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Eugenio Schneider: «Muchos toman la carrera sindical para escalar hacia la política, está lleno de esos. Culturalmente somos realmente débiles…»

LA OPINION EN EL URUGUAY. Eugenio Schneider es un empresario diferente en nuestro medio. Es común que tenga pronunciamientos polémicos, frontales, y al parecer disfruta de esos momentos.

Es que no pasa desapercibido este empresario que recibe puntualmente a 20Once en su casona. No usa celular y tampoco internet, eso sí siempre avisa donde está y tiene dos secretarias que le facilitan su conexión con el “mundo”.

Además de tener varios libros escritos, ha recibido en Casa Blanca a casi todos los presidentes.

Su frigorífico emplea a más de 700 personas.

Nació en 1940 en el Hospital Alemán (Buenos Aires, Argentina), en plena segunda Guerra Mundial. Hasta los 4 años hablaba solo alemán.

En su juventud estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires donde fue alumno de literatura inglesa del escritor Jorge Luis Borges.

Lleva 17 años radicado en Casa Blanca donde encontró un lugar para desarrollar el negocio de la carne y la vida cultural de la zona.

Anécdotas y sus comienzos

Schneider comenzó diciéndonos que “en esa época (2ª. Guerra mundial) ya no se podía viajar en barcos, aviones había pero no de pasajeros para viajar. Mis padres eran alemanes, ellos fallecieron en el propio Hospital Alemán, mi padre era funcionario de una empresa alemana muy grande, a nivel mundial que hace escaleras mecánicas, tubos, ascensores, es una firma que en ese momento tenía 100.000 empleados. Quiso la suerte que naciera en Buenos Aires y como en mi casa solo se hablaba alemán hasta que salí a la calle y empecé hablar con otros chicos, jugar al fútbol, así aprendí castellano. A los 4 años”.

De San Lorenzo

“Yo recuerdo siempre una anécdota que quiero compartir con ustedes que marca un poco la historia del Rio de la Plata, una de las primeras veces que salí a la calle me agarró un grupito de chicos, me agarro feo, me apretaron contra la pared y me preguntaron de que cuadro era y yo no sé porque inspiración dije San Lorenzo y me soltaron, mentira, no era de San Lorenzo, no era de nada pero dije San Lorenzo porque se me vino a la cabeza, o sea que el tema del fútbol como algo espiritual, digo espiritual pero no quiere decir que sea bueno, espiritual es un ámbito, una persona espiritual no necesariamente es buena, puede ser diabólica, puede ser muy espiritual pero los resultados son perversos, o sea lo espiritual no quiere decir que todo va por buen camino, puede ir por mal camino, de hecho es frecuente. Yo soy bastante adversario de las religiones reveladas, yo creo que la gente tiene que creer en algo, esto es muy importante pero también en la medida que son religiones reveladas como las judeo- cristianas, la musulmana, se tiende a matar por la verdad religiosa, el que está del otro lado es malo hay que eliminarlo, esto está pasando ahora con el islam pero pasó con el cristianismo”, comentó.

Viajando en el tiempo

“Yo estuve en Punta del Este en las cumbres unos días y escribí un poema sobre la historia de Hipatía de Alejandría, una ciudad que tenía más de un millón de habitantes en aquel momento, en el siglo V. Era el granero del mundo, además de granero porque estaba todo el Valle del Nilo produciendo grano para el mediterráneo, porque ¿qué pasaba? El imperio romano tuvo muchas virtudes y arquitectónicamente, técnicamente, militarmente fue muy capaz pero no comprendió el fenómeno de la fertilidad del suelo. Entonces Sicilia, la mayor parte de Italia, parte de España fueron devastadas por el cultivo continuo de trigo hasta que al final terminaron pastando las cabras porque no había más producción. El valle del Nilo se renueva, todos los años es inundado, una enorme fertilidad que trae del centro de África y eso permitía a veces dos cosechas por año, un clima seco, sin lluvias, por esto yo creo que se hicieron las pirámides, porque cuando había buenas cosechas la gente no tenía que hacer entonces le hacían hacer las pirámides que duraban cientos de años para hacerla pero era una actividad, lo peor que puede pasar es que el pueblo no tenga actividad, trabajo, son necesidades básicas, si no hay lo que hacer empiezan las guerras u otro tipo de mal”, agregó.

Su vida, su empresa

“Yo estuve en la Isla de Pascua hace unos 3 años con mi mujer, nos casamos en un volcán apagado, nos casamos entre nosotros ¿no? Ahora estoy casado en Guichón porque ella trabaja conmigo acá, primero trabajó en la escuela de música, 3 años y el año pasado renunció y se quedó a trabajar aquí. Entonces al trabajar acá con tanta gente quería casarme con libreta.

-¿Usted se casó varias veces?

Me casé varias veces, cuatro exactamente, tengo 8 hijos, 20 nietos y 12 bisnietos, esto es lo que yo sé, para mí hay más, tengo algunos bisnietos de 20 años y no tengo muy claro si no tienen algún chico por ahí, digamos que lo oficial son 40.

