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El 160º aniversario de fundación de Colonia Suiza – Nueva Helvecia.

FESTEJOS POR LOS 160 AÑOS DE NUEVA HELVECIA.
En las primeras horas del sábado 23, se largó la Travesía 4×4 Las Colonias, donde todo lo recaudado fue a beneficio del Hogar Pro Bienestar Social del Anciano. El término de la Travesía fue en Boca del Rosario. Paralelamente, hubo exposición y encuentro de autos clásicos en la Plaza de los Fundadores, y se armò la Feria «Mi casa la Tuya» la cual quedó habilitada a partir de las 13.30hs.

Una fecha que bien puede dar lugar para realizar una mirada retrospectiva sobre algunos aspectos que han dejado una huella muy destacada, en estos años de su historia.

Se podría mencionar que en nuestra zona, basados en la documentación existente y respaldada por las tradiciones orales de nuestros mayores, hemos podido conocer acontecimientos que marcaron una impronta local y algunos que, hasta tuvieron su proyección nacional, habida cuenta de hechos que escuetamente podría mencionar y que por sí solos, estarían respaldando esa afirmación.

 

Como es de conocimiento público los colonos fundadores llegaron en dos importantes tandas, en fechas distintas pero cercanas: el 21 de noviembre de 1861 y el 25 de abril de 1862. Con el devenir del tiempo la comunidad privilegió a la del 25 de abril por haber sido el momento que llegó el mayor número de inmigrantes.

 

Colonia Suiza fue el primer emporio agrícola del Uruguay, donde se introdujo la primera trilladora mecánica en 1868, cimentándose también ese año la primera molienda a vapor, la introducción en 1869 de la industria quesera, siguiendo con la instalación del Hotel Suizo en 1872, marcando de este modo la cuna del turismo nacional y hasta un hecho poco conocido como fue la producción de sidras en el Uruguay a iniciativa del colono suizo Juan Sturzenegger en 1874.

La instalación del gran molino a fuerza hidráulica en el Paso de la Tranquera, fue una obra que tecnológicamente era adelantada en el momento de su construcción y cuyas ruinas constituyen hoy día el legendario Molino Quemado.

Los fundadores de esta colonia introdujeron la primera organización comunal al instalarse en nuestro medio un órgano de gobierno como la Gemeinde suiza(1). En 1875 aparece el sistema de voto secreto para resolver cuestiones internas y la escuela de educación política que la neutralidad helvética imponía por su respeto, la que se reafirma cuando se fundó el Tiro Suizo, el 19 de abril de 1874.

Se podría complementar mencionando que fue en 1904 cuando se instaló la primera y única cremería del país y que en 1939 se inauguró el primer autódromo del interior del país.

Nueva Helvecia ha tenido el privilegio de que a lo largo de sus años las personas escribieran su historia y dejaran documentado el proceso evolutivo, también hubo personas que sin ser historiadores, acumularon material que luego proporcionaron a quienes lo transcribieron, como también quienes archivaron el quehacer de la zona en registros escritos, que previamente se irradiaron por la emisora local.

Tampoco faltaron las expresiones artísticas en la música y en la poesía resaltando los matices que hacen tan particular a este lugar. Ese conglomerado de gente amalgamó todo proporcionándonos la posibilidad de tener a nuestro alcance un testimonio del trabajo realizado por quienes nos precedieron en el tiempo.

 

 

 

Así llegamos a saber que en los orígenes de la colonia fueron las referencias del pastor de la Iglesia Luterana Alemana, doctor Otto Woysch quien pasó revista a los diez primeros meses de instalados los pioneros y la que ha permitido conocer un panorama destacado, preciso y promisorio sobre las bondades de estas tierras. Fue la primera impresión documentada de una persona que visitó desde Montevideo a la incipiente colonia, cuando ésta aún no había cumplido su primer año de vida.

El cónsul suizo en Montevideo, don Roberto Kissling basado en el informe elaborado en 1867 por los colonos José Mauricio Thowex, Juan Matter y Francisco Blum elevó al gobierno helvético ese documento que reunía un minucioso relevamiento de la colonia.

(1) Gemeinde es la denominación de la entidad subnacional menor en Alemania Suiza y Austria que equivale a una comunidad o municipio pequeño, aunque por lo general un municipio cuenta con un ayuntamiento o concejo, mientras que la Gemeinde carecen de él.

