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Fútbol Uruguayo

Más acusados en las investigaciones sobre la corrupción en la FIFA

La secretaria de Justicia estadounidense Loretta Lynch pronosticó que más gente, y tal vez «entidades», serán acusadas en relación con la investigación de hechos de corrupción en la FIFA por la venta de los derechos de transmisión de la Copa Mundial a Jack Warner a precios subvalorados.

«Anticipamos que habrá más acusaciones contra individuos y entidades», declaró Lynch en la sede de la FIFA. Agregó que se había reunido más evidencia desde el sorpresivo arresto de siete personas en un hotel de lujo de Zurich el 27 de mayo pasado.
Lynch no descartó que la CONCACAF y la Conmebol puedan ser acusadas formalmente.

 

El ente regulador del fútbol mundial quedó jaqueado por un escándalo de corrupción
que estalló el 27 de mayo en el que 14 funcionarios y ejecutivos de marketing ligados al deporte, incluidos varios miembros de la FIFA, fueron acusados de soborno, lavado de dinero y fraude por más de 150 millones de dólares.

 

«Si usaron el sistema financiero estadounidense» para actividades ilegales, «se las podría encausar», expresó.
En la misma conferencia participó el ministro de justicia suizo Michael Lauber, cuya dependencia lleva adelante una investigación paralela de los manejos del fútbol y de posible lavado de dinero, quien expresó que «las inversiones en bienes raíces pueden ser usadas para lavar dinero».
Los investigadores de Lauber han dicho que hay 121 cuantas bancarias sospechosas.

Lynch y Lauder ofrecieron una conferencia de prensa con motivo de su presencia en una reunión anual de ministros de justicia.
Dos días antes de las elecciones para presidente de la FIFA del 29 de mayo, el Departamento de Justicia estadounidense acusó formalmente a 14 dirigentes y ejecutivos del fútbol en relación con denuncias de sobornos y otras formas de corrupción por valor de 150 millones de dólares. También reveló que seis figuras se habían declarado culpables, incluido el exsecretario general de la CONCACAF y miembro del consejo ejecutivo de la FIFA Chuck Blazer, quien estaba cooperando con las autoridades.
Lynch no dijo si Blatter es uno de los blancos de las investigaciones o si podía ser extraditado en caso de viajar a algún país que tenga tratado de extradición con Estados Unidos.
Pero da la impresión de que las investigaciones ahora rebasan su marco original, que fue comprobar si había habido irregularidades en la selección de las sedes de las copas mundiales Rusia 2018 y Catar 2022.
El mismo lunes, Mark Pieth, profesor suizo de derecho penal, afirmó que Blatter es probable blanco de una investigación relacionada con la venta de los derechos de transmisión de los mundiales del 2010 y el 2014 al trinitario Warner.
Warner, ex presidente de la CONCACAF, es uno de los 14 acusados por los estadounidenses y está tratando de evitar su extradición. Dos hijos suyos se han declarado culpables.
Pieth opinó que Blatter había participado en maniobras de «desfalco» .

Siete de los acusados (entre ellos nuestro comptariota Eugenio Figueredo) fueron arrestados por la policía suiza en un allanamiento en un hotel de lujo en Zúrich dos días antes de que se realizara un Congreso en el que Joseph Blatter fue reelegido
para un quinto mandato consecutivo al frente de la casa madre del fútbol mundial.

 

