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Museo Chacarero

Washington Cataldi, es el dirigente de la AUF, más odiado por la OFI

ARCHIVOCES DE LA OFI. Desde Rivera/Eduardo Mérica para Diario Uruguay. ARCHIVO/Lunes 30 de noviembre de 1987.

 

En una línea el enemigo público número uno de OFI

La gran pregunta a Cataldi: ¿Qué es para el entrevistado la puerta grande?… ¿cree acaso que somos enanos liliputienses?

«Un ex dirigente y/o político montevideano lanza una verborrea plagada de contradicciones, de olvidos y de asimilaciones o identificaciones absolutamente inaceptables… términos y conceptos verdaderamente agraviantes hacia los dirigentes del interior»

 

El Noreste de OFI y su «Modesto» proceder para sacarle la careta al político Washington Cataldi. Esta es una historia que habla de una historia sin final. Nos referimos a los intentos fallidos de integrar el fútbol de Uruguay. Más allá de algunos enojos, la definición marca todo un estilo. En este caso, en 1987 patrocinado por el diario El Día, llega después de mucho tiempo un debate inesperado sobre la «Integración del Fútbol Uruguayo» que provoca un gran desahogo en ambos bandos (AUF – OFI). Por un lado las declaraciones del entonces Representante Nacional Washington Cataldi, cierra una vez más los caminos del fútbol y obliga a los principales dirigentes del fútbol chacarero a responderle para despejar todas las piedras de sus caminos… Entre ellos, surge el escribano Modesto Iturralde, presidente de la existente Confederación de Fútbol del Noreste que en determinado momento se pregunta ¿Qué es para el entrevistado la puerta grande?, ¿cree acaso que somos enanos liliputienses?. Y prosigue con total sinceridad reconociendo…

«La Confederación de Fútbol del Noreste, en su rica historia, dados sus aportes positivos en pro de la integración del fútbol uruguayo, siente que esa integración no es meramente la creación de un calendario común, disputar partidos y que con sólo eso esté la integración en marcha»

«Reconocemos la importancia de competencias comunes, a fin de ir acercándonos a esa meta o ideal común por lo que fundamentalmente el fútbol extra Montevideo, pueda disputar un campeonato uruguayo y que por lo tanto, la representatividad de todo el Uruguay y no una representatividad de una ciudad, por más importante que ésta sea»

«Somos absolutamente conscientes de las tremendas dificultades, de los muchos escollos a salvar. Somos conscientes del distinto enfoque de los clubes capitalinos y los clubes del interior. Serán sin duda necesarias muchas jornadas de trabajo, mucho diálogo, muchas transacciones, para llegar a un entendimiento del que nadie pretenderá sacar partido sino que deberá haber un único ganador, el fútbol uruguayo»

«Un ex dirigente y/o político montevideano, lanza una verborrea plagada de contradicciones, de olvidos y de asimilaciones o identificaciones absolutamente inaceptables y en algún momento, términos y conceptos verdaderamente agraviantes hacia los dirigentes del interior. ¿Qué es para el entrevistado la puerta grande?, ¿cree acaso que somos enanos liliputienses?. En su extensa nota carente absolutamente de argumentos, acusa a los dirigentes del interior de pretender llegar a ser dirigentes de Montevideo»

«Alguien le hizo creer que, por encima de todo el respeto que nos merecen afortunadamente la mayoría de los dirigentes de Montevideo, puede llegar a ser aspiración de nadie ser dirigente de Montevideo. Cada uno en su medio y con lo suyo. Injustificada y grosera afirmación, proveniente como tantas otras que mencionaremos, del tremendo error conceptual (o quizá no tal error) al pretender identificar «INTEGRACIÓN DEL FÚTBOL URUGUAYO» dicho así con mayúscula, a que el interior se someta a las veleidades del fútbol montevideano; el fútbol del interior, su órgano rector OFI concibe la integración del fútbol uruguayo en términos verdaderamente renovadores con órganos que en un pie de igualdad, dirigentes de tierra adentro y dirigentes de Montevideo discutan y acuerden cómo se hará la integración a nivel político, a nivel deportivo e incluso a nivel económico. Mal puede ser una integración, pretender que el interior se someta a la estructura actual del fútbol montevideano entrando por la divisional amateur de ese fútbol, sin pretender por esto de ninguna manera menospreciar la división referida»

«Por un momento reflexionemos, el fútbol del interior con casi 1.000 equipos afiliados a OFI, que representan aproximadamente 70.000 jugadores, con más de 20 estadios iluminados con capacidad superior a la mayoría de los estadios de Montevideo, con calendarios preestablecidos en el que participan 21 representaciones de los distintos departamentos en los campeonatos regionales. ¿Se pueden acaso llamar integración abandonar todo esto y someternos a los inciertos calendarios del fútbol montevideano?»

«Merece especial referencia las afirmaciones del señor Cataldi sobre lo que el fútbol del interior unánimemente entiende una de sus más caras conquistas, el pase con consentimiento. Quizá dicho «dirigente – político» añora las épocas de verdadera piratería (sería larga, muy larga la lista de adeudos impagos, que en su momento hubieran sido muy útiles), aquella en la que veíamos a dirigentes de Montevideo «conversando» a nuestros jugadores en plena disputa de los campeonatos, cuando no simplemente los llevaban con promesas que nunca cumplieron…»

«Y Cerro Largo tiene un triste recuerdo, cuando en vísperas de un campeonato sudamericano del fútbol del interior realizado en Bahía Blanca, República Argentina prácticamente del vestuario nos llevaron jugadores sin importar ni medir que se perjudicaba a Cerro Largo sino al fútbol uruguayo a quien en este iba a representar en el referido evento».

«Finalmente debemos puntualizar la pretendida acusación de profesionalismo negro o amateurismo marrón, en síntesis afirmación de la no profesionalización del fútbol del interior; es su afirmación y a partir de ella o amparándose en esa afirmación que reiteramos es suya, que la lleva casi a nivel de verdad revelada, saca conclusiones, hace afirmaciones y pretende disfrazarnos para luego gritarnos y enlodarnos con un «hay que sacarse la careta».

«Afirmamos con absoluta propiedad, que no tenemos que sacarnos ninguna careta, la situación real es por todos conocida y por nadie negada, es quizás ésta una de las principales preocupaciones que incentivan nuestra lucha hacia la integración, que no se pretenda por lo tanto confundir nuestra situación con el llamado amateurismo de la «C» sobre el particular solamente desafiamos públicamente a quien pretende la asimilación a que diga qué y cuántos jugadores han surgido de la divisional «C» y cuántos del Interior y que engrosan hoy los cuadros de la primera «A» de la Asociación Uruguaya de Fútbol o seleccionado que nos representa en competencias internacionales»

(Frases extractadas de El Día en su edición del lunes 30 de noviembre de 1987)