Si bien siempre se habla de colonos suizos es conveniente señalar que en el censo practicado en
1885 documentaba que vivían 182 familias españolas, 139 suizas, 52 alemanas y 16 de otras nacionalidades. Por su parte lo anotado por don Jacobo Häberli y que trascribió el doctor Wirth, señalaba que en el mes de Julio de 1863 la población se componía de 600 personas en 97 familias y 47 célibes cuyas nacionalidades eran suizas, francesas, alsacianas y austríacas del Tirol y de Vorarlberg.

Autores, libros, fotografía y expresiones artísticas
En esa época se señalaba como historiador lugareño a don Federico Fischer, destacado colono que además introdujo la primera trilladora mecánica, instaló el primer molino a vapor, fundó el Hotel Suizo y fue el primer juez de paz, además de haber gestionado la obtención de una policía local y que no dependiera de La Paz.
Don Jacobo Natter fue otro lugareño entusiasta por la historia legándonos un profuso material relativo a nuestra gente.

En el año 1914, Juan Werner Berger fundó el periódico “Helvecia” que hoy día aún se edita y dos años más tarde el “Colonia Suiza”; en 1930 publicó su libro “Colonia Suiza a través de setenta años”.

HELVECIA ha documentado el acontecer de la zona a lo largo de estos años y lo mantiene hoy en día de la mano de Pablo Cribari.

Entre los extranjeros que despertaron su interés por estas latitudes, tenemos al doctor Karl Zbinden, historiador suizo que se ocupó de la fundación de Colonia Suiza, -en 1928- y el profesor Juan Schobinger que se interesó en las investigaciones por la inmigración helvética a estos lugares.

En la década del 40, es el doctor Juan Carlos F. Wirth (1907-1986) que en varios trabajos registró la historia local, culminando en 1980 con su Génesis de la Colonia Agrícola Suiza Nueva Helvecia publicado por el Ministerio de Educación y Cultura; merece señalarse lo que el autor escribió de que fue “Don Juan José Greising (quien) coleccionó los documentos relacionados con la historia de esta localidad, entre los habitantes de la Zona”.

 

 

 

 

Desde 1947 se atesora otro archivo de la vida lugareña. El 8 de noviembre salió al aire la primera emisora de radio local y desde ese día don Mario Ravazzani (1914-2007) inició el archivo escrito de los acontecimientos zonales que se emitían por los informativos.

Fue el profesor Omar Moreira oriundo de Treinta y Tres, que se radicó en la zona y como él mismo lo señalara “atrapado por la historia del lugar se quedó acá”.
Ejerció el profesorado de Literatura, la dirección del Liceo “Daniel Armand Ugón”, la Inspección de Institutos y Liceos y la Dirección Departamental de Cultura de la Intendencia Municipal de Colonia.

Nos legó casi una veintena de obras que abarcan historias de nuestra zona, del Departamento de Colonia y hasta trabajos de temas nacionales.

El 15 de julio de 1990 el escritor Juan Antonio Varese publicó en el suplemento dominical de “El País” una nota referida a Cuatro fotógrafos de Colonia Suiza.

Mencionaba que fue Franz Wullich (1834-1900) el promotor de la profesión en la zona, posteriormente su hijo Otto editó postales con vistas lugareñas. Floro Cortela que apareció a fines del año 1900, también tuvo a su caro el registro fotográfico para el libro La Región del Colla del escritor español José Barcón Olesa editado en 1902.–suponemos que fuera su hijo-, para posteriormente hacerlo Abraham Nemer, conocido como “el turco”. Luego de su fallecimiento fue su viuda y sus dos hijos quienes quedaron a cargo del negocio, destacándose su hijo Mario como el mejor ojo fotográfico.

En 1943 el negocio fue vendido a Américo Marchale y siguió funcionando con el mismo nombre de Foto Nemer. En 1934 con sus 17 años, había entrado el joven Bernardo Silva, que en 1954 abrió su propio estudio en la calle Dr. Luis A. de Herrera 1021 y lo hizo por cincuenta años con el nombre comercial de Foto Collazo; conservaba un voluminoso archivo de negativos de la tomas efectuadas a lo largo de su trayectoria profesional. En ese momento el señor Varese le solicitó que lo guardara a buen recaudo, por la importancia de esos documentos fotográficos ya que registraban los acontecimientos desde 1954.

