piria siempre generaron increíbles fantasías. Desde hace algunos años, el productor argentino de cine independiente Gustavo Mendoza, fascinado por la vida y obra de este hombre, se planteó el desafío de recobrar su legado y lo plasmó en un documental.

– ¿Qué te atrajo de su historia personal y de sus obras que figuran no sólo en Piriápolis sino en Montevideo?

– Transcurría el año 2005, estaba presentando un adelanto del documental sobre Narciso Ibáñez Menta “Nadie Inquietó Más” en el festival “Piriápolis de película”, y unos cortometrajes de mi autoría. Esto se realiza durante tres días en la hermosa ciudad de Piriápolis, en el inmenso Hotel Argentino. Era mi primer festival internacional y estaba feliz. Allí, en vez de quedarme haciendo nada y disfrutando de las comodidades del hotel, me fui a pasear por la ciudad. Como soy muy curioso, busqué los sitios que podrían interesarme y fui a ‘La no iglesia’ de Piria. Digo así, porque nunca fue consagrada por la curia católica apostólica y romana. Cuando llegué me abrumó su apariencia entre elegante y tétrica al mismo tiempo. Parecía una iglesia macabra como las de los filmes de horror de la británica Hammer. Lo raro es que no estaba señalizado ni nada, como si la ciudad no quisiera saber de ella. Luego visité las otras atracciones que tiene Piriápolis, como las fuentes del Toro, la de Venus, el Castillo y recorrí la rambla. De las obras de Montevideo, aún no conocía nada. Más tarde, investigando con los principales libros sobre él, “Por los tiempos de Francisco Piria” (Luis Martínez Cherro), “Los hacedores” (Juan Ackermann), “El socialismo Triunfante” (del mismo Francisco Piria) y un par de novelas de Mercedes Vigil que lo nombra como amigo de Humberto Pittamiglio en su condición de supuesto alquimista (quedan muchas dudas, sobre si lo era), me leí todo eso, y lo volqué a un armado de guión para hacer el filme. Al principio, el realizador manejó un nombre para su película a la que llamó “Piria, el alquimista”, pero luego lo cambió por “Ciudadano Piria”. “Uno de mis entrevistados, Juan Grompone, se negó a ser consultado porque él de ninguna manera aceptaba a Piria como alquimista, sino como empresario, subraya; sin embargo la idea de Mendoza no se atascó en eso y “pensando en convencer a Grompone (autor de la novela sobre Piriápolis, “Asesinato en el hotel de baños”), propuse cambiar el título de la película, haciéndolo más abarcador y jugando con el título de “Citizen Kane”. Luego el Ing. Grompone me dio la entrevista, y yo de nuevo feliz. Finalmente llamó a su filme “Ciudadano Piria”, porque en su opinión, la vida y obra de Francisco Piria tienen algunos paralelismos con el personaje de Charles Foster Kane del filme creado por Orson Welles, basado en William Randolph Hearst. “Sobre todo la relación con la supuesta hija de Piria, que muchos dicen que no lo era, y que la familia Piria jura que era su amante, además de tener su propia Xanadú y de vivir en un castillo de líneas templarias. Todo muy misterioso en la vida de don Piria”.

-¿Cómo fue el rodaje? Hace un par de años hablamos de este tema y aún estabas filmando. ¿Qué hiciste, a quiénes entrevistaste?

– En 2006, decidí al año siguiente volver al mismo festival “Piriápolis de Película”, llevar un camarógrafo, y empezar el documental. La filmamos con “Mini-DV”, luego usamos HD y HD Full. La financié como a mi primer documental, con mi salario de empleado telefónico. En su primera parte (2006), me ayudó con la cámara el gran director argentino Daniel de La Vega y en la fotografía Emiliano Penelas. En su segunda parte (2010 y 2011), tuve la colaboración y en parte coproducción de una fotógrafa montevideana que es fan de Piria y de Piriápolis -Mara Cardozo Fleitas-, que trabajó muchísimo para este filme. Luego en mayo de 2012 terminé de filmar, con la asistencia de Maro Villamarín en cámara. También yo filmé muchísimo, con mucha cámara subjetiva. Mendoza utilizó los escenarios naturales de Piriápolis, Punta del Este, Punta Ballena y de Montevideo, así como los de su país en La Plata, Punta Lara, Ensenada y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tuvo consigo entrevistados de primerísima línea como Eduardo Galeano, Carlos Páez Vilaró, Mercedes Vigil, Juan Grompone, Pablo Reborido, Renée Pereira Méndez de Requena, Lorenzo e Isabel Piria, Elsa Grego, Mario Invernizzi, Gustavo Vallejo Miranda, Nelson Caula y Juan Ackermann entre otros. Su idea primigenia se convirtió en una película coral como bien dijo, “con los mayores exponentes de la historia uruguaya y argentina y sazonada con exquisito material de archivo documental inédito”.