La emisora suiza SRF publicó el viernes un contrato firmado por la FIFA en 2005 que vendió a la Unión Caribeña de Fútbol, controlada por Warner, los derechos de televisación de las copas mundiales de 2010 y 2014 por un total de 600.000 dólares.
Warner, en ese entonces vicepresidente de la FIFA y aliado de Blatter, otorgó los derechos a una compañía controlada por su familia. Después fueron vendidos por una suma de unos 20 millones de dólares a una emisora con sede en Jamaica.
El documento del contrato parece confirmar la afirmación de Warner en 2011, después que dejó la FIFA por haber sido implicado en sobornos, de que la FIFA le permitía controlar derechos baratísimos de la transmisión de los mundiales a cambio de ayudar a Blatter a ganar elecciones presidenciales.
Warner fue acusado en mayo en una investigación estadounidense sobre corrupción en el fútbol, aunque es el caso suizo el que podría amenazar a Blatter directamente.
«Tienen evidencias a primera vista. Eso significa que deben iniciar una investigación», afirmó Pieth, quien asiste a la conferencia de ministros de justicia.
La FIFA justificó este fin de semana el acuerdo caribeño aduciendo que cuando se otorgaron los derechos se requirió un reparto por mitades de las ganancias entre la confederación caribeña y la FIFA.
El acuerdo fue concluido en julio de 2011 y la FIFA reclamó los derechos de la Copa Mundial 2014. Warner renunció para evitar sanciones en un caso de sobornos para la elección de sede.
La FIFA afirmó que el organismo caribeño, durante mucho tiempo controlado por Warner, «incurrió en varias violaciones al contrato y no cumplió con sus obligaciones financieras».
Los investigadores estadounidenses afirman que Warner y Blazer participaron de un soborno de 10 millones de dólares vinculado con la selección de Sudáfrica como sede de la Copa Mundial del 2010 y la venta de los derechos de televisación del campeonato de la CONCACAF.
La FIFA no hizo comentarios por ahora en relación con las declaraciones de Lynch, a quien Blatter criticó por llevar a cabo las detenciones de mayo a solo dos días de las elecciones en la FIFA.
Blatter ganó esas elecciones, pero cuatro días después renunció. Sigue en el cargo a título interino, hasta que se lleven a cabo nuevas elecciones el 26 de febrero.

Lynch dirige el proceso por presunta corrupción contra varios dirigentes futbolísticos de América en la comercialización de los derechos de retransmisión y de marketing de torneos internacionales
en todo el continente.

“En Estados Unidos, esa investigación resultó en cargos que incluyen extorsión, fraude electrónico y lavado de dinero que abarcan dos décadas. Expuso (la investigación) a altos directivos de la FIFA, líderes regionales y otros cuerpos de gobierno bajo el resguardo de FIFA, así como ejecutivos de marketing deportivo que, de acuerdo con los indicios, pagaron millones de dólares en sobornos para obtener derechos de televisión y marketing de torneos internacionales”.
Bajo lo que fue catalogado como el fraude del Mundial, 14 individuos, incluyendo a nueve ejecutivos o ex ejecutivos de FIFA, fueron involucrados y actualmente enfrentan juicios. Cuatro de ellos se han declarado culpables.

La comparecencia de Lynch junto a su contraparte suizo, Michael Lauber, se presenta mientras el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, forzado a renunciar por las revelaciones, ha sido arrastrado a la mira de los investigadores.

Nueva evidencia ha revelado que en 2005 firmó un acuerdo para vender los derechos de la Copa del Mundo al ex directivo Jack Warner por un precio mucho menor al del valor del mercado. Blatter ha insistido en que está “limpio” antes las acusaciones de corrupción: “Tengo mi conciencia y son un hombre honesto. Estoy limpio. No estoy preocupado”

“Esperamos presentar cargos adicionales contra individuos y entidades”, explicó en una conferencia de prensa celebrada en Zurich. Lynch declinó hacer comentarios cuando le preguntaron si el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, estaba siendo investigado.
Antes, el ex consejero anticorrupción de la FIFA, Mark Pieth, declaró que Blatter debería enfrentar una investigación criminal por vender a precio menor los derechos de la Copa del Mundo a Jack Warner. Lynch aseguró en Suiza que nadie está por encima de la ley al referirse a la investigación que realizan a fondo en las entrañas de la FIFA y que continuará hasta sus últimas consecuencias.
En una conferencia celebrada en un salón cercano al hotel Bauer au Lac, donde la policía suiza arrestó a siete oficiales de la FIFA en mayo pasado, Lynch elogió el espíritu de colaboración que han establecido las autoridades suizas y estadounidenses en este caso.