Con respecto a registros fotográficos, no sería exagerado si se dijera que desde los archivos iniciados por Francisco Wullich se ha logrado tener hasta la actualidad un valioso depósito documental..
No es poca cosa de que el Museo Archivo Regional organice cada dos años un concurso de esa técnica, denominándola con su nombre.

Pero desde hace más de una década, Nueva Helvecia tiene sus seguidores de la fotografía, sea rastreando, ubicando archivos, investigando, prolijeando imágenes y sobre todo, dándolas a conocer.
Un grupo humano integrado por Carlos “Chorly” Fernández, Rodolfo “Taca” Nollenberger, José Manuel Arena, Pepo Báez y Alicia Moreda, lograron con el apoyo de dos firmas comerciales de informática, plasmar en dispositivos actuales, una filmación de los festejos del Centenario de 1962.

El inquieto espíritu de “Chorly” junto a la actual dirección de HELVECIA siguió adelante y posteriormente lograron concretar gracias al apoyo recibido, la instalación una galería de fotos de antaño, al aire libre que actualmente se puede apreciar en la avenida Federico Gilomén entre José Enrique Rodó y Alfredo Stutz.

En otro orden de cosas, tenemos también el relato de una historia ejemplar como fue la vida de “Isabelita Schmid, Discapacitada alegre y servicial” titulo de la obra escrita por fray Contardo Miglioranza impresa en Buenos Aires en 1991. Facetas de esta admirable mujer contemporánea, que en su paso por la vida nos dejó un ejemplo de lo sacrificado que es vivir con las sorprendentes limitaciones físicas y como pudo soportarlas sin que la perturbaran.

Una persona que no se puede dejar de mencionar es a la profesora Eva Schöpf, tanto sea en su tarea de traductora de las muchas obras que vieron la luz en este lugar o como archivadora del material escrito que apareció a lo largo de muchos años. No exageró Radio Suiza Internacional cuando la calificó como “la memoria de Colonia Suiza Nueva Helvecia”.
Muy merecido ha sido designar con su nombre, en su homenaje al Instituto de Lenguas de la ciudad de Nueva Helvecia.

En cuanto a las expresiones musicales se puede mencionar la canción “Nueva Helvecia mi ciudad” que musicalizara Edgardo Nieves a uno de los poemas de la profesora Belkis Ricca publicado en el trabajo “Voces del Camino”, aparecido en 1991 en ocasión de los 700 años de Suiza.

Desde tiempos antes, ya nos deleitábamos con la “Chamarrita del quesero” de autoría y vocalización del coterráneo Gregorio Barragán, donde resalta una industria que ha hecho conocer a Nueva Helvecia fuera de frontera por la calidad lograda en la fabricación de sus quesos. También integra la parte musical la canción “Añoranzas de Colonia Suiza” del profesor Omar Mendiberry Ayala, que en su letra menciona a los barrios de la ciudad.

Otra iniciativa local gastronómica y que ha logrado involucrar a las Escuelas del Hogar de la región, fue la Fiesta del Chocolate que se realiza el último domingo del mes de Julio, desde el año 2013 y que ya tiene su canción propia, autoría de Edelveys Cabrera.

En poco tiempo se ha logrado que este evento fuese declarada Fiesta Nacional.

No faltaron que meritorias plumas compatriotas como la del doctor Emilio Frugoni y de la poetisa Juana de Ibarbourou le dedicaran poesías a Colonia Suiza.

La tradición de nuestros colonos encuentra en Nueva Helvecia su expresión más destacada, tanto sea en las comidas, ceremonias, vestimentas, costumbres, música y danzas.
Refiriéndonos a estas dos últimas expresiones artísticas debemos destacar que el coro Concordia fue fundado en 1912 y es el decano del país; en 1939 en el barrio Concordia se creó un grupo de danzas folclóricas alpinas a cargo de don Eduardo Hartmann y en 1962 en ocasión del Centenario se formalizó un nuevo grupo que hoy día y desde 1973, se le conoce como Los Alegres Alpinos “Die Lustigen Alper,” nombre sugerido por la profesora Eva Schöpf.

