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Cultura

«El Patriota» Laso, un adelantado del turismo fronterizo en el Chuy

CULTURA ROCHENSE.

LUIS ALBERTO LASO. “EL PATRIOTA”.
UN ADELANTADO DEL TURISMO FRONTERIZO.

Fue sin ninguna duda uno de los forjadores del turismo fronterizo, con una visión muy amplia en materia de emprendimientos comerciales vinculados con el turismo. De origen humilde Luis Alberto Laso, “El Patriota” para sus amigos, comenzó a trabajar de cocinero en el Hotel Chuy donde fue aquilatando la importancia del turismo y valorando las bellezas naturales del norte rochense. Durante algunos reportajes realizados en la década del 70, tuvimos la oportunidad de comprobar su preocupación por los grandes temas que inquietaban a la sociedad fronteriza.

En oportunidad de una entrevista realizada por aquellos años, señalaba que están equivocados quienes destacan el turismo de compras como el principal atractivo que ofrece esta frontera. “En realidad hay mucho más que eso. Hay playas, hay pesca, hay hoteles de nivel internacional, hay un parador que debe ser uno de los más lindos del país, hay a pocos kilómetros una Fortaleza que es orgullo del Uruguay, por las variadas especies de plantas que conforman una flora extraordinaria. Yo nací y me crié en esta ciudad, soy de origen muy humilde, pero siempre creí en esta zona del país. No dudamos de que el turismo se convertirá en la “industria” más importante del este uruguayo, haciéndonos pensar que la actividad pública y privada deberá duplicar sus esfuerzos para mejorar la atención que ofrecemos a nuestros visitantes. Esta frontera deberá planificar en forma permanente la actividad turística, sin pensar que la misma está limitada solamente a la temporada veraniega”.

En la década del 70 se podían observar en la zona céntrica de la ciudad varios establecimientos comerciales vinculados al turismo entre los que podemos destacar Hotel Chuy, La Serranita, Carnicería y Parrillada Pampas donde trabajaban más de 100 funcionarios en forma permanente.

“Entre los atractivos que ofrecemos al turista podemos señalar la construcción de piedra (Parador San Miguel) donde se puede disfrutar de las comodidades propias de un hotel de primera categoría. A los amantes del campo les ofrecemos la posibilidad de realizar cabalgatas, canchas de bochas, y abundante pesca a 500 metros de distancia en el arroyo San Miguel. A 15 kilómetros se encuentra la Laguna Merín y paseos espectaculares por caminos que atraviesan bañados, donde abundan las garzas rosadas, patos y cigüeñas”.

 

Fuente: REVISTA HISTORICA ROCHENSE en su Nº 10.