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¿Qué pasó fundado el Fuerte San José, y luego de San Felipe y Santiago, detrás de la muralla?

MONTEVIDEO INVESTIGADO.
Montevideo era una ciudad pequeña, con una población poco numerosa. Se calcula que, en 1805, no sobrepasaba los 10.000 habitantes. Predominaban los blancos, españoles y criollos, aunque existía también un alto porcentaje de residentes negros, esclavos o libertos. Había también algunos extranjeros y muy pocos indios.
En Octubre de 2017,  nos venimos a enterar que los relicarios de los santos patronos de la ciudad fueron traídos desde Roma y quedarán permanentemente en la Catedral de Montevideo. Porque la conmemoración religiosa, sirvió como acto para formalizar el arribo de las reliquias de los santos apóstoles Felipe y Santiago considerados patronos de Montevideo. Con ello ahora los santos apóstoles se quedarán permanentemente en la famosa Catedral .Además se sabe que las reliquias de San Felipe y San Santiago eran veneradas en la cripta del altar mayor de la Basílica de los Doce Apóstoles en Roma. Los relicarios contienen restos del omóplato, la tibia, dientes y vestimenta de los mártires.

La historia del patronazgo de los apóstoles se remonta a la época en que España decidió fundar una nueva ciudad en su Virreinato del Río de La Plata. Entonces comenzaron a llegar los primeros colonos desde Buenos Aires y en diciembre de 1726 se fijó la jurisdicción de la ciudad de Montevideo. Un año más tarde Pedro Milán, militar que participó en la organización de la villa decidió que los patronos de la nueva ciudad serían los santos apóstoles Felipe y Santiago, hecho que fue ratificado el 1 de enero de 1730 con la constitución del primer Cabildo.

La fiesta patronal era solemne y una de las más importantes del año, comparable con la de Corpus Christi. Toda la sociedad, autoridades civiles y eclesiales, junto al pueblo, se reunía para celebrarla. Tiempo después la fiesta pasó al olvido y no fue sino hasta el ano 2014 que el Cardenal Sturla revitalizó la fiesta de los santos patronos de la ciudad.

La vida de sus habitantes era tranquila, sin demasiado lujo ni problemas económicos. Los españoles eran los que desempeñaban los cargos políticos de mayor jerarquía. Los comerciantes mayoristas eran los que se enriquecían por la venta de mercaderías de casas afamadas de España. Los comerciantes minoristas, los profesionales y los empleados constituían la clase intermedia.

Luego de recuperar Colonia del Sacramento, a partir de 1716, los portugueses se dispusieron a extenderse por el territorio del actual Uruguay, sin duda infringiendo el Tratado de Utrech. Para eso partió desde el Brasil, una expedición marítima al mando de Freitas Fonseca y en diciembre de 1723 ingresó en el puerto natural situado en el Monte VI desde Este a Oeste de la costa del Río de la Plata.

La noticia de tal invasión produjo una reacción inmediata del gobernador español en Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, quien exigió a los portugueses a retirarse y como no lo hacían, Zabala comenzó a organizar un contingente militar, por lo que los portugueses en inferioridad de condiciones, optaron por retirarse. Ya con anterioridad el Rey español había exigido a Zabala la construcción de un fuerte sobre este lado del Río de la Plata, pero éste se negaba, aludiendo a la falta de recursos económicos para poder realizarlo.
El trazado de la ciudad, que se llamó originalmente San Felipe y Santiago de Montevideo, fue realizado por Pedro Millán. Las manzanas fueron delineadas según las Leyes de Indias, y en ángulos rectos.

La finalidad de la fundación de la ciudad de Montevideo fue esencialmente militar, para prevenir cualquier incursión portuguesa, especialmente desde Colonia que en el momento de la fundación ocupaban los portugueses, por lo tanto se impuso que ella fuera una plaza fortificada.

A corta distancia de la costa del Río de la Plata, donde hoy se encuentra la Plaza Independencia, se levantaba una poderosa fortificación, la Ciudadela. Esta demoró 40 años en ser construida totalmente desde 1742 a 1782, era una formidable fortificación de piedra, material que abundaba en la zona, conformada por una gran plaza de armas rodeada por altas y gruesas murallas, que tenía en cada esquina altas torres romboidales donde era posible emplazar poderosas piezas de artillería. Estaba rodeada por un foso de enorme ancho y profundidad, que podía ser inundado desde el mar, cruzado hacia la ciudad con un puente levadizo.

