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Sed de venganza siempre hubo de parte de la AUF contra la OFI

INTEGRACION AUF – OFI | INVESTIGACION Eduardo Mérica |16.07.2015|10:34:00

Los líos políticos deportivos entre la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Organización del Fútbol del Interior, al final terminaban prometiéndose justicia por mano propia, y nunca faltaron arengas inapropiadas de algunos «periodistas» de la prensa de Montevideo, que reiteraban las imágenes del escándalo del momento a veces hasta el hartazgo, ironizando sobre la negativa de los dirigentes chacareros, con los cuales no se podía -según la crónica- ni conversar sobre temas vinculados al fútbol uruguayo. Los conflictos tuvieron sus historias como lo ocurrido el sábado 24 de abril de 1965, cuando en la página 20 del diario El Día, se tituló:«OFI INTERRUMPE SUS RELACIONES CON AUF».

«…profundo desagrado por la «actitud corporativa» (de la AUF) al no considerar en tiempo y forma el Anteproyecto de Pases del Interior a Montevideo y el de Ayuda Técnica…»


 

Se cuenta que terminaron gritándose los dos (AUF y OFI), por la continuidad con el mal ambiente que se generó en la oportunidad en la interna de la dirigencia del fútbol de tierra adentro. Ya que esta vez les duró bastante el fastidio con el profesionalismo montevideano, al punto tal, que colmó toda la paciencia llamando a Congreso Extraordinario de la propia Organización del Fútbol del Interior, la cual fue presidida por el carmelitano René Fernández (padre del que fuera posteriormente vicepresidente de la OFI, Miguel Fernández, durante la presidencia del Coronel Héctor Conrado Lazcano, en la década de los 90), y precisamente en uno de los salones de la sede del Atlethic Club de Montevideo, un grupo importante de representantes de las distintas Ligas de la OFI, asistieron para tomar dicha decisión ante la AUF. René Fernández (Liga de Carmelo) fue el que presidió, actúan do en secretaría Héctor Goñi (Liga de Flores) y Batlle Giúdici (Liga de Rocha), y además, los siguientes delegados: CERRO LARGO con el Dr. Manuel Díaz Romeu y José A. Bianchi, COLONIA con el Coronel Artigas Miranda Dutra, DURAZNO con Alberto Adinolfi y Germán Acuña, SALTO con Anildo Supparo y el escribano Fernando Irazoqui, PASO DE LOS TOROS con Nelson Gómez Bermúdez, JUAN LACAZE con Luis Sole y Ricardo Lovisetto, LAVALLEJA con Pedro W. Tournie y Ruben Escudero, MALDONADO con Cartaut García y Emilio Laferranderie, NUEVA PALMIRA con Santiago Lavín, PAYSANDÚ con Domingo R. Ghelfi e Ives Odriozola, RIO NEGRO con Juan P. Doyenart y Jorge Temponi, RIVERA con con Alberto Manta y el Dr. René Fajardo, SAN JOSE con el Dr. Pedro Sfeir, Miguel Brusales y Antonio Porley, TACUAREMBO con Franco Antelo y Santos A. Gómez, TREINTA Y TRES con Aníbal Martínez y ARTIGAS con el escribano Hamilton Goncálvez.

Este extraño comienzo de romper relaciones con la Asociación Uruguaya de Fútbol, en suelo capitalino, sin violencia, sin agresión, tuvo también la participación de los consejeros del Ejecutivo de la OFI en pleno, así como la Mesa de la Confederación de Fútbol del Sur, con su presidente el Agrimensor Dardo Barceló Santurio y su secretario el escribano Juan A. Oxacelhay. Al fin de cuentas, los buenos resultados de este Congreso destaparon las broncas y por ello ese día «se resolvió por unanimidad aprobar lo actuado por el Consejo Ejecutivo de OFI», interrumpiendo las relaciones deportivas con los diez clubes profesionales de la Primera Divisón A, decretando e informando a la opinión pública que: «HASTA TANTO NO SE LOGRE PLENO RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS QUE ASISTEN AL FUTBOL DEL INTERIOR Y AL LOGRO DE UN SISTEMA DE PASES QUE CONTEMPLE SUS LOGICAS ASPIRACIONES».

Pero además los colosos dirigentes de la OFI, comunicaban:«Mientras no se obtenga adecuado sistema al respecto las Ligas y Clubes no concederán pase a ningún jugador para ningún club de Montevideo, salvo casos excepcionales que a juicio de las Ligas merezcan tal concesión, debiendo en esos casos elevarse los antecedentes al Consejo Ejecutivo de OFI; los jugadores que violen esta disposición no podrán actuar en ninguna Liga del Interior»

También se suma a los antecedentes no del todo pacíficos que en esa jornada negra se acordó manifestar el repudio del Congreso por la actitud del Club Atlético Cerro y las restantes instituciones de la AUF, que ampararon con su silencio la posición asumida por dicho club al retirar de la concentración de la Organización del Fútbol del Interior, al jugador Artigas Rondán, señalando asimismo, su profundo desagrado por la «actitud corporativa» al no considerar en tiempo y forma el Anteproyecto de Pases del Interior a Montevideo y el de Ayuda Técnica, que fueron remitidos el año anterior (1964), denunciando a la opinión pública desconocimiento de la Junta Dirigente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, de elementales principios de equidad al negarse a escuchar al Consejo Ejecutivo de la OFI, antes de adoptar resolución en el pase de Rondán.

Finalmente la dirigencia del interior de Uruguay solicitaba la inmediata intervención del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social con la finalidad de fiscalizar el problema, sugiriéndole que designara una Comisión de cinco miembros integrada por un representante de dicho Ministerio, otro de la Comisión Nacional de Educación Pública, uno de la Asociación Uruguaya de Fútbol, uno de la Organización del Fútbol del Interior y el último del Círculo de Periodistas Deportivos del Uruguay, los cuales estructurarían una legislación que amparara y contemplara las aspiraciones del llamado «fútbol del interior» y sus relaciones con la AUF. Ante ello, la misma debía expedirse dentro de sesenta días, facultándose al Consejo Ejecutivo de la OFI, con la condición: «para tomar las providencias  que fuere menester y realizar las gestiones ante las autoridades nacionales e internacionales ya sean de carácter estatal o deportivo, tendientes a lograr el reconocimiento de aquellos derechos, y acorde con el informe de carácter privado brindado por el Ejecutivo de la OFI al Congreso», demostrando otra vez que el operativo que movilizó a todo el interior funcionó a la perfeccción para atacar la soberbia de la AUF. Espectacular y cambiante.