En 1986 fue creado otro grupo de danzas, Violeta de los Alpes “Alpenveilchen” con bailes suizos, alemanes y austriacos en un grupo integrado por tres acordeones, un órgano, una batería, dos pares de cucharas suizas un bajo y un vocalista.

En 1997 las señoras del Club Zapicán tomaron la iniciativa de formar un grupo con niños y adolescentes, que solo interpretaran danzas suizas en los festejos del 1º de agosto; es así que crearon el conjunto Flores Suizas Schweizer Blumen para este evento.

Las expresiones criollas también han tenido su lugar en nuestra cultura local.
La profesora Raquel Sagasti al frente de Raíces Orientales es una de esas manifestaciones pues como ella expresaba “los colonos, cuando llegaron a esta tierra no la encontraron totalmente vacía, sino que había ya instalada otra cultura con la cual, con el paso del tiempo, fueron formando las características que distinguen a la colonia”.

En 1999 nació Llamada Local la primera comparsa de Nueva Helvecia que ha logrado la aceptación y simpatía de la población reflejada en los aplausos que reciben en sus presentaciones.

También “el séptimo arte” como se le denomina al cine, ha tenido su participación local.
En 1999 se filmó “Los Caminos de la Fatalidad” el mismo título de uno de los capítulos del libro escrito por Raddy Leizagoyen.

En el año 2001 se realizó otra película, “In Memorian”, cuya trama es un rescate histórico de los colonos situándose en los años cercanos a 1864 donde sobrevino la gran sequía y el quiebre de la firma Siegrist & Fender, -el respaldo financiero de la colonia- que obligó a muchos a alejarse del lugar, situación que llevó a Elías Huber a escribir que “se separó el grano de la paja”

Los responsables de estas dos filmaciones fueron Fernando Henríquez y Nelson Silva con la participación de muchos extras locales, precisamente Henríquez pretendía resumir su idea diciendo que: “el nudo del trabajo fue hacer que se encontraran dos culturas que terminaron uniéndose para hacer lo que hoy es Nueva Helvecia.”

En agosto de 2017 se presentó otra película local, El Molino Quemado.
Fue dirigida por Martín Chamorro Micaela Domínguez y Cecilia Lanwagen y la participación de personas locales que tuvieron a su cargo el relato de historias y leyendas en torno a esta vieja edificación más que centenaria.

Por supuesto que no faltó la participación del profesor Omar Moreira, una persona que desempolvó este tema y lo plasmó en más de un trabajo escrito.
Sería injusto dejar de reconocer el esfuerzo personal de Cesar Montelongo, por su contagiosa prédica del lugar, como su preocupación personal en todos los detalles de conservación y mejoramiento del sitio.

Para no perder la tradición heredada de nuestros abuelos, como expresa la canción “Que siga Sonando” que cantan y musicalizan Los Brillantes, los hijos de Nueva Helvecia siguen escribiendo sobre este lugar hablándonos de costumbres, personas, hechos, recuerdos, vivencias y sitios de relevancia.

En agosto de 2002 coincidente con aniversario de la independencia de Uruguay y la de Suiza, la educacionista lugareña Sonia Ziegler Milano presentó su obra “Memorias de mi tierra Colonia Suiza”, en cuyas páginas aparecen relatos y vivencias que para nosotros, no suenan como ajenas ya que a muchos nos tocan de cerca, retrotrayendo nuestros primeros pasos por esas calles.

Su inquietud por el terruño no quedó ahí, posteriormente escribió otras dos obras sobre lo que tanto le apasiona, la educación, sus títulos son “La primera Escuela de Colonia Suiza”, “Teófilo Gratwohl, Maestro”. Entusiasta con la historia local y con los descendientes de los colonos, agregó otros trabajos a su trayectoria de investigadora como: “Suizos en Uruguay”, “Pequeñas Historias de Grandes Mujeres”, “El Espíritu de los Ticinenses en el Uruguay”, “Memorias de mi tierra: antiguas costumbres” “El Alma de un Mundo Aparte” con historias del Hotel Nirvana y “Un Cura Suizo en Rosario”.

