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El ambulantismo y otras tristezas de la avenida principal de Montevideo

VEREDAS caminadas por Ramón Mérica para Diario Uruguay.

 

MAS QUE UN ENSANCHE DE LAS VEREDAS 18 DE JULIO NECESITA COMPRENSIÓN

TODO SE PUEDE ARREGLAR

-En gran parte. Entonces ellos sacan el transporte privado (cuando digo ellos hablo de la intendencia), algo que no me parece un gran problema, y queda el transporte colectivo. Y entonces toman una parte de estacionamiento de los coches para ensanchar las veredas, de un solo lado, la vereda del sol. Y ahí en ese ensanche entran a tallar los árboles, lo cual lleva a un ensanche de tres metros más, lo cual da una gran amplitud pero no hay estacionamiento. ¿Cuál es el problema? Que solamente en una frasecita así de chiquita hablan del mantenimiento de los ambulantes.

-¿Usted qué propondría ante eso?
-Es posible, lo más posible, que los ambulantes sigan. Pero hay que normalizarlos, hay que darles estructura conveniente, y quizá hacerles pagar los quioscos. Es lo más barato para la sociedad. Hay que pagar quioscos  decentes, no esas porquerías que viene el tipo y pone dos alambres y cuelga un nylon. Pero hay algo que nadie sacó la cuenta. Así como están las cosas, hay lugares donde no se tiene un metro veinte en la vereda para poder pasar. Y eso lo tengo bien chequeado. Si se va a remodelar, no puede venir cualquiera a instalarse donde se le antoja. No es así la cosa. Si se hace un trabajo urbanístico en serio, hay que marcar espacio, como en la feria. Decirle: de aquí hasta ahí,
éste es su espacio, y no se mueve un centímetro de más y no me viene la familia a ponerse al lado del quiosco, ni los amigos a escuchar el partido de fútbol fuera del quiosco porque ése no es su espacio. Mi idea es que se le dé el máximo de espacio posible. Ya que van a ensanchar, que le den todo ese ancho. Pero que me dejen quieto el Dieciocho de Julio original. Y todo eso con circulación interna dentro del quiosco, no que el tipo me venga con tres bancos más, cinco cajones más y siete amigos a tomar mate y a escuchar el partido.
Una cosa es proteger al que trabaja, y otra cosa es proteger a todo un entorno familiar que viene a Dieciocho de Julio a tomar mate y a sentarse en un sillón con piernas para afuera que uno no puede pasar. Aquí enfrente hay un quiosco que tiene como cinco metros y pico: se viene desde la calzada ocho baldosas y deja para pasar cuatro baldosas, y todavía está el tipo sentado. ¿Qué es eso? Eso es asesinar a Dieciocho de Julio.

 

FUENTE: Archivo Domingo 31 de Agosto de 1997)