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Fútbol Uruguayo

Cuando el Dr. Amadeo Otatti, sugirió bajar la cortina de la Asociación Uruguaya de Fútbol

MUSEO CHACARERO |Investigación Eduardo Mérica| 30.08.2015|18:58

“BAJAR LA CORTINA” fue el título que utilizó el Dr. Amadeo Otatti, en la página 39 del diario El Día de Montevideo, el jueves 22 de octubre de 1992, en su columna habitual. En una expresión cargada de desesperanza, de frustación. Típica de quien comprende, con un sabor amargo en la boca, que la cosa no da para más. Que, al fin y al cabo, de nada valen las horas de esfuerzos volcadas al fútbol, cuando la intemperancia puede más que la razón.

 «… ha llegado el momento de “bajar la cortina”, como se dice gráficamemte. Y es que la irreflexiva actitud de la Mutual (y preferimos seguirla calificando de ese modo, a pesar de que ha sobrado tiempo para la reflexión) ha superado todo lo tolerable”

Al momento de escribir esta nota, la Asamblea de Clubes de la AUF, está tratando un tema de capital importancia. Nada más ni nada menos que la continuidad futura de la actividad futbolística, actualmente paralizada por la huelga de la Mutual. Y según hemos podido averiguarlo, son muchos los dirigentes -y no de los puedan estar sospechados de pretender sacar partidos del caos actual- que piensan seriamente que ha llegado el momento de “bajar la cortina”, como se dice gráficamente. Y es que la irreflexiva actitud de la Mutual (y preferimos seguirla calificando de ese modo, a pesar de que ha sobrado tiempo para la reflexión) ha superado todo lo tolerable. Porque cómo no comprender el enojo de Ceferino Rodríguez, cuando ha debido cancelar la participación de Nacional en la Supercopa, exponiéndose a duras sanciones económicas y deportivas!

O acaso, señores de la Mutual, Nacional tenía alguna responsabilidad en la génesis o desarrollo del conflicto por el que luchan. No, ninguna. Y tal daría la sensación de que la institución tricolor, ha sido tomada como rehén por la Mutual, entendiendo que su urgencia por arribar a una solución, en virtud de los compromisos asumidos en el plano internacional, iba a ser el hilo conductor para que la pretensión gremial fuera aceptada a cualquier costo. Como no va a estar molesto el Presidente tricolor cuando ha tenido que debatirse solo en defensa de sus derechos injustamente pisoteados, ante la indiferencia suicida de sus pares que quizás, han pensado que la situación no les tocaba demasiado cerca.

Pero, atención, no ha sido únicamente Nacional el damnificado. Lo han sido, y lo serán aún más en el futuro, los futbolistas que, con su mano en alto, votaron la huelga. Y que tarde o temprano, habrán de comprender que, por más que la raíz de sus reclamos no sea económica -eso es lo que declarado con rara unanimidad- si habrán de ser de esa naturaleza y muy difíciles conjugar, los prejuicios que la inactividad habrá de acarrearles. Y qué decir de la Asociación Uruguaya de Fútbol, la que no va a poder cumplir con los compromisos internacionales contraídos. Y que del proceso de preparación de la selección actualmente en marcha. La experiencia nos indica que todos los conflictos del fútbol se arreglan a la larga. Mucho nos tememos, empero, que la solución del que actualmente nos aflige llegue demasiado tarde.

 

Fuente: (archivo Diario Uruguay, de nuestra colección)