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PLAN 2030

Beatriz Haedo de LLambí:»Nada de esto que te cuento no hubiera pasado de una conversación razonable entre padre e hija»

TENER UN HOMBRE EN EL URUGUAY.

«Mi padre marcó mi vida. Su vida política la inició de jovencito… Fijate que tuvo un origen humilde y hasta la carencia de títulos adecuados para el cargo.»

 

Visitó Colonia del Sacramento, Beatriz Haedo, sucesora del líder nacionalista Eduardo Víctor Haedo. Fiel a las convicciones de su padre, esta mujer ha sabido transitar con nobleza la herencia ideológica de su progenitor. Simpática, amena, con un carisma que le ha brindado sus vivencias junto a quien le marcara con firmeza su camino. Su rostro devuelve la frescura sana de saber dónde está parada. Y un parecido tan notable que trasciende las miradas de su memoria oral, a la hora de devolvernos la mismísima cara de su padre. Su llana cordialidad es atrapante. Alojada en el Hotel Radisson Colonia, nos acercamos y conversamos con ella. Esta mujer es parte de la historia política y cultural de nuestro país. A través de las acciones de su papá, ella cumplió muchas funciones al lado de este hombre de sólidas raíces políticas. Ella lo mantiene vivo en todos los actos de su vida. Quizás contagiada por el espíritu de Haedo, es la voz viva de la vida de quien ha dejado huellas insoslayables. Con cuantiosa trayectoria mundana y con una cintura que sabe equilibrar prudentemente hasta las travesuras de su adorado viejo. Y no es para menos.

«Papá – dice- era maravilloso. A mí las circunstancias me pusieron en un escenario que me permitió conocer de cerca las alternativas políticas de nuestro país. Y fueron muchas décadas. Impensadamente también viví lo propio con Argentina. Y por eso, Ana, admiro tu fortaleza con «Tu Puente Cultural de las Dos Orillas». Y no olvidaré cuando este periódico La Colonia, en sus cien años de su fundación, creo la página «Desde la Otra Orilla».

«Ocasión que tuve el gusto de conocerlos en la sede de la Embajada del Uruguay. Tengo muy presente ese día, porque además hicimos una amistad muy fuerte. Yo me siento íntimamente compenetrada con la vida de ambos países. He sido protagonista directa e indirectamente de acontecimientos de las dos orillas. Pero fíjate que nunca ocupé cargos políticos, electivos o ejecutivos, fuera de haber acompañado a mi padre en su carrera política como su secretaria. Y también siendo joven integré la Comisión de Bellas Artes del Uruguay. Esa fue mi vocación, no dudé en hacer lo que hice desde mi lugar de hija o de esposa cuando me casé con Benito ( Llambí). Mi padre marcó mi vida. Su vida política la inició de jovencito. Y entre esos trazos, destaco en 1936, es su designación de Ministro de Instrucción Pública y Previsión Social. Él fue objeto de innumerables inventivas. Fijate que tuvo un origen humilde y hasta la carencia de títulos adecuados para el cargo. Mucho hizo en ese rol. Giras relámpagos para interiorizarse y enseguida estableció bases para la creación de cursos sudamericanos. Creó el proyecto de Ley de Derecho de Autor. Funda la Revista Nacional. Pone en marcha la Comisión que ya te mencioné de Bellas Artes. Presentó el proyecto de creación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República. Y mucho más. Construyó el primer Consejo Nacional de Investigaciones Científicas. Y autor del primer proyecto de la Comedia Nacional. Y así impulsó el estilo nuevo del Ministerio a su cargo. Cultivó vínculos importantes con el mundo artístico y literario del Uruguay y también Iberoamérica. Tuvo de asesores a Joaquín Torres García y Pedro Figari. Es mucho más. El encuentro de las poetizas de América, Juana, Gabriela y Alfonsina. Trabajó mucho para combatir el analfabetismo en medios rurales. Obtuvo la creación de más de 200 Escuelas al Aire Libre. No quiero cansarte. Y vos además sabes toda esta historia. Fue Senador , integrando la Comisión de Asuntos Internacionales. Y sigue…. ( enfatiza Beatriz). Fue además precursor del Mercosur. Presidente del Consejo Nacional de Gobierno. Es imposible recordar todo. Lo que puedo decirte que estuve a su vera y mucho aprendí. Cuando en los años 50 crea La Azotea, yo he sido protagonista de grandes acontecimientos. Por allí desfilaban figuras del arte mundial. Artistas de la talla de Neruda. Sábato. Piazzolla, Soldi, Quinquela etc. Y una visita que tal vez ha marcado la pluralidad política de papá que fue la de Ernesto Che Guevara. Y la inmortalización de una mateada que hoy es universal»

