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«La Liga Uruguaya de Básquetbol, ha vuelto a ser el antiguo campeonato Federal de Montevideo»

LA OPINION EN EL URUGUAY. Todos los que en mayor o menor medida estamos vinculados al básquetbol hemos sido en este mes de mayo atrapados por el “maravilloso” show-espectáculo que ha significado los encuentros finales entre Hebraica Macabi y el Club Aguada, ambos de Montevideo. El Palacio Peñarol como no se ve casi nunca en la temporada, con mucho público y colorido para un marco propio de lo que se está disputando. Dos equipos de mucha historia en definiciones de los antiguos Federales montevideanos y una rivalidad latente en cada rincón del escenario. La serie está hoy 3-2 a favor del equipo macabeo y el próximo lunes 29 se disputará el sexto partido final, que puede definir el certamen en caso del triunfo de Hebraica o Macabi como le llaman sus hinchas. En caso contrario se disputaría un partido final el jueves 1º. de junio.

 

«Entre Aguada y Hebraica, hay 24 jugadores, 5 extranjeros… y 19 nacionales. Lo destacable es que 12 de esos 19 jugadores nacionales son nacidos y formados en clubes y por tanto competencias del interior del país, más precisamente son “oriundos” de Salto, Paysandú, Fray Bentos y Soriano…»

 

Esta serie ha tenido varios condimentos sobre todo al principio de la misma, luego de disputado el primer partido donde resultara ganador el equipo macabeo por amplio margen. En primer lugar se dio un cruce de declaraciones entre el salteño Salvador Zanotta, por el lado de Hebraica, aduciendo que el rival jugaba al límite y que los árbitros eran permisivos, y la rápida réplica del mercedario Demián Álvarez alegando que esas declaraciones del salteño no se deberían hacer públicas y que quedan dentro de la cancha. “Nosotros vinimos a jugar al básquetbol, el otro equipo no. Nadie los paró, para los jueces fue ‘siga, siga’. Si los jueces dejan, pasan estas cosas… Aguada vino a pegar”. Del otro lado, fue el capitán de Aguada, Demián Álvarez respondió: “Zanotta es un atrevido. Durante todo el año jugamos al básquetbol, eso es de llorón, ellos fueron mejores y por eso ganaron, pero siempre intentamos jugar al básquetbol”….”-…esas cosas quedan adentro y me parece que Zanotta es muy nuevo para dar ese tipo de declaraciones que están fuera de lugar. Hay que mantener algunos códigos y lo que pasa en la cancha queda ahí”….”…hay que saber manejarlo, son cosas de finales”, fueron parte del fuego cruzado que se dio en los medios capitalinos.

Otro hecho que marcó esta serie se dio en redes sociales, con  comentarios antisemitas que generaron las lógicas reacciones entre los afectados directamente y que aún puede traer consecuencias para los involucrados, más precisamente un Preparador Físico del Club Marne que fue quién realizo las mismas.

Dentro de este gran show que también es mediático en lo previo, lo concreto es que en la quinta final Aguada fue muy superior y se quedó con el punto de la serie, evitando el festejo del rival aunque la misma sigue siendo favorable a Hebraica. Si bien se trata de finales se hablaba de un leve favoritismo para Hebraica por la calidad y cantidad de jugadores que posee, aunque los aguateros se las han ingeniado y han sabido controlar a las armas del rival, poniendo en juego la calidad de muchos de sus jugadores pero también exhibiendo un temple propio de la mística y la historia de ese club.

Un par de hechos bastante llamativos y paradójicos, que dan título a esta nota en el marco de estas finales, y que bien vale la pena resaltar. En primer lugar, la Liga Uruguaya de Básquetbol, creada en el año 2003 con participación de equipos del interior del país, ha vuelto a ser el antiguo campeonato Federal de Montevideo; tiene otra denominación y otro formato con la salvedad que no intervienen equipos de todo el país cómo parecería indicar su nombre, Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB), sino que es más bien un “Torneo o Liga Metropolitana”

Otro aspecto a tener en cuenta es que entre los dos planteles, es decir 24 jugadores, hay 5 extranjeros (uno nacionalizado, Jimmy Boston), y 19 nacionales. Lo destacable es que 12 de esos 19 jugadores nacionales son nacidos y formados en clubes y por tanto competencias del interior del país, más precisamente son “oriundos” de Salto, Paysandú, Fray Bentos y Soriano; esto reafirma la importancia de generar espacios para el máximo desarrollo del básquetbol en estas latitudes, no sólo para potenciar los jugadores que después pasan a formar parte de equipos de la capital, sino también para que se vuelva a generar una competencia seria e igualitaria entre equipos del interior y sus pares montevideanos, generando lo que sería una verdadera integración nacional. No debemos apartar la mirada de estos hechos si queremos evaluar ciertos procesos en donde hay muchos actores, fundamentalmente dirigenciales y en algunos casos periodísticos, que pretenden “tapar el sol con el dedo”, para que el otro vea otra visión de una realidad que a esta altura “rompe los ojos”.

 

 

Fuente: 20 once