El Técnico Lechero Sergio Borbonet nacido en Canelones pero que realizó sus estudios primarios, secundarios y terciarios en Nueva Helvecia, nos ha dejado trabajos sobre su especialidad: la quesería.
En 2001 publicó “Historia de la Quesería en Uruguay” y en 2014 “Por las Huellas del Queso”. Hay que destacar que en su último trabajo ha delineado un tema no poco importante y que durante mucho tiempo fue impreciso; cuáles eran los límites geográficos que se consideraban para la elaboración del auténtico Queso Colonia. Los delineó con precisión, que no dan lugar a errores de interpretación. El mismo fue integrado con todo el territorio del Departamento de Colonia y penetrando en San José con el arroyo Guaycurú como límite externo, siguiendo por el Río San José hasta la ciudad capital, Ruta 25 hasta arroyo Del Tala y arroyo Luis Pereira hasta el Balneario Arazatí en el Río de la Plata.

El Técnico Borbonet, junto a un Equipo de colegas presentó un trabajo sobre Quesos de América del Sur, el cual fue galardonado “Mejor Libro de Quesos del Mundo”. El evento se realizó en marzo de 2011, el Teatro Folies Bergère en París, dentro del Gourmand World Cookbook Awards.

El escribir sobre este lugar y su gente, es una corriente permanente de sus habitantes.
Muchos son los trabajos, a veces pequeñas obras otras algo más amplia pero ninguna de ellas tienen desperdicio.

En ese género hay trabajos de la señora Gloria Schmidt Ernst que encara a personas y hechos que nos impresiona como que son cercanos a ella, pero que son dignos de conocerse. Los mismos los dejó plasmados en sus trabajos, “Lycet”, “Colonia Suiza Mía” y “El Laico”.

Un modo de relatar hechos y vivencias con un toque permanente de humor, es el género de Rodolfo “Raddy” Leizagoyen. Sus trabajos han sido “Los Caminos de la Fatalidad”, “Siempre se Casan las Mismas” y “Ya vas a Caer a Pedirme el Voto” .

Su contribución a la cultura fue reconocida por el Movimiento Nuevas Generaciones, otorgándole en diciembre de 2004, el premio “Monumento de Oro”.

En 2015 y utilizando técnicas digitales, el señor Miguel Cabrera Arriaga, con la colaboración de
sus hijos Álvaro y Fernando, logró publicar un trabajo que bajo el título de “Port Rätsel” reúne una infinidad de historias, anécdotas, vivencias y relatos por el estilo de la colonia suiza y su zona incluyendo al barrio La Concordia, al que le dedicó un ejemplar separado de 387 páginas. La gran variedad y cantidad de fotos que ha incluido en su trabajo, lo hacen de una amena lectura y comprensión.

Dentro de ese abanico de escritores locales está la Profesora y Licenciada Marice Ettlin que dentro de sus trabajos también le ha dedicado espacio a nuestra zona.

Una recopilación de información referente a la colonia suiza la escribió en “Bienvenidos a Nueva Helvecia la Colonia Suiza del Uruguay fundada en 1862” y “La Colonia Suiza que Casi no lo Fue Nueva Helvecia”

Un libro que puede resultarnos muy distinto a los ya conocidos de los escritores locales, primordialmente porque siempre se han enfocado primordialmente en los acontecimientos históricos locales, es el de la señora Cristina Casabó y cuyo título puede mostrarnos otra faceta que puede haya pasado desapercibida “Bancos Azulejados”.

La autora se tomó el trabajo de investigar clasificar y mostrar los diseños de los bancos de hormigón que se exhiben en el frente de las propiedades y de los espacios al aire libre, como también de señalar la ubicación de cada uno de ellos.

El libro está escrito en español, inglés, alemán e italiano, fue declarado de “Interés Cultural “por el Ministerio de Educación y Cultura y de “Interés Departamental“ por la Intendencia de Colonia.

Señala que la persona que los construye es la señora Betty Galán, la que logrado diversas figuras y diseños.
La señora Cristina Casabó ha sido distinguida con el Primer Premio en el Concurso de Esculturas “José Belloni”, organizado por la Embajada de Suiza y una Mención Especial en el Salón Nuevas Formas Escultórica como también obtuvo otra Mención Especial, junto con el Grupo Retinas, en el 34º Salón de Expresión Plástica de la Intendencia de Montevideo, en 1986.

