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Los ataques de universitarios franceses a la supremacía de la celeste, entre 1924 y 1950

 DEPORTECA. HISTORIA DE LA CELESTE.

Leyenda negra del fútbol uruguayo: universitarios franceses contra la celeste

La investigación académica francesa sobre fútbol hizo su aparición a fines de los años ochenta, una década después de la publicación en Inglaterra de los primeros libros universitarios sobre el tema. Desde el comienzo, los profesores franceses adoptaron los postulados fundamentales de los ingleses: superioridad de los inventores del fútbol durante toda la primera mitad del siglo XX y no representatividad de los torneos mundiales patrocinados por la FIFA desde 1924 hasta 1950 dada la ausencia de los ingleses.

No era un buen punto de partida, ya que estos postulados no son otra cosa que las tradicionales posiciones de la Football Association, carentes de fundamento histórico. En efecto, los resultados del British Home Championship demuestran de modo patente que ya en 1883 el fútbol escocés se había vuelto superior al inglés. Por otra parte, es fácil comprobar que nunca nadie se opuso a la participación inglesa y que más de una vez las autoridades de la FIFA hicieron lo imposible para obtener la presencia de los maestros en las competiciones mundiales. Cabe recordar, por ejemplo, que los ingleses fueron invitados al Mundial de 1930 sin exigencia de afiliarse a la FIFA.

Los dirigentes de la Football Association tuvieron, en cambio, una actitud mucho menos abierta. No se limitaron solamente a ausentarse sino que implementaron una política de freno al desarrollo del fútbol mundial, con un pico en 1927 cuando el Comité Olímpico Británico organizó el boicot del Torneo de Fútbol de Ámsterdam. Siguiendo la misma perspectiva, se las arreglaron durante décadas para prohibir las salidas de los seleccionados de Escocia y de Gales fuera del Reino Unido a fin de impedir participaciones.

Los universitarios franceses no se conformaron con retomar lo peor de la línea de sus mentores y fueron mucho más allá en más de un punto: negaron lisa y llanamente el carácter mundial de los torneos olímpicos de 1924 y 1928 ocultando las posiciones adoptadas por los organizadores y por la prensa especializada; politizaron el debate considerando que el fútbol es siempre objeto de manipulaciones cuyo nivel debe tomarse en cuenta para definir el valor exacto de un título, y transformaron el discurso probritánico de la Football Association en un discurso europeísta, más consensual y más acorde con la línea de los dirigentes históricos de la FIFA. Finalmente, dieron cuerpo a estas opciones elaborando la leyenda negra.

Ésta fue concebida con el objetivo de eliminar de la historia del fútbol al patito feo uruguayo. No es excesivo decir que, entre 1920 y 1950, Uruguay dominó el fútbol mundial. Desde el inicio de la Copa América en 1916, la celeste se reveló como una potencia futbolística y alcanzó la supremacía planetaria ganando cuatro de los seis torneos mundiales disputados entre 1924 y 1950. Por consiguiente, si se pretende sostener la tesis de la superioridad del fútbol europeo durante este período no queda otro camino que echar un descrédito absoluto sobre los títulos uruguayos.

La leyenda negra no es una concepción general sino una pieza práctica clave especialmente fabricada para construir una visión europeísta de la historia del fútbol. Su característica esencial es la agresividad ya que se compone de ataques. Y estos ataques son de tres órdenes: políticos, contra el Uruguay batllista; futbolísticos, contra el estilo de juego de la celeste; y morales, contra la supuesta violencia de nuestro pueblo y el supuesto juego sucio de nuestros cracks. Puede destacarse finalmente que se trata de una creación específicamente francesa: los ingleses no son proclives a la politización del
tema futbolístico.

 

Fuente: Pierre Arrighi UFR Arts (Amiens, Francia) A Rony Almeida