Además actualmente tengo 700 empleados, a ellos hay que darles señales claras. Mi mujer tiene la huerta de la pulpería a su cargo y una oficina de apoyo que hicimos para evitar cualquier tipo de problemas, sobre relaciones humanas ya que nuestra empresa es tan grande en gente. Esto es todo un mecanismo de apoyo a la gente, ese mecanismo es enormemente valioso para evitar los problemas, por ejemplo sindicales. Nosotros no tenemos problemas sindicales. Ahora hubo un paro en todas las industrias frigoríficas y acá no se paró, me faltaron los del sindicato que son 40 de un total de 700 empleados y de esos 40 faltaron 30 porque los otros 10 consideraron que tienen puestos claves a los que no pueden faltar. No afectó la actividad. Yo no los castigo con la falta por el presentismo, o sea, el presentismo lo ganan igual, a esa falta no la tomo en cuenta porque ellos están siguiendo un problema de otros”.

Libertad de cultos

“Acá además hay libertad de cultos, yo tengo que respetar todo esto, ellos creen que el movimiento sindical, como tal es una herramienta para equilibrar la sociedad. Si ellos están convencidos de esto no hay ningún problema, faltan pero no afecta a la empresa, seguimos trabajando”, añadió.

Escuela para superdotados

“Cuando yo vine hace 17 años mi capital total era 1.000 dólares, fundé acá una escuela para superdotados, la fundé porque leí un artículo de que acá los superdotados eran mal vistos, que las directoras de las escuelas no sabían qué hacer con esos chicos porque molestaban en la clase, acá no había escuelas especializadas para ese tipo de chicos. Fue así que le dije a la directora de la escuela de Casa Blanca (allí habían unos 130 alumnos), -¿vos me podrías mandar 12 alumnos que ustedes, las maestras consideren “cráneos”?. Me mandó 12 alumnos, la edad máxima era de 11 años y la mínima de 8 años, así fundamos la escuelita en la cual había una profesora de inglés, otra de lectoescrituras en general, arte y yo tomé la clase de razonamiento, mi clase que yo dictaba una vez por semana era razonamiento, razonar juntos, esto fue impresionante lo que me exigió a mí razonar con ellos, mis alumnos solamente eran 6, no podían haber más de 6 alumnos, es más, si yo reformara la educación uruguaya, desaparece el aula, las clases. Solamente un maestro con unos pocos alumnos se forma una asociación fantástica y así podés darte cuenta si te están escuchando, sino te están escuchando, si te están siguiendo, sino te están siguiendo. Imagínense ustedes en una época donde no había TV, radio, teléfonos, nada de nada, los chicos están todos juntos sentados en el suelo y hay un maestro hablándoles, repiten ciertas frases, ciertos canticos, eso los une, los socializa, esta era una función que existió y que todavía en algunos lugares del mundo es necesario, acá no, acá estamos súper socializados, lo que precisamos es aprender cosas, habilidades para compartir con nuestros pares, porqué ya de por si la vida nos obliga a estar con el otro y ahora todavía se agregó la tecnología que es mala porque en realidad va contra la primera sociabilización, ahora hay una desociabilización”, expresó.

El Frigorífico

“Cuando yo llegué acá se debía todo por eso cuando dije que mi capital era de 1.000 dólares dije la verdad, el patrimonio de Fricasa era negativo y yo hacía 9 años que era el Presidente del directorio pero no le encontré la vuelta, desde afuera. Cuando me vine a vivir acá, parece que le encontré la vuelta, visto desde ahora pero tuve que lucharla mucho los primeros años. Esto era una empresa de cooperativas, Fricasa fue fundada por 280 accionistas, desde los Baccaro, toda clase de gente que quería reflotar el Frigorífico Nacional que estaba muerto, entonces, lo compraron a unos pocos pesos y enseguida fueron al Banco República para hacer obras, esa deuda la terminé pagando yo, hace dos años, terminé la última cuota, no debo un peso, ni un dólar pero estaba todo hipotecado, yo tampoco podía promover la venta de terrenos porque estaban hipotecados, hoy no tengo nada hipotecado y pude empezar a vender terrenos a gente de Paysandú, empleados míos también, argentinos, en fin. Entre setiembre y fin de año vendí alrededor de 22 terrenos, aquí es un lugar muy lindo para vivir”.

¿Trabaja mucha gente de la zona en el Frigorífico?

-En la actualidad son 135 habitantes del pueblo de Casa Blanca que trabajan en la empresa, el resto de los empleados vienen de San Félix, algunos vienen de zonas aledañas y de Paysandú. Tenemos varios ómnibus que vienen con la gente nuestra porque es imposible coordinar con Copay u otras empresas por nuestros horarios de trabajo, estos son muy flexibles, dependiendo de los trabajos que haya para realizar, entonces es así que tenemos nuestros propios ómnibus. Actualmente en Casa Blanca hay 400 habitantes, la gente que trabaja en el pueblo trabaja mucho y estamos poblando ya que se creó un barrio nuevo llamado Vida Nueva. Mi mujer le puso ese nombre y me gustó, son casas muy lindas, es un barrio que se está formando”.

