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Cultura

Diario de un poeta: Seguimos sin mirar a los ojos

Desde Tunuyán, Mendoza. Maximiliano Contreras para Diario Uruguay.

Desde que edité mi primer libro – un poco indeciso al principio, pues no quería editarlo-sentí que quizás la edición no fuese lo mío pero si la escritura al punto de considerarla un hobby, algo así como tocar la guitarra o tomar mate, o andar en bicicleta, un momento en el que me relajo.

Creo que debo leer mucho más de lo que escribo, este tiempo tampoco he leído mucho ha sido más bien un tiempo en el que he estado como inmóvil ante todo, está bueno, comprendo las cosas que suceden, no me dejo llevar por temas políticos– dejan mucho que desear – por ello no me dejo llevar por corrientes políticas, ni tampoco religiosas, aquí en Mendoza, mi provincia tenemos el caso Próvolo, unos sacerdotes cristianos abusaban de niños sordos, ¿cosa terrible? No, eso es el mundo, algo sin explicación, en realidad lo que no tiene explicación es la conducta humana. Nunca me dejó de sorprender el ser humano. Creo que es malo por naturaleza. Buscamos la maldad en torturas de animales, en la violencia, en los asaltos, robos, violaciones, en nuestro subconsciente debe existir algo de placer en la maldad. ¿Habría otra explicación?

Después de todo a los veintitrés días del mes de enero he vuelto como relajado a tomar la escritura, no pienso esforzar nada, y estoy acá en mi distrito, donde nací, debe ser por cuestiones de la vida, acá en Colonia Las Rosas, un lugar tranquilo, tan tranquilo que le han cambiado el nombre a Colombia las Rosas, en toque humorístico por la cantidad de droga que circula por estos pagos. ME he dado cuenta que las cosas del mundo están para que sepamos apreciarlas, porque últimamente revisamos más el celular que los ojos de las personas, mi papá siempre me dice que si quiero saber cómo es una persona la mire a los ojos, la verdad que funciona, la verdad que sí. Ya nadie mira los ojos, si total el facebook es más importante, si total el celular es más importante.

Hace tiempo ( dos años), que doy clases en escuelas secundarias y veo que los chicos, son tres palabras y siete revisadas de celular, te filman, se pasan vídeos, se ríen, todo en una cosita que nos está volviendo locos, digo está porque también estoy todo el día jodiendo con el celular, esto es el mundo actual, algo de esto hay en el libro que edité, algo de esto seguro existirá en algún hipotético libro que escribiré, la verdad no sé, la literatura es extraña, al igual que las personas, en definitiva la literatura te mueve el alma, y nosotros todavía no miramos a los ojos.

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