El proceso fundacional de la ciudad se enmarca entre 1724 y 1730, período durante el cual comenzaron a arribar los primeros pobladores provenientes de Buenos Aires y de las islas Canarias.

Existen al menos dos explicaciones acerca del origen del nombre Montevideo: la primera afirma que el nombre proviene de la expresión en portugués «Monte vide eu», que significa «Yo ví el monte», frase pronunciada en la excursión de Fernando de Magallanes al divisar el Cerro de Montevideo.

La segunda dice que los españoles anotaron la situación geográfica en un mapa como «Monte VI De Este a Oeste«.

En 1724 Zabala llegó desde Buenos Ayres a la zona del Monte VI de E.a O., con un grupo de 110 soldados 1.000 indígenas, con una batería de 10 cañones, para construir un Fuerte, que llamó Fuerte de San José.

Una vez emplazado el Fuerte, Zabala volvió al lugar, haciéndose acompañar por un grupo de familias originarias de las Islas Canarias afincadas en Buenos Aires, con un total de 37 personas, que fueron los primeros pobladores civiles de la nueva colonia. Para entonces, se había reclutado otro contingente de colonos en las Islas Canarias y en Galicia y poco tiempo después arribó una treintena de familias más.

Desde la ciudadela, que estaba situada dentro del límite de la ciudad, se extendía hasta el agua una muralla de similares características, a través de la cual solamente dos portones daban acceso a los campos exteriores a la ciudad; terminada también en dos fortificaciones elevadas, llamadas el Cubo del Norte, el Cubo del Sur. Por el oeste, en el extremo de la península se encontraba otra importante fortificación, el Fuerte de San José, originaria construcción efectuada por Zabala.

Montevideo era una formidable fortaleza, en la cual estaban emplazados sobre los altos muros 300 cañones; y donde existía un enorme depósito de armas, municiones y pólvora a disposición de una dotación militar importante para su época.
Además, era la base naval de la Marina Real española en el Río de la Plata; y en su bahía fondeaban continuamente las naves de guerra españolas que patrullaban las costas americanas del Atlántico sur.

Sin embargo, la imponente ciudadela que llevó 40 años construir solamente subsistió medio siglo, ya que luego de la independencia, se comenzó su demolición, utilizando sus sólidos materiales para otras obras de la ciudad. Demolidas inicialmente las plataformas de sus esquinas, el cuerpo principal funcionó como mercado público hasta 1879, en que fue demolida por completo.

Actualmente, sólo es posible ver un pequeño fragmento de sus muros, cerca de uno de los extremos del Teatro Solís. Bajo tierra permanecen, sellados, algunos de los túneles que comunicaban la Ciudadela con las fortificaciones cercanas.

La arquitectura de la época colonial se conserva en algunas construcciones de la Ciudad Vieja, y responden al estilo neo-clásico español.
Montevideo era sede del poder español y de la sociedad jerarquizada en etnias y clases.
POBLACIÓN Y ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL

El grupo de alrededor 30 familias provenientes de las Islas Canarias y de Galicia, llegó a Montevideo el 19 de noviembre de 1728, juntamente con un contingente militar de 400; quienes llegaron en el barco “Nuestra señora de la Encina”, el 27 de marzo de 1729 llegará otro grupo de inmigrantes que venían a poblar Montevideo.
Por otra parte, Zabala procedió a organizar institucionalmente el gobierno de la ciudad, designando su primer Cabildo que instaló el 1º de enero de 1730, con el cometido propio de esa autoridad municipal, de administrar la ciudad y asegurar el orden público entre sus pobladores.