De bancos y billetes
Que promisorio futuro ofrecía Nueva Helvecia para que dos instituciones bancarias abrieran sus sucursales en este lugar.

El Banco de San José y el Banco Hipotecario eligieron este lugar para instalar sus agencias; en el caso del “San José”, constituyó la primera agencia fuera de su departamento de origen, con el Hipotecario, “rompió” su política tradicional de abrir sucursales en las capitales departamentales.

Un dato curioso y quizás hasta poco conocido es que Colonia Suiza emitía sus propios billetes.

En el mes de abril de 1962, en adhesión al Centenario, se realizó en el local del Banco República una exposición de billetes y monedas que circularon en el Departamento de Colonia en épocas pasadas. Se exhibió un billete de doce vintenes, redactado en francés, sin fecha, impreso en los talleres Mège y Willems, de Montevideo y que podría corresponder a un período entre los años 1862 y 1869 llevando manuscrita la firma de Rodolfo Schmid como administrador y la identificación de “COLONIE SUISSE, NOUVELLE HELVETIE. ROSARIO ORIENTAL”.

Una piedra para el monumento
Un motivo de satisfacción lugareña, es el haberse elegido a Nueva Helvecia como representante de las colonias suizas de América Latina de donde llevar una piedra para ser colocada en la obra artística “El equilibrio de las Cosas”, que se ubicó en la ciudad de Berna, en una plaza ubicada entre el edificio del palacio federal oeste y el “Bernerhof”.

La obra pretendió reunir piedras de las casi 160 colonias suizas extendidas por todo el mundo. En América Latina se estiman en 50 los lugares identificados con nombres de Suiza.
La ceremonia de inauguración de la escultura, se cumplió el martes 22 de setiembre de 1992.

Miss Uruguay
Parecería que a Nueva Helvecia no le faltara nada o quizás muy poco, ya que la belleza de una de sus hijas trajo al lugar un cetro nacional en 1961 cuando la señorita Susana Lausarot fue electa Miss Uruguay en el Pabellón de las Rosas en Piriápolis.

Proyección hacia el Exterior
Nueva Helvecia se ha proyectado hacia el exterior del país mediante dos modalidades; la cooperación para lograr desarrollo económico-productivo y el hermanamiento de ciudades.

En 1998 se inician contactos con el gobierno canadiense tendientes a lograr el apoyo para obtener el acercamiento entre grupos económicos y productivos, mediante cursos de capacitación a aquellas iniciativas cuyas metas fueran obtener un desarrollo económico de la región.

La elección del Departamento de Colonia obedecía a que reunía características similares a la región del Québec.
En el año 2000 se dio apertura a tres “Agencias para el Desarrollo”, fueron en Juan Lacaze, Tarariras y la zona Este de Colonia con sede en Nueva Helvecia, a cargo de la Ingeniera Química Brigitte Malán.

El hermanamiento de ciudades es una práctica que se realiza con fines de intercambios culturales, artísticos y el quehacer comunitario entre poblaciones afines.
El sábado 12 de marzo de 2005 en el Hotel Nirvana, el consejero de la Embajada suiza Christian Scherrer anunciaba el hermanamiento entre Nueva Helvecia y Märshtetten en el cantón de Turgovia, lugar del que procedía Elías Huber el primer maestro que tuvo la colonia.

Posteriores gestiones no pudieron concretarlo con esa ciudad, pero se logró hacerlo con la Comuna de Lancy, desde donde se había recibido invitación para ello.
De este modo se concretaba una iniciativa nacida el 8 de noviembre de 2003 en la mesa de trabajo donde se trató como tema “Nueva Helvecia: Reflexiones y Perspectivas” que tuvo como paso previo la creación del Instituto de Lenguas, quedando de este modo comprometida la participación de la comunidad para lograr que en la práctica, se concretara ese hermanamiento de ambas ciudades.

Las tierras de Colonia
El Departamento de Colonia tiene la superficie aprovechada en un 100% en tareas agropecuarias y turísticas.
El apego natural de los colonos a la tierra, le dio nombre al departamento. Ha constituido un factor destacado, cada comunidad con su aporte a esta cultura, hayan sido ellos portugueses, ingleses, españoles, italianos, alemanes, franceses, austriacos y suizos, todos las cuales tuvieron su acogida bajo la Cruz del Sur del escudo departamental.

