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Este Sur

El facilismo y la más hermosa lección que un docente me enseñó

LA OPINION EN EL URUGUAY. Desde Montevideo/Esc. Beatriz Marenco, Directora de Relaciones Institucionales CELADE, para Diario Uruguay.

Fue una de mis últimas materias en aprobar en la Universidad, Filosofía del Derecho, asignatura que terminó apasionándome como ninguna. Mi profesor en aquel tiempo tenía el arte de saber captar nuestra atención y sabiéndonos jóvenes y con intereses que apuntaban a un futuro que ya a esa altura nos parecía perceptible, sabía que el cine, la música, la historia, y los hechos de la vida cotidiana serían el vehículo perfecto para llevarnos a comprenderla. Hoy volvió a mi recuerdo, la enseñanza más linda que recibí en esa casa de estudios.

En el examen final, luego de haber explicado con seguridad las teorías de Kant, Locke y Hobbes, llega la pregunta más extraña e inesperada, y sabiendo que mi respuesta sería determinante para la aprobación, quedé en blanco sin saber a dónde me llevaba.

El Dr. Pregunta ¿usted es casada? A lo que respondo, aun no, vivo con mis padres. Continúan sus preguntas… sus padres le han exigido durante su carrera o antes aun de su ingreso a la Universidad, que estudie… que estudie todos los días… que se esfuerce, ha sentido obligación, en algún momento? A lo que respondí que no. Continué… afirmando que nunca había sido necesario, que me gustaba estudiar, que lo hacía con tesón y nunca sentí exigencia alguna. Largo silencio siguió ante la mirada de todos los que allí se encontraban, y no entendiendo como salir de ese momento, y ante su mirada y su silencio expectante, continué.

“He visto siempre en mi hogar, a mis padres trabajar mucho, esforzarse, levantarse de caídas, y encontrar de los infortunios las mejores posibilidades. Los he visto estudiar, lo he visto leer, pensar, pero por sobre todas las cosas he visto que nada se logra sin esfuerzo, sin tesón, sin sacrificio.”

Acaba usted de responder mi pregunta- me dijo- a usted le han exigido de la mejor manera, con el mejor ejemplo. Nuestro tema hoy- asintió- es el facilismo. Ese día me enseñó lo que hoy muchos condenamos, el facilismo de no querer perseverar, el facilismo del menor esfuerzo, el de dejarse vencer, el del camino más corto. Y es así que hoy sentimos preocupación por ese facilismo, y el descenso del nivel educativo que cada día se muestra como una realidad ineludible.

El estudio es una disciplina de la mente, no es un simple pasatiempo, es un esfuerzo constante, tenaz, que proporciona un placer en cuanto nos permite lograr la consecución de las metas, que es dicen, renunciamiento y acá cabe preguntarnos a qué? porque muchas de esas cosas a las que creemos renunciar son triviales.. y que en nada se comparan con lo valioso de construir un proyecto, encarar un emprendimiento o llevar adelante nuestro destino personal.

No es un entretenimiento el tiempo que un deportista le dedica a mejorar su marca, el tiempo que un músico le dedica a su instrumento, el tiempo que un investigador dedica tratando de llevar luz donde hay oscuridad. Ejemplos de sacrificio, de esfuerzo, de lograr algo de cero, hay miles y han venido de grandes y valiosos nombres en la historia.

Hoy recordé a un gran docente que enseñaba y seguramente sigue enseñando, hablando de historia, de cine, de música, porque llegar, se llega con esfuerzo y con voluntad férrea, de lo contrario terminaríamos viendo la decadencia en la mirada y en la actitud opaca de muchos al pasar.

Mis respetos al Dr. Etcheverry y gracias a mis amigos, que trajeron a mi memoria hoy esta historia, ejemplos ellos también de esfuerzo, dedicación y creatividad para lograr su destino.