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Antonio Pippo

La aventura del tango CLAVEL DEL AIRE

EL TANGO DE ANTONIO PIPPO EN DIARIO URUGUAY.
El músico, compositor y director de orquesta argentino Juan de Dios Filiberto, hombre huraño, propenso al enojo, y el dramaturgo y poeta uruguayo Fernán Silva Valdés, de carácter apacible e intelectualmente más preparado, se conocieron de modo casual. Cultivaron durante algunos años una relación cordial, aunque no se pueda decir que hayan sido amigos cercanos.

Nadie sabrá si fue por tan diferentes talantes, y pese a que ambos defendían la corriente nativista en la evolución del tango, pero más allá de charlas y amagues varios sólo compusieron juntos una sola obra, Clavel del aire, en 1929, que les generó merecida satisfacción.

Si bien al paso del tiempo el tango con influencia de música del campo fue dejando paso a otros aportes en su evolución, Clavel del aire, aunque haya perdido hoy el interés de los intérpretes más notorios, aún es reconocido como una pequeña perla de brillo perenne.

Primero fue escrito el poema; luego, Filiberto aportó la hermosa y peculiar melodía.

-Como el clavel del aire,/ así era ella,/ igual que la flor/ prendida en mi corazón…/ ¡Oh, cuánto lloré/ porque me dejó!/ En esta región,/ igual que un ombú/ solito y sin flor,/ así era yo./ Y presa del dolor/ los años viví,/ igual que un ombú,/ en esta región./ Y mi ramazón/ secándose iba/ cuando ella una tarde/ mi sombra buscó./ Un ave cantó/ en mi ramazón,/ y el árbol sin flores/ tuvo su flor…

Es un tango rodeado de unas cuantas curiosidades.

Silva Valdés sabía que el clavel del aire es una planta del género Tillandsia que tiene más de seiscientas cincuenta especies; es la más diversa de la familia de las Bromeliaceae y se encuentra en los desiertos, bosques y montes del sur norteamericano y por toda América Latina. También llamada “planta azul”, crece enlazada por las raíces de los árboles que les sirven sólo de sujeción, tomando el agua y los nutrientes del aire a través de las hojas. Pero quizás ignoraba –o no le prestó atención por considerarla una superstición- que según las milenarias creencias chinas del Feng Shui, si el clavel se traslada al interior de una casa “traerá mala suerte porque al aire libre representa estabilidad y encerrada causa desequilibrios energéticos”. O sea, “provoca mala suerte” que, para ser evitada exige su ubicación en macetas a los lados exteriores de la puerta principal. El poeta, que incluyó en sus libros hasta referencias a sitios que llamó “cabarés criollos”, confesó: -Yo sólo quise llevar nuestra música un paso atrás, hacia aquellos buenos tiempos del tango primitivo.

En cuanto a Filiberto, apenas se interesó por otra cosa, coincidente con esa frase de Silva Valdés; además de encantarle los versos, le permitieron crear una melodía que definió así: -Muy cantábile, con una introducción antes de cada una de sus dos partes, que alterna un fragmento rítmico y otro con alargados y expresivos acordes. Es que su interés esencial era retomar el tango “nativista” que había iniciado con Caminito.
Pero no es todo.

Tania estrenó este tango en 1929 en el teatro Argentino, al final de la primera función de Fábrica de juventud, obra de Tolstoi adaptada por los hermanos Armando y Enrique Discépolo, en la que también actuaron Faust Rocha y Ángel Magaña. Discepolín, que se había reservado el papel principal, compuso como tema central su tango En el cepo (luego titulado Condena), que, para su decepción, fue arrasado por el éxito de Clavel del aire.
El tema de Silva Valdés y Filiberto fue grabado, según el orden de los registros discográficos, por Canaro con el dúo integrado por Charlo y Ángel Ramos, Patrocinio Díaz –en una de las primeras interpretaciones con órgano y guitarra que se conocen-, Ignacio Corsini, Carlos Gardel, Hugo del Carril, Armando Pontier con Roberto Rufino, Carlos Di Sarli con Oscar Serpa, Juan D’Arienzo con Jorge Valdez, Carlos García con Hernán Salinas y, de manera instrumental, por la orquesta de Florindo Sassone. También llegó al disco cantado a dúo por Pedro Vargas y Libertad Lamarque y por los tenores mexicanos Juan Arvizu y Tito Guizar.
Sobre este intérprete, vale recordar que cantó Clavel del aire en una película en castellano rodada en Hollywood, dirigida por Richard Harlan, en la que también actuaron Amanda Ledesma, Zully Moreno y Pepita Muñoz.
Por suerte, la peripecia de este clavel parece contradecir los sombríos vaticinios del Feng Shui.