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Fútbol Uruguayo

Cuentas claras a los clubes exige ahora un decreto firmado por el presidente de la República

FUTBOL URUGUAYO CONTROLADO.

A través de un decreto presidencial el gobierno busca que los clubes tengan cuentas claras, más aún cuando la mayoría están instalados en predios municipales. Pero en Uruguay, como en el mundo, son pocas las instituciones dispuestas a transparentar sus números.

Contrataciones millonarias, sueldos elevadísimos, dinero que no siempre se sabe de dónde sale. En el mundo los clubes profesionales en general y los de fútbol en particular están, ante la gente, asociados a la opacidad y a la falta de transparencia. Uruguay no es la excepción.

Ni la Asociación Uruguaya de Fútbol ni la Federación Uruguaya de Básquetbol cuentan con organismos capaces de controlar las cuentas de los clubes de manera real. Esta imprevisión tiene consecuencias económicas y deportivas. La más reciente fue la decisión de El Tanque, anunciada un día antes del Apertura, de no jugar por no poder afrontar sus deudas, lo que dejó un plantel sin trabajo y un campeonato sin un club.

En el deporte uruguayo muchos creen que si Uruguay caminara rumbo a la transparencia y desde ahí logrará impulsar un cambio a mayor escala, estaría en mejores condiciones de competir. “Si no lo querés ver por la positiva mirala por la negativa. Es hasta inteligente pensar que nunca vamos a poder generar el dinero negro que generan otros países y que a la hora de la competencia nos dejan en inferioridad”, dijo a 180 un dirigente de un equipo de Primera División.

El decreto de Vázquez

En setiembre de 2017 el presidente de la República, Tabaré Vázquez firmó un decreto en el que se incluyeron dos puntos. El primero es que al momento de que el club realice una transferencia también sea registrada mediante declaración jurada al mismo tiempo en la Secretaría del Deporte. El otro es que en un plazo máximo de 90 días transcurridos luego de la asamblea de socios, cada club presente el balance ante la Secretaría.

“Apunta a la transparencia de las transacciones económicas”, dijo a 180 el director de Deporte, Fernando Cáceres.

En este decreto fundamentó el pedido de información a 11 clubes, ante las “diferencias significativas” encontradas entre los pases registrados en la Asociación Uruguaya de Fútbol y las declaraciones juradas.

Esa potestad le corresponde a la Secretaría del Deporte, que también puede contrastar los balances en caso de que haya información que no le cierre.

“El fútbol no tiene un estatus especial. Le exigimos a la ciudadanía el cumplimiento de obligaciones muy necesarias en la actividad económica local y el deporte tiene que cumplir también”, dijo Cáceres.

Los clubes en predios municipales

En Primera solo Peñarol, Nacional, Racing, Liverpool y Atenas de San Carlos tienen sus escenarios en terrenos que les pertenecen. En abril del 2017 la Intendencia anunció que no renovaría las concesiones del Capurro, la cancha de Fénix, ni del Méndez Piana, cancha de Miramar.

Los clubes de fútbol y básquetbol que tienen sus instalaciones en predios municipales están todos dentro de la categoría “sin fines de lucro”, que también incluye a las ONGs.

El usufructo de esos terrenos requiere una contrapartida de las instituciones.

Entre los clubes que utilizan predios municipales está Biguá, quien el 23 de abril recibió la concesión del predio de Villa Biarritz por 20 años más. Hasta ahora recibía concesiones a 10 años pero en los últimos años el club se profesionalizó en todas sus áreas y mejoró su gestión. La buena relación generada entre Biguá y la Intendencia y el Master Plan, un ambicioso proyecto a varios años que mejorará aún más las instalaciones y la zona, llevó el permiso de usufructo a 20 años.

Desde el 2014 Biguá decidió hacer públicas las cuentas del club tanto ante sus socios como frente a toda la sociedad. En su página web se puede acceder al balance anual, que es a la vez auditado por la empresa Deloitte.

El club, que hoy cuenta con más de 300 funcionarios, tiene implementada la auditoría externa hecha por Deloitte desde el 2014.

Urunday Universitario es otro de los clubes que va en el mismo sentido. Si bien no publica en su página web la memoria y el balance, incluye un certificado del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas sobre “Políticas de gestión de calidad”. En su primer punto Urunday se compromete a ser “una institución transparente, profesional y ética que trabaje permanentemente por la mejora continua de sus servicios y la excelencia en su gestión”.

Cómo se manejan los clubes a nivel mundial

En España existe una ley llamada de Transparencia, acceso a la información púbica y buen gobierno, a la que los clubes deben responder. La ley tiene como objetivo “reforzar el derecho de los ciudadanos a acceder a la información sobre actividades públicas”.

Esa ley es la que obliga a todos los clubes a transparentar sus cuentas. El Barcelona y el Real Madrid tienen en sus páginas web el balance de cada año.

Si no es por obligación hay muy pocos casos que hayan decidido mostrar sus números. San Lorenzo de Almagro es uno de los ejemplos. En el sitio San Lorenzo Abierto los socios puede seguir la gestión diaria del club.

El nuevo Fair Play financiero

Desde agosto de 2018 comienza a regir un nuevo Fair Play financiero. Este nuevo escenario tendrá como objetivo fundamental regular el mercado de transferencias en tres puntos y todos son tendientes a limitar a los jeques árabes y a los multimillonarios rusos, quienes hasta ahora han burlado las reglas de transparencia de manera burda.

A partir de la presión ejercida por los grandes del continente como Real Madrid, Bayern, Barça Manchester United y Juve, la UEFA dio una vuelta de tuerca a una normativa en materia financiera dirigida fundamentalmente a limitar las faraónicas contrataciones de PSG y Manchester City.

Esta versión del Fair Play económico contemplará tres novedades fundamentales:

La más importante consistirá en limitar el déficit del balance de traspasos de cada equipo. Es decir, que la diferencia entre las adquisiciones y las ventas de los jugadores durante una temporada quedaría fijado en -100 millones de euros.

El segundo punto buscará limitar el número de jugadores en nómina a 25 futbolistas profesionales. Con esta medida la UEFA pretende evitar que algunos equipos, caso del Chelsea o el propio City, cuenten con cerca de 60 futbolistas con contrato aunque luego ceda a más de la mitad de su plantel.

La tercera novedad del nuevo reglamento financiero busca limitar a un máximo del 30 por ciento de la facturación total del porcentaje que pueden aportar benefactores provenientes del mismo país que el propietario del club. Dicha regla va dirigida directamente al PSG cuyo sustento económico son cuatro empresas vinculadas a su dueño: QTA, QNB, Ooredoo o ‘beIN Sports.

 

 

Fuente: 180