Hay un estudio y análisis realizado por el ingeniero agrónomo Walter Gugelmeier sobre la caracterización de la zona rural de Colonia Suiza, la que limita a un círculo que abarca aproximadamente 50 quilómetros en la zona Este de Colonia y un área menor lindero con el Oeste del departamento de San José, donde la zona rural de influencia abarca aproximadamente 80.000 hectáreas.

Nueva Helvecia se ubica al sur de ese círculo y constituye una fuerte base en la prestación de servicios a esa población, complementada con las agroindustrias y el turismo. La producción lechera constituye una proporción mayoritaria, seguida por la ganadera siendo la producción del conocido queso artesanal de Colonia Suiza un alto referente de la industria lechera.

Colonia tiene índices nacionales que la sitúan en la quinta parte de la producción de leche y en el 25% de la industria quesera.

Los ganaderos realizan el ciclo completo en base a pasturas, reservas forrajeras y producción propia de granos.

Las características de los suelos se observan en tres zonas, determinando distintas actividades:

En las márgenes del río Rosario y hasta unos 10 kms. es una zona predominante de superficies con planicies, zonas de laderas y suelos profundos de alta fertilidad, se encuentran los establecimientos lecheros y agrícolas con un mayor aprovechamiento.

Hacia el Norte y Este, entre los 10 y 25 kms. los suelos son de mayor pendiente con profundidad y fertilidad media, se encuentran establecimientos lecheros-queseros, ganaderos y agricultura de granos con algunas limitaciones de áreas.

Hacia el Norte entre los 25 y 50 kms. el suelo presenta pendientes importantes, fertilidad media y capas superficiales asociados a otros más profundos; en áreas menores hay pasturas mejoradas para la lechería ubicándose las empresas ganaderas de ciclo completo y lechera-quesera-ganadera en base a una proporción de suelo con campo natural. Hay limitaciones para la agricultura de granos.

Una referencia a la tierra, de parte del maestro Elías Huber, se registró el 22 de noviembre de 1861 en una misiva dirigida a su familiares en Suiza con palabras como que sentía “una alegría infantil con este suelo… la capa de tierra negra no es sólo de uno o dos pies de profundidad, sino que asevero no haber encontrado en ninguna parte menos de tres a cuatro pies de humus y hay lugares donde llega a cinco”. Un pie equivale a 30,48 cms.

Reflexión
Apreciando el éxito que cada año tiene la realización del “Día del Patrimonio”, está demostrando que los orientales se interesan por conocer su pasado histórico, se diría que carecemos de sensibilidad, si no valoráramos el sacrificio que realizaron los colonos en esta tierra para afrontar las adversidades.
La barrera del idioma para comunicarse con los lugareños, quizás con más posibilidad de aprender ellos el español que los criollos el alemán; el desprendimiento personal de don Doroteo García en su trabajo de lotear las colonias valdense y suiza, el sacrificio que debió costarles a los colonos traer desde Chile un pedagogo alemán para que educara a sus hijos y conservaran su lengua natal, llegando hasta compartir el recinto de oración de protestantes y católicos para sus cultos, como también para la educación escolar de sus hijos.

Es así que basándome en una Cronología que había preparado en el año 1987 para la Comisión Pro-Colonia Suiza Tradición y Trabajo, ampliándola luego y corrigiéndola con nuevas fechas obtenidas de la lectura de otras obras, dieron como resultado este trabajo que pretende reunir parte de lo aportado por los habitantes que volcaron su esfuerzo, solo o reuniéndose en instituciones y cuyo fruto ha sido que esta ciudad de Nueva Helvecia tenga el punto de destaque que merecidamente ostenta.
Hoy en día cuando los valores históricos tienden a ser dejados de lado, es cuando más hay que buscar en ellos para escudriñar como nuestros mayores resolvían en su momento las dificultades, que salvando distancias de tiempo y recursos, no eran muy diferentes a las actuales.

Como cierre transcribo una frase que se asemeja más a una sentencia y que aparece en el folleto recordatorio a los 90 años del Frauenverein, “Pobre aquél pueblo que olvide su pasado, su historia y su gente.”

 

 

Fuente: diario Helvecia