La Pulpería

Es el restoran del pueblo, a propósito comenta que ““viene gente de todo el mundo, se corre la voz, esto me asombra, la pulpería trae mucha gente que busca algo diferente, tanto en la comida, la atención, entre otras cosas. Está abierto todos los días sin excepción, salvo los martes. Yo elegí el martes porque todos eligen los lunes”.

19 carnicerías

“Cuando llegamos acá, a vivir, no había ninguna carnicería, la carnicería que estaba y aun está a la entrada del frigorífico, no era del frigorífico, o sea, el edificio sí pero está concesionado, entonces, agarramos la 1, después agarramos dos más que eran propiedad de la empresa. Así seguimos y ahora tenemos un total de 19 carnicerías, solo tres son nuestras, el resto la tomamos en alquiler, nos la alquilan. El producto es nuestro, nuestra marca, nuestras carnicerías, estos son, la carne, el chorizo y ahora vamos a empezar con las hamburguesas, “La Burguesa”, así se va a llamar, esta no es congelada”, mencionó.

“Nosotros vendemos por año 70 millones de dólares, esa es nuestra facturación anual de los cuales más o menos 42 millones son exportaciones y los otros 28 millones mercados internos y de ese mercado interno, las carnicerías son 40%, estas son importantes aparte son negocios diferentes”, subrayó.

Recibió a todos los presidentes del país

“Todos los presidentes han venido acá. Al único que conocí en una cena en Alemania y charlamos un rato, fue el actual presidente pero en el primer gobierno. A pesar de no tener opción política alguna, todos los políticos vienen, hablan conmigo”.

Por otra parte Schneider recalcó, “en esa charla le hice notar que yo mandé un alambrador de Quebracho hace 28 años a Alemania, Ricardo Montan, hoy tiene casa, hijos, todo lo logró alambrando, logró un capital. A los pocos años ya empezó a venir, compraba ganado y lo dejaba acá, el tipo era alambrador, si se hubiera quedado acá en Uruguay nunca hubiera llegado a tener un capital, hubiera tenido un buen pasar, puede ser, pero capital nada”.

Hay gente muy mediocre

No se calla nada en relación a algunos temas: “El marco nuestro es un marco muy débil porque tenemos arriba, en la sociedad a gente muy mediocre que está ahí por causas infinitas, incluyo en esto empresarios, herederos. Yo soy muy contrario a la herencia porque la herencia es profundamente injusta, esta es de origen militar o sea, uno tenía que defender la tierra de otro porque si no te la sacaban, uno se olvida de cómo fue la historia en vano. Todo esto hoy no tiene ningún sentido, ahora con la tierra no podés hacer lo que quieras, esta es mucho más social y además es un capital enorme muerto, sino la hacés producir los impuestos se lo comen y a su vez está prohibido y está bien eso para mí. Yo siempre fui partidario de un fuerte impuesto a la tierra, en esto no estoy nada de acuerdo con los productores, yo estudié profundamente el tema y cuando vine de Chile acá había un impuesto que que era sobre la hectárea y de acuerdo a la productividad de la hectárea, me fascinó, yo tenía el índice en San Ramón de 220, de los más altos en Uruguay, 4 mil hectáreas, pagábamos mucho impuesto, pero producíamos muchísimo, el impuesto le incide al que no produce, al que no hace nada. Los productores que al final son una especie de empresarios, decían que no, el año que me va mal como voy a pagar el impuesto, es la incapacidad de razonar, porque si sos hombre de campo no podes hablar de un año, tenés que hablar de ciclos, un año es un año, ya sabemos que es estimativo, en Uruguay si no llueve no da nada, si llueve demasiado no podes cosechar y si cae granizo lo perdiste todo entonces, no es un tema de liquidez, el impuesto no es tan alto como para que vos digas no tengo liquidez para pagar. El tema es que es un impuesto con una reforma agraria elegante, casi perfecta, Tenés que pagar por tener el suelo, era un impuesto muy positivo.

Los productores lograron que se transformara ahora en IMAGRO, este te permitía descontar los gastos, ya era impuesto a la renta y hoy tenemos el impuesto a la renta real que es injusto porque su recaudación es altamente imperfecta, determinar una renta agropecuaria real es muy difícil por mas bancarización, inclusión y que se yo”, detalló.

Política sobrevaluada

“Yo siempre digo, acá en Uruguay está sobrevaluada la política, todo el mundo piensa que los políticos pueden solucionar y no solucionan nada, o sea, no saben administrar lo suyo. Gobernar es administrar, tener una idea de sobrevivencia y prosperidad, ser político debería de ser un sacrificio y destinarlo al bien común, esto es la esencia de la política, ahora, acá, es una carrera desenfrenada y que estimula mucha conductas impropias. Muchos toman la carrera sindical para escalar hacia la política, está lleno de esos. Culturalmente somos realmente débiles, nosotros no nos vamos a salvar por Aníbal Sampayo, ni nada, nos vamos a salvar si somos más inteligentes en lo que hacemos”, indicó.

 

 

 

Fuente y foto: 20once