Cuando habla de él no escatima en participarnos de sus recuerdos. «Mirá Ana, vos sabés mucho sobre mi historia. Pero no me canso de decir que yo tuve un padre maravilloso en todos los sentidos. Cuando papá muere, yo entendí que debía seguir su camino. Fue una manera de sostenerlo vivo. Él por sobretodo conservó siempre un amor inquebrantable por su ciudad natal, Mercedes. Cuando murió su madre, tuvo un permanente gesto de concurrir al cementerio de Mercedes para visitar su tumba. Y nunca me olvidaré que fuimos a dicha ciudad porque ofrecía una conferencia sobre Figari en la apertura de una muestra de sus pinturas. Por supuesto que naturalmente, antes del evento hicimos el ritual de visitar el cementerio. Nunca me olvidaré que ese día cuando íbamos saliendo me dijo: Beatriz, quiero que me entierres acá. Nunca antes habíamos hablado de eso. En un primer momento yo me resistí al tema. Pero él insistió. Quiero descansar acá, quiero quedarme en Mercedes, quiero estar junto a mi madre. Quedé extrañada. Él insistió hasta obtener mi palabra de enterrarlo allí. Nada de esto que te cuento no hubiera pasado de una conversación razonable entre padre e hija. Pero sin embargo nunca imaginé que dos semanas después volvería a traspasar esa puerta del cementerio de Mercedes acompañando su ataúd. Mi compromiso y aquellas palabras, para mi fue impactante. Me conmuevo cada vez que lo cuento. Su muerte inesperada. Estaba en perfecto estado de salud. Era dinámico, activo. Pero este desenlace de algún modo fue previsto por él en aquella última visita a su madre. Y bueno, ese final fue en La Azotea, luego de un almuerzo, sentado frente a la capilla. Fue instantáneo. Su habano cayó de su mano y su boina también fue al piso., pero él quedó sentado en la silla. Muchos creíamos que era inmortal. Con mi madre recibimos muchos testimonios de afecto. Hay una que me conmovió. Que fue en el editorial de Marcha, escrita por Carlos Quijano. Búscala por favor y copiala a los lectores. Muchos concurrieron a despedirlo. Cientos de partidarios y amigos uruguayos, muchos otros de Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia que fue sin dudas un reconocimiento que papá se ganó en sus esfuerzos de adelantado en su integración regional. Por decreto presidencial, recibió los honores de Jefe de Estado. Tengo un recuerdo y un agradecimiento muy hondo»

El texto citado por Beatriz dice: «Ya no verá más los soles de la Patria, ni oirá el rumor del río, ni el ulular del viento, ni jugará con la magia de los colores o el chisporroteo de las palabras y las voces. Queden el juicio y el balance para otros, y otros tiempos. De qué sirven juicio y balance, y como delinearlos cuando un amigo ha muerto?»

Y así nos dejó sus memo-riosas vivencias. Antes de irse expresó su felicidad por el logro de tener un Pasaje con el nombre de Eduardo Víctor Haedo. «Quiero reiterar mi agradecimiento al Intendente Dr. Moreira y a vos por tu sensibilidad en los trámites que hiciste para obtener el nomenclator. Lo primero que hago cuando arribo a Colonia es visitar su calle. Eso me conmueve y me llena de orgullo. Yo como cada año sigo a Punta del Este. Pero siempre me quedo unos días en esta bella ciudad. Pude observar que está cada día mejor y se ven muchas obras terminadas y otras en plena construcción. Les deseo a todos Felicidades y Gracias»

 

 

Publicado por La Colonia digital