Se creó un cuerpo de milicia para la defensa de la ciudad, llamado Cuerpo de Corazas, al mando del cual fue designado uno de los primeros pobladores, Juan Antonio Artigas, abuelo del Gral. José Gervasio Artigas.
Posteriormente, en 1751, el Rey de España dispuso que en Montevideo existiera un Gobernador, nombrado directamente por la Corona. Los Gobernadores de Montevideo, fueron José Joaquín de Viana entre 1751 y 1784; Agustín de la Rosa, entre 1784 y 1771; nuevamente José Joaquín de Viana entre 1771 y 1773; Joaquín del Pino de 1773 a 1790; Antonio Olaguer Feliú de 1790 a 1797; José Bustamante y Guerra de 1797 a 1804; Pascual Ruiz Huidobro de 1804 a 1807, y Javier de Elío de 1807 a 1818.

LAS PRIMERAS SEIS FAMILIAS DE MONTEVIDEO

1.Jorge Burgues de 35 años fue el primer poblador civil de la ciudad. Su esposa era Maria Martina Carrasco y tenían 3 hijos. Originario de Génova era Depositario General del Cabildo.
2.Juan Bautista Caillos era francés de 39 años, su esposa era Isidora Dunda y tenían 2 hijos. Se desempeñaba como soldado.
3.Juan Antonio Artigas nacido en Zaragoza, 30 años, su esposa era Ignacia Carrasco y tenían 4 hijos. Era capitán de la milicia de defensa.
4.Sebastián Carrasco, 44 años de edad, originario de Buenos Aires, su esposa era Dominga Rodríguez, tenían 2 hijos.
5.José González de Melo tenía 42 años, originario de Buenos Aires, su esposa era Francisca Carrasco, tenían 3 hijos. Se desempeñaba como alcalde de primer voto.
6.Bernardo Gaytan, 43 años, originario de Buenos Aires, su esposa era María Enriquez y Lara y vinieron con 3 de sus 6 hijos. Era Alcalde Provincial.
Datos de «San Felipe, sus primeros fuegos» de Alberto Fraga

•Había 4 hermanos en estas seis familias, Sebastian, Maria Martina, Ignacia y Francisca, siendo en la práctica la familia Carrasco el grupo fundacional de Montevideo.
•Los jefes de familia eran originarios de Buenos Aires, Francia, Italia y España.
•17 sumaban los niños de estas primeras 6 familias, 12 eran primos.
Comerciantes, prestamistas, estancieros ausentistas y altos funcionarios, formaban una clase alta que todavía olía a los orígenes humildes de sus antepasados canarios, vascos y catalanes.
Pequeños tenderos, pulperos, militares y funcionarios de baja graduación, y artesanos, integraban las clases más humildes y, socialmente por debajo, el tercio de la población era negra y esclava.

El grupo más modesto de la población estaba integrado por artesanos (albañiles, panaderos, herreros, carpinteros, ladrilleros, carreteros, jaboneros), peones de barracas, puerto y saladeros. El grupo más discriminado estaba conformado por negros esclavos y libertos, que se dedicaban al servicio doméstico.
DATOS EXTRAS

El 19 de noviembre de 1726, en el navío ” Nuestra Señora de la Encina” llegaban de España para fundar Montevideo, las primeras familias canarias. Numerosos matrimonios ya consolidados, con hijos o bien recién comenzando su vida en familia, prevalecían entre aquel puñado de esperanzados emigrantes. Domingo Berridi, natural de Andoain ( provincia de Guipúzcoa ), le prometió a su novia María Antonia, conducirla hasta el altar. El padre le argumentó que la pequeña Antonia solo tenía 16 años demostrando poco entusiasmo ante la propuesta. Berridi insistió recordándole a éste su “empadronamiento”, (Registro como poblador de Montevideo , situación que le daba derecho al reclamo de determinada cantidad de cabezas de ganado, un solar y una chacra) . Finalmente, la insistencia y la franquicia otorgada a los primeros pobladores, emblandeció al Sr. Juan Bautista Callo y autorizó la boda para los primeros meses del año 1727.

Fue así que comenzó a circular por aquellos tiempos esta invitación; ” JUAN BAUTISTA CALLO e ISIDORA DUNDA tienen el agrado de invitar a Ud al enlace de su hija MARÍA ANTONIA con DOMINGO BERRIDI vecino de esta plaza,natural de Andoain, Guipúzcoa”.
La ceremonia religiosa se celebró en la Iglesia Matriz de Montevideo el 30 de enero de 1727 y fue la primera boda en dicho lugar.

Fuente: Profesora  Claudia Solís Umpiérrez