 

– ¿Hubo más investigación sobre Piria que debiste sumar a tu documental? Entiendo que es una verdadera pasión no sólo por hacer cine sino por el misterio de una vida como la de Piria sumida aún en interrogantes. 

– Sí, soy un apasionado del cine, el arte y la cultura. Vivo y consumo cine. Me atraen las vidas misteriosas como las de Piria, sobre todo con el arte que inundó Piriápolis y Montevideo (bien de la época), las figuras del frente del hotel Argentino (leones alados), la imaginería en los vitraux, el encanto europeo que trajo don Piria a Sudamérica, y mucho más. También su influencia en nosotros, los argentinos. La Rambla se llama “De los Argentinos”, el hotel Argentino, el empedrado en San Telmo es de allí, hasta intentó crear una Piriápolis en Punta Lara. Próximo filme: la vida del uruguayo “Chicho” Ibáñez Serrador

-Una vez editado el documental, ¿vas a estrenarlo en Buenos Aires, vas a venir a Montevideo o a Piriápolis? Contanos cuáles son tus perspectivas sobre esto y en un futuro cercano, para tu carrera.

– De momento, terminarla. Y pasarla en festivales y muestras y en donde la pidan. Luego continuar con el documental de otro uruguayo, el montevideano “Chicho” Ibáñez Serrador, hijo de Narciso Ibáñez Menta. Se llamará “1, 2, 3, Chicho Ibáñez Serrador”. Y luego hacer cine de ficción fantástico. La premisa ahora para Mendoza es finalizar con la edición de su documental y como él dice, “que sea un grato y feliz homenaje a un personaje colorido como fue Francisco Piria, para que las nuevas y clásicas generaciones lo conozcan, y se maravillen con el legado que dejó”.

Iglesia de Piria Comenzó a ser construida por Francisco Piria en el año 1917, diseñada en la Escuela de Eiffel de París. Esta construcción quedó inconclusa pues la curia la rechazó totalmente ya que esta obra contenía ornamentos que simbolizaban a la alquimia.

NOTA

Fue en Agosto de 2015 la Presentación del documental: Ciudadano Piria en Uruguay, y se realizó en la sede del Centro Universitario de la Región Este, como un foro debate acerca del legado iniciado por el fundador de la ciudad y su obra en la ciudad. «El legado de Piria en el desarrollo turístico de Piriápolis.» es el nombre del foro, y se realiza en el día del aniversario de su natalicio.

Este debate tuvo la particularidad de que presentó además de charlas disertantes de profesionales reconocidos por todos en Maldonado, estudiosos de la vida del fundador, por ejemplo el profesor Pablo Reborido. Luego de iniciado el debate, se presentó el documental audiovisual «Ciudadano Piria» dirigido por Gustavo Leonel Mendoza, un director argentino, que cuenta con su mirada lo que encontró cuando vino a Piriápolis, y en la presentación en Mar del Plata de su película en noviembre del año pasado, cuenta cómo fue que se encontró con la historia de Piria.

Lugar : Aula Magna del CURE

Día: 21/08/2015

Dirección: Tacuarembó entre Avenida Artigas y Aparicio Saravia.

Hora: 18:00hs

Entrada: Libre.

Historia de la Iglesia de Piria

El fundador de Piriápolis Francisco Piria, quién se destacó por construir numerosas obras dentro del departamento de Maldonado y en algunos barrios de Montevideo, comenzó a edificar en 1917 sobre la ruta 37 en un alto que domina toda la ciudad, la Iglesia de Piria. Años más tarde la Iglesia católica se negó a recibir este edificio como donación por considerarlo indigno a causa de sus símbolos de alquimia y masónicos.

Francisco Piria diseñó la iglesia en el centro de lo que sería su planificación del balneario, pero la zona no se urbanizó según estos planes y hoy se encuentra a gran distancia del centro de Piriápolis. Al fallecer Francisco Piria en el año 1933, la iglesia fue abandonada sin que se culminara su obra, ni se le prestara mantenimiento. Actualmente está en ruinas y se le ha dado diferentes usos, por ejemplo es utilizada como depósito de leña. La Iglesia permaneció como propiedad privada, hasta que finalmente en el año 2013 pasó a manos de la Intendencia, siendo ésta donada por sus últimos propietarios. A pesar de sus condiciones y su peligro de derrumbe ha sido escenario